Chacal de Nahueltoro

campesino chileno (1922-1963)

Jorge del Carmen Valenzuela Torres (Cocharcas, 3 de agosto de 1938[1]​-Chillán, 30 de abril de 1963) fue un campesino chileno, conocido por ser autor de uno de los asesinatos en masa más recordados en ese país. Pese a que se hizo llamar de diferentes maneras,[nota 1]​ sus acciones delictuales lo hicieron ser conocido por la opinión pública como el «Chacal de Nahueltoro».

Jorge Valenzuela
Información personal
Nombre de nacimiento Jorge del Carmen Valenzuela Torres Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 23 de agosto de 1938 Ver y modificar los datos en Wikidata
Cocharcas (San Carlos, Chile) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 30 de abril de 1963 Ver y modificar los datos en Wikidata (24 años)
Cárcel de Chillán (Chillán, Chile) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerte Herida por arma de fuego Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Chilena
Lengua materna Español Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Carlos Valenzuela Ortiz
Melvina Torres Mella
Pareja María González Torres
Hijos 1
Información profesional
Ocupación Campesino Ver y modificar los datos en Wikidata
Seudónimo Chacal de Nahueltoro Ver y modificar los datos en Wikidata
Información criminal
Cargos criminales homicidio doloso Ver y modificar los datos en Wikidata
Condena ejecución por fusilamiento

Biografía

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Sus padres fueron Carlos Alberto Valenzuela Ortiz —campesino, viudo de su primera esposa Agustina Henríquez— y Melvina Torres Mella. La familia residía en Cocharcas, localidad de San Carlos, al momento de su nacimiento.[nota 2][1][2]​ Su padre falleció en 1943,[1]​ y su madre contrajo matrimonio con su hijastro, Ramón de las Mercedes Valenzuela Henríquez;[1]​ Jorge Valenzuela Torres dejó su hogar cuando tenía 7 años. Sobrevivió caminando de ciudad en ciudad, tomando cualquier trabajo que encontró y frecuentemente robando animales y comida.

Tenía una pareja, María González Torres, de 28 años, quien se encontraba embarazada al momento de los eventos que llevaron a su detención.[3]

Asesinatos

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En 1960, debido a su despido en el cercano pueblo de Cachapoal, Jorge Valenzuela decidió ir en búsqueda de trabajo a Coihueco, pero la noche del 16 de julio se quedó en la casa de una familia de Nahueltoro, pueblo de paso, en la cual conoció a Rosa Elena Rivas Acuña, una viuda de 38 años y cocinera del fundo Moticura. Su esposo, el agrícola Óscar Armando Sánchez Sánchez, había sido asesinado por desconocidos el diciembre del año anterior,[2]​ dejándola con seis hijos: Olivia de la Cruz (de 17 años), Alicia (10), Jovina (8), Judith (6), Rosina (4) y Armando (de 6 meses), infante que nació tras la muerte de su padre.[1]

Ahí, Jorge Valenzuela se emparejó con la señora,[2]​ lo cual le desagradó al patrón del fundo debido a su condición de alcohólico, por lo cual la echó del fundo, y a su hija mayor Olivia, quien se escapó a la vivienda de su pareja, el jornalero Luis Paredes Rosales.[2]​ La mujer, junto con Valenzuela, decidieron irse a vivir a La Isla (sector formado por el río Ñuble).

La tarde del sábado 20 de agosto de 1960, Valenzuela y Rivas se trabaron en una discusión debido a que la mujer no había podido cobrar su pensión de viudez en San Carlos por problemas burocráticos.[4]​ Frustrado por carecer de dinero para seguir bebiendo y abrumado por los insultos de Rivas y de sus cinco hijos, Valenzuela enfureció cuando la mujer le lanzó una piedra a la cabeza,[2]​ por lo que tomó un palo con el que comenzó a golpearla antes de cortarle el cuello con una guadaña.[2]

De ahí, los hijos de Rivas fueron asesinados uno por uno por Valenzuela. Primero, aplastó al bebé con su puntapié antes de atacar a las otras cuatro hijas con la misma guadaña con la cual asesinó su madre. Las primeras tres víctimas fueron ultimadas en La Isla, mientras que la última intentó escaparse bajo el puente a Nahueltoro, donde Valenzuela la encontró y masacró.[2]​ Luego de los asesinatos, Valenzuela, aún en estado de ebriedad, se durmió al lado del cadáver de Rosa Rivas.[2]​ Al despertar al siguiente día y darse cuenta de lo que hizo, cubrió con piedras los cadáveres de sus víctimas y huyó en dirección a la cordillera.[4]

Se le sospecha de asesinar a Pedro Ojeda, trabajador del fondo "Curapichun" de una fábrica de papeles y cartones local, mientras se encontraba en fuga por su primer crimen,[5]​ pero nunca se confirmó su participación en este delito.

Captura y condena

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Pasados algunos días del hecho, Exequiel "Quelo" Dinamarca, dueño del fundo Chacayal, encontró los cuerpos de las seis víctimas y avisó a la policía.[4]​ Un mes después, el «Chacal» fue avistado en el pueblo de General Cruz, comuna de Pemuco en la región del Biobío (actual región de Ñuble),[4]​ como comensal en la fonda montada por Oriol Jara Melo y su cuñado, Alfredo Valenzuela Mora. Este último había visto a Valenzuela en dicho pueblo, y una noche en la fonda «Los Tres Mosqueteros» lo invitó –haciéndose pasar por ebrio– a beber por cuenta de la casa.

En ese momento, Jara cubrió al «Chacal» con un saco para posteriormente someterlo entre ambos locatarios. Posteriormente Valenzuela y Jara fueron a buscar a Carabineros a Pemuco para entregar al «Chacal», e incluso entre las diligencias que le encargaron a los civiles, fue acompañar a la policía uniformada hasta el lugar donde Valenzuela Torres pernoctaba entre matorrales. Consultados en aquel entonces, Valenzuela y Jara señalaron que fueron Carabineros quienes atraparon al «Chacal de Nahueltoro».

Al ser capturado, inicialmente se le dio una condena de 33 años y 19 días de prisión,[2]​ pero más tarde fue agravada a una pena de muerte. Durante su tiempo como reo, tomó un interés romántico con Tilda Jaque, con quien intercambió cartas religiosamente. [6]​Tras 32 meses en la cárcel de Chillán, fue fusilado por un pelotón de Gendarmería de Chile.[7]

Controversia

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En torno a la condena de Valenzuela a la pena capital, se desarrolló una fuerte controversia debido a la paradoja que constituía para la sociedad chilena el que se rehabilitara al «Chacal» si de todos modos se le iba a dar muerte.[8]Eloy Parra, sacerdote católico que acompañó a Valenzuela hasta su muerte, fue su férreo defensor y pidió activamente su indulto, sin resultado, al entonces presidente de Chile, Jorge Alessandri. Antes de su muerte, Valenzuela había abrazado la religión católica, había aprendido el oficio de hacer guitarras y se había arrepentido de sus crímenes, alegando que en el fondo, dada su condición precaria, nunca había contado con las herramientas necesarias para tener conciencia de sus actos. En esta línea, es célebre su frase de que nunca recibió «enducación de naiden [sic]».

Referencias culturales

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En 1969 se estrenó la película El Chacal de Nahueltoro, escrita y dirigida por Miguel Littín y con la producción de Luis Cornejo Gamboa, que cuenta la historia de los crímenes de Valenzuela.

El dibujante Pepo creó a «Chacalito», personaje recurrente en los chistes de delincuentes de Condorito, en clara alusión al Chacal de Nahueltoro.

En el ámbito de la música, el grupo chileno Electrodomésticos escribió una canción inspirada en este crimen llamada «Yo la quería» para su disco ¡Viva Chile!. También la banda sancarlina "Los Charlis"; compuso la canción «Buen Salvaje», dedicada a la memoria del "Canaca", e interpretada por Cristóbal Briceño, en el álbum "Rock de Pueblo". Por último, el grupo de música ranchera Los llaneros de la Frontera, escribió una canción llamada "El Chacal de Nahueltoro", donde relata el cruel asesinato realizado por Valenzuela. En 1971 Los Centrinos graban una cueca titulada "Chacal de Nahueltoro" en su LP "Buenas cuecas centrinas"

Culto a su imagen

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Debido a la polémica desatada por este hecho, y por la película posterior inspirada en el crimen y supuesta rehabilitación de Valenzuela, el «Chacal» se volvió tan popular que se generó un culto en torno a su figura, el cual tiene como eje central a la tumba de Valenzuela, en el cementerio de San Carlos, donde se realizan romerías los días 1 de noviembre (Día de Todos los Santos). Frecuentemente, gente de todo tipo hacen rogativas y petitorios a Jorge del Carmen a la usanza de los santos del catolicismo. La informal y popular canonización de este personaje se debe eminentemente a que en el colectivo chileno el Chacal representa la redención más allá de la naturaleza de los pecados cometidos.[9]

Este culto popular fue la base para el documental Bajo el sur: tras la huella de un asesino milagroso (2005) del director chileno Guillermo González, donde el actor chileno Nelson Villagra (quien interpretó al Chacal de Nahueltoro en la película homónima) realiza una revisión del fenómeno religioso en torno a Jorge del Carmen.[10]

Véase también

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  1. Entre ellas, por los nombres falsos «Jorge Sandoval Espinoza», «José Jorge Castillo Torres» y «José del Carmen Valenzuela Torres» (nombre de su hermano) y por los alias «El Campano», «El Canaca» y «La Trucha».
  2. Su sepultura erróneamente señala que habría nacido en San Fabián de Alico en 1922, pero documentos de la época contrastan con ello.

Referencias

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  1. a b c d e Baeza Muñoz, Marianela Alejandra (2016). «Pena de muerte y fusilamientos públicos en el siglo XX : caso el chacal de Nahueltoro». Repositorio Digital, Sistema de Bibleotecas. Chillán: Universidad del Bío-Bío. 
  2. a b c d e f g h i «El chacal de Nahueltoro fue premiado 33 años de cárcel». Vea (1193). 1962. 
  3. León León, Marco Antonio (1 de julio de 2020). «“Sentencia cumplida”: El Chacal de Nahueltoro, una construcción mediática a través de la revista Vea. Chile, 1960-1963». Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura 47 (2): 181-218. ISSN 2256-5647. doi:10.15446/achsc.v47n2.86158. Consultado el 2 de septiembre de 2023. 
  4. a b c d Marcos Chavarría, Carolina (7 de agosto de 2022). «Los 80 años de Littín y una de sus obras escenciales: El Chacal de Nahueltoro». Diario La Discusión (50.389) (Chillán, Chile). p. 28. Consultado el 8 de agosto de 2022. 
  5. «Asesino de Nahueltoro derrota a la policía». Vea (1116). 1960. 
  6. «Hombres que estremecieron a Chile». p. 36. 
  7. «Consideran al "Chacal de Nahueltoro" uno de los 100 crímenes más importantes de Chile en el siglo XX». www.latercera.cl. 2 de octubre de 2008. Archivado desde el original el 30 de abril de 2009. Consultado el 12 de febrero de 2009. 
  8. Franulic Depix, Fernando. «El Chacal de Nahueltoro: ¿transgresión premoderna o moderna?». www.cyberhumanitatis.uchile.cl. Archivado desde el original el 19 de septiembre de 2007. Consultado el 12 de febrero de 2009. 
  9. La Nación (19 de noviembre de 2005). «El Culto al Chacal». Archivado desde el original el 4 de abril de 2009. Consultado el 12 de febrero de 2009. 
  10. Centro Arte Alameda. «Bajo el Sur:Tras la huella de un asesino milagroso, sinopsis». Archivado desde el original el 3 de abril de 2009. Consultado el 12 de febrero de 2009.