Érase una grieta

episodio de Aquí no hay quien viva

Érase una grieta es el episodio número 42 de la serie de televisión Aquí no hay quien viva, y pertenece a la tercera temporada de la misma. Se estrenó con 6.320.000 espectadores y un 31'5% de cuota de pantalla.

«Érase una grieta»
Episodio de Aquí no hay quien viva
Episodio n.º Temporada 3
Episodio 32
Dirigido por Juan Luis Iborra
Escrito por Alberto Caballero
Iñaki Ariztimuño
Cód. de producción José Luis Moreno
Emisión 12 de enero de 2005
Lista de episodios
«Érase una Nochevieja» «Érase una grieta» «Érase unos nuevos inquilinos»

Para que Bea no se vaya a vivir con Rosa, Mauri busca albañiles para hacer una habitación adicional para el niño en su casa, pero los albañiles le fallan en el último momento y como medida desesperada encarga la faena a Paco y Mariano. Carlos, supuestamente acosado por Alba desde su romance en Nochevieja, pide refugio a Lucía, diciendo que se quedará en su casa únicamente como amigo, pero su faceta responsable le hace enamorarse de él. Isabel se va a vivir con Juan, y Andrés se va al ático con Roberto, que desconfía de los propósitos de Carlos. Nieves se niega a dejar la casa de su hermano y une los dos pisos, el de Isabel y el de Juan, rompiendo un muro que es de carga y le abre una grieta a Lucía en su habitación, delatando así la reforma de los Cuesta.

Molestas por la reforma, Marisa, Vicenta y Concha suben a la casa de Isabel a hacerle una gotera a Mauri en su casa. Como respuesta a ello, Mauri hurta el perro a Vicenta. Lucía besa a Carlos, pero su amor se rompe cuando tiende una trampa Roberto trayendo a Alba a su casa y descubriendo que en realidad no acosa a Carlos y que era una excusa para estar con Lucía y poder enamorarla. Roberto y Carlos, desatados ambos, se pelean por todo el edificio, terminando haciendo estragos en el videoclub. Los vecinos entran en una batalla campal debido al secuestro del perro de Vicenta y las obras de los Cuesta, que acaban haciendo que Andrés pierda los nervios y sufra una angina de pecho. Arrepentidos, los vecinos hacen las paces: Mauri devuelve el perro a Vicenta y tira abajo la habitación nueva y Juan promete dejar la reforma. Emilio y Belén, aunque su relación haya acabado, se acuestan espontáneamente y Belén no había tomado la píldora, lo que les hace pensar que se ha podido quedar embarazada.[1]

Referencias

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  1. Aquí no hay quien viva: Érase una grieta. Yahoo. 22 de abril de 2011. Consultado el 29 de abril de 2011. 

Enlaces externos

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