Johan Liebheart (ヨハン・リーベルト Yohan Rīberuto?) es un personaje de la serie de manga Monster, de Naoki Urasawa. Es el antagonista final y eje central de la trama, aquel al que consideran el «Monstruo» y da nombre a la obra. Es un joven inteligente y sumamente carismático, quien a sus diez años estuvo a punto de morir debido a un disparo. El Dr. Tenma salvó su vida, acción que Johan agradece hasta tal punto que confiesa que a él jamás le haría daño. Es responsable de numerosos asesinatos sin resolver, fuesen cometidos personalmente o induciendo a terceros para su realización, y su oscuro pasado se irá revelando poco a poco a lo largo de la historia. Su seiyū es Nozomu Sasaki. Como actor de doblaje español de la versión de Jonu, es Oscar Barberán quien le da voz a Johan.

Johan Liebert
SexoMasculino
EdadPrimera aparición: 10 años / Resto transcurso serie: 19-23 años)
Primera apariciónEpisodio 1 (en el anime) - "Herr Doctor Tenma"
Johan Liebheart
AliasEl Monstruo
Otros nombresFranz Heinau, Erich Springer, Michael Reichmann
OcupacionEstudiante de Derecho, presidente clandestino bancario
RelevanciaPersonaje principal antagónico
ProcedenciaCheco, de origen alemán
Familia
  • Anna/Viera Černá (madre)
  • Nina Fortner/Anna Liebheart (hermana)
  • Franz Bonaparta (tío)
  • Jaromír Lipsky (primo)
  • Físico

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    Johan, de entre diecinueve y veintitrés años a lo largo de la serie, es descrito por el resto de personajes como un ángel de Dios en la Tierra. De semblante tranquilo y conciliador, tiene una cara de finas y delicadas facciones, de cabello rubio cenizo y ojos azules claro. Atlético y fibroso, no obstante su figura es esbelta y delgada a la vista. Cuando se disfraza de su hermana Anna/Nina es imposible reconocer en él a un hombre. Viste de americana y pantalón de traje, debajo de la chaqueta suele llevar jerséis de cuello cisne, camisa con corbata o camisetas de manga larga de cuello mao, y usualmente una bufanda por los hombros. Mientras que en Japón su voz es muy infantil y suave, en castellano se le dio una voz fuerte y potente.

    Personalidad

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    La personalidad de Johan es misteriosa y siniestra. Sin duda alguna su mayor arma es la impresionante capacidad que tiene para llegar a las personas y sacar lo mejor o lo peor de ellas. Sabe cómo lograr que los mayores sueños y deseos de los demás se cumplan, pero también cómo hacer realidad sus peores pesadillas. Con su tremendo magnetismo personal consigue que las multitudes lo adoren y lo sigan como a un líder mundial. Puede influir en la gente tanto como una imagen santa a la que amar o como el mismo diablo al que temer.

    A primera vista, Johan se presenta como un joven respetuoso y amable con todo el mundo, un filántropo e idealista con grandes sueños y esperanzas para la humanidad, que trabaja en diferentes proyectos sociales o ayudando a los más necesitados. Sabe escuchar y siempre tiene un buen consejo que dar. Además, es muy empático y los sentimientos de los demás le llegan muy a fondo, siendo capaz de llorar por la tristeza de otro. Todo eso hace que la gente lo considere una de las mejores personas del mundo, alguien a quien admirar y seguir, un amigo y confesor.

    Pero esa imagen de Johan no es más que fachada. El auténtico Johan, si es que realmente se le llega a conocer en la serie, es mucho más retorcido y cruel. Sueña con ser la única persona en pie en el mundo. A lo largo de toda la historia, Johan sigue un plan, el cual denomina el "suicidio perfecto": sus asesinatos llevan como finalidad matar a todas las personas que le conocen, para que no puedan llamarle por su nombre y morir sin que nadie lo pueda reconocer. De esa forma no habrá testigo ninguno ni de su vida ni de su muerte, habrá sido como si nunca hubiese existido. Pero mientras lleva a cabo su "suicidio perfecto" y mata a todo el que alguna vez lo conoció, al mismo tiempo se va vengando uno a uno de aquellos que "lo convirtieron en un monstruo".

    Ya desde niño, Johan ha sentido fascinación por el miedo extremo, cómo reaccionan las personas ante una situación de terror intenso como el que se experimenta ante la muerte o la pérdida de lo más apreciado. A Johan le gusta jugar con el desasosiego. Trata a las personas como si fuesen hormigas; cuando se aburre de mirarlas, las destruye una a una.

    Sus asesinatos están muy diferenciados: Cuando elimina a una persona porque es parte de su plan o porque le estorba en su camino (como ocurre con los diferentes padres adoptivos), lo normal es que Johan consiga embaucar a alguien, como a un psicópata asesino en serie o alguno de los fanáticos nazis que lo ven a él como al Super Hombre, para que haga el trabajo por él. Pero cuando se trata de un asesinato por "pasión" (como con el general Helmut Wolfe o Franz Bonaparta), le gusta ser él personalmente quien apriete el gatillo. Su modus operandi consiste en enfocarse en un individuo, generalmente alguien que haya llamado su atención o del que quiera vengarse. Entonces empieza a mover los hilos hasta convertirse en un allegado cercano de su víctima; alguien de confianza, leal y servicial de quien su víctima jamás sospechará y al que entregará su total confianza y respeto. Luego, Johan hará todo lo que esté en su mano para que su objetivo encuentre la felicidad absoluta, sólo para después destruir y aniquilar todo lo importante en su vida, matando a sus seres más queridos y destruyendo su reputación y logros hasta que su víctima solo desee la muerte. Pero Johan no se la dará, lo dejará pudriéndose en su miseria, y si la víctima logra volver a levantarse, Johan aparecerá de nuevo para derribarlo.

    Sin embargo, incluso un monstruo como Johan puede amar. Su carácter egocéntrico y narcisista lo llevan a ser una persona con una gran necesidad de admiración y devoción, y con un complejo de inferioridad con respeto a su hermana. Este complejo lo ha tenido desde la infancia por culpa de que su madre lo disfrazaba de niña para que la gente creyese que solo tenía una hija y así proteger a los mellizos de Bonaparta. Esas reminiscencias de llegar a ser como su melliza le han dejado claras secuelas para poder identificar su personalidad y separarla de la de Anna/Nina, llegando a apoderarse de sus recuerdos acaecidos en la mansión de las Rosas Rojas y suplantar su identidad e incluso su imagen física, disfrazándose de adulto de ella. Además, Johan siempre ha tenido la duda de por qué su madre escogió la identidad de Anna/Nina para los dos niños, y se atormenta pensando que su madre no lo quería a él.

    Esa falta de amor y cariño hizo que cuando el doctor Kenzô Tenma lo salvase cuando ingresó en el hospital con una bala en la cabeza a los diez años, incluso cuando esto suponía la muerte profesional de Tenma, hiciese que Johan viese al cirujano como a un padre, la única persona que realmente se preocupó por él y le demostró cariño; un cariño innato y genuino que nacía de Tenma, sin necesidad de que Johan usase sus habilidades para afectarle en la psique. Este hecho convirtió a Tenma en la única persona importante en la vida de Johan, además de su hermana (a la que le guarda un amor odio), y en palabras de Johan: "Tenma es la única persona que no debe temer por su vida". Johan quiere compartir su "paisaje final" con Tenma, el único al que considera digno en la tierra por su inquebrantable personalidad tan opuesta a la suya, y desea que sea él quien lo mate para conseguir su "suicidio perfecto".

    Nombre

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    A pesar de que a de todos los nombres que ha acogido a lo largo de su vida, por el que más se lo reconoce es por el nombre de "Johan Liebheart", aunque este no es su verdadero nombre. "Johan" es el nombre que le puso el general Wolf cuando lo encontró a él y a su melliza medio muertos cruzando la frontera de Checoslovaquia, El general Wolf se basó en el nombre del cuento El monstruo sin nombre de Emile Scherbe (Franz Bonaparta). "Johan" es un nombre alemán de origen hebreo que significa "regalo de Dios", lo cual no deja de ser una ironía teniendo en cuenta que en toda la historia no hacen más que comparar a Johan con un monstruo, el ser diabólico o incluso con la bestia de la Biblia.

    En cuanto al apellido, "Liebheart", Johan lo acuña en dos ocasiones: con el matrimonio Liebheart que lo adopta después de los sucesos de Kinderheim 511 que asesina en 1986, y con el último matrimonio que lo acoge en 1995 en Brunthal, también apellidado Liebheart. Aunque no es seguro, "Liebheart" podría venir del adjetivo alemán lieb, que significaría cariñoso, querido, amable y del vocablo inglés heart, que significa corazón, lo que vendría a significar algo así como cariñoso/bondadoso corazón. Sin embargo "Liebheart" cuenta con otro significado oculto si en vez de traducirlo al alemán lo tradujésemos al inglés, Lie es mentir o mentira.

    Apocalipsis según San Juan 13, 1-4

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    Y yo me paré sobre la arena del mar, y vi una bestia emerger del mar, que tenía siete cabezas y diez cuernos; y sobre sus cuernos diez diademas; y sobre las cabezas de ella nombre de blasfemia. (...) Y adoraron al dragón que había dado la potestad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: "¿Quién es semejante a la bestia, y quién podrá lidiar con ella?"

    Tanto el manga como el anime comienzan con un pasaje del libro bíblico del Apocalipsis según San Juan, y a lo largo de la serie hacen varias menciones y referencias de que Johan es el Diablo o el Anticristo.

    Cuando Anna/Nina vivía con los Förtner en Heidelberg, la víspera de su vigésimo cumpleaños en 1995, mientras esperaba a un chico con el que la habían citado sus amigas Clara y Bea, observó de lejos la figura de Johan y al verlo se desmayó. Anna/Nina, que de aquellas tenía amnesia y acudía a un psicólogo para poder esclarecer su pasado, y después del incidente con Johan el psicólogo le preguntó qué sensación le dio el chico, y ella respondió que le pareció diabólico.

    Al mismo tiempo, el doctor Tenma por esa época estaba tratando de encontrar a la melliza de Johan antes de que este lo hiciese, y para ello contaba con la ayuda del Señor Mauler, un periodista que había cubierto uno de los asesinatos de los matrimonios de mediana edad en Colonia. Según el Señor Mauler lo que allí vio era obra de una mente perversa, "del mismísimo Diablo".

    Hartmann, psicólogo especializado en pediatría perteneciente al Ministerio de Interior, que trabajó en el orfanato de Kinderheim 511 en Berlín le confesó al doctor Tenma que "ellos (el Kinderheim 511) nunca podrían haber creado esa obra de arte" en sus investigaciones y experimentos con niños, "Johan tenía algo sobrehumano, siempre lo tuvo, era una especie... una especie de Monstruo".

    Cuando El Doctor Julius Reichwein decide contarle toda la verdad sobre Johan a Hans Georg Schuwald, este asegura que cuando era joven le hubiese gustado poder jugar con las personas como Johan lo hace ahora, a lo cual le recita el Apocalipsis 13:4 "¿Quién es semejante a la Bestia y quién podrá lidiar con ella? ¿Y la única capaz de abatirla es posible que sea un Monstruo todavía mayor?"

    Cuando Johan hace arder la Biblioteca de Universidad de Múnich en la cual Hans Georg Schuwald había donado toda su colección de libros, Johan acercó la cara del viejo hombre a la suya, que medio ciego ya, declaró que "vi el Infierno en sus ojos".

    Su madre juró que vengaría la muerte de su marido, aunque tuvieran que ser sus hijos los que llevasen a cabo la venganza. Y en el capítulo final, en Ruhenheim, el borracho del pueblo declara ante la policía y describe a Johan como a la Bestia de San Juan.

    Historia

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    Orígenes del Monstruo

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    Su madre se llama Anne.[1]​ Nació en 1955 en Praga, en Checoslovaquia. Era una joven extremadamente bella, de pelo rubio y ojos azules, y además, poseía una gran inteligencia. Era la única hija de un maestro de escuela de la región de Moravia,[2]​ pero sus padres estaban a favor de la democracia, así que fueron eliminados por el Estado. Anne y su mejor amiga, Halenka Novakova, con quince años trataron de cruzar la frontera de Checoslovaquia; Halenka logró llegar a Alemania, donde adoptó el seudónimo de Margot Langer y se convirtió en lo que se hacía llamar eufemísticamente "dama de compañía", pero a Anne la detuvieron y la deportaron de nuevo a Praga.[3]​ Ahí, acabó estudiando en la Universidad de Ingeniería Genética, en la misma que estudió Gregor Mendel, con tan buenos resultados que sus profesores tenían las esperanzas puestas en su futuro como investigadora.[2]

    El padre de Johan era checoslovaco de origen alemán. Era el hijo mayor de un matrimonio alemán que a pesar de todo se quedó a vivir en Bohemia después de la Segunda Guerra Mundial. Se graduó en la Academia Militar, donde le entrenaron para formar parte de la futura élite del país. Su nombre es desconocido. Anne lo conoció en una cafetería de Praga y no tardaron en enamorarse. Pronto ella quedó embarazada con tan solo veintidós años. Al saberlo, él le confesó que aquel embarazo constituía un deber: se había realizado un experimento con decena de parejas elegidas por su constitución física y su capacidad intelectual, para la mejora de los rasgos hereditarios humanos con la eugenesia y lograr crear al Superhombre, y ellos eran una de dichas parejas. Su relación había estado planificada incluso antes de conocerse, que incluso sus propios padres eran parte del proyecto. Él afirmó que solo había cumplido órdenes al acercarse a Anne, pero que se había enamorado de ella en el proceso.

    Entonces decidieron huir juntos. Pero su huida no llegó muy lejos, pues los artífices del experimento ya tenían previsto que aquello podía ocurrir. Así que los atraparon y los separaron.

    A ella la encerraron en una habitación de un lugar desconocido. Ella quería verle, pero siempre le respondían que su marido había sido designado a otra misión. Más ella nunca desistió en sus peticiones por volver a verle, aunque supiera en el fondo que lo más probable es que él ya no estuviera en este mundo.

    Franz Bonaparta la visitaba constantemente para retratarla una y otra vez en sus dibujos mientras sus hijos se desarrollaban sin contratiempos en su vientre: eran gemelos. Ella no tardó en darse cuenta de que ese hombre que la visitaba era el cerebro del experimento. Y ella le juró ante la mirada lactosa de Bonaparta:

    "Yo jamás le perdonaré. ¡Le juro que no le perdonaré nunca! Y aunque muera, los niños que están creciendo en mi vientre, se cobraran la venganza".

    Transcurridos los nueve meses de gestación, llegó la hora del parto. En cuanto la dejaron en la camilla en la que iba a dar a luz, ella pasó a la acción. La mujer, aguantándose los fuertes dolores, logró escapar por una estrecha trampilla y llegar a la calle por el conducto de ventilación. Sin embargo, a los pocos metros, cayó desmayada al suelo. Había roto aguas. Y Bonaparta la encontró.

    Ese mes de mayo de 1975 en Checoslovaquia, en esa habitación de paradero desconocido, nacieron los dos mellizos: un niño y una niña. La madre quiso darles un nombre, pero Bonaparta le prohibió que lo hiciese. Aunque en secreto ella les puso un nombre a cada uno, nombres que se desconocen cuáles fueros.[2]

    Se da a conocer en el final del manga que Bonaparta llegó a enamorarse de la madre de los mellizos y que por esa razón al final la dejó huir.

    "Carta de amor de la Bestia a la Bella: Me pasaba el día pensando en ti. Te miraba con la intención de devorarte, pero fue al revés; tú me absorbiste a mí primero. Me pregunto qué aspecto tenía a tus ojos estando al borde de la destrucción. Lo que me diste entonces, cuando estuve a punto de desplomarme, el precioso tesoro que me dejaste, aquellos gemelos que parecían ser la vida eterna. El pecado más grave es robarle el nombre a otro. Es hora de devolverte tu nombre, el nombre que te pertenece. Te llamas Anne. Ya solo queda tristeza, tristeza, tristeza, tristeza..." Franz Bonaparta.

    La Mansión de las Rosas Rojas

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    Finalmente la madre y los dos mellizos lograron huir y se instalaron en una casa detrás de "Las tres ranas" del puente Čedok, en Praga. Como modo de defensa, su madre vestía al niño como si fuese una niña haciéndolo pasar por su hermana para que así el vecindario creyese que solo tenía una hija, ya que Bonaparta buscaba una mujer con dos mellizos y uno de ellos niño.

    Durante todo ese tiempo, Anne se carteaba con su amiga Halenka Novakova, hasta que en 1980 el señor Hans Georg Schuwald viajó a Praga, para preguntarle a Anne si conocía el paradero de Halenka, ahora conocida como Margot Langer, quien fue amante suya entre 1975 y 1977 y que lo abandonó hace tres años embarazada de su hijo. Anne y el señor Schuwald estuvieron de pie en la puerta del apartamento de "Las tres Ranas" hablando durante horas, recordando a Margot. Los dos mellizos, detrás de la falda de la madre, escucharon en silencio la conversación.[3]

    Sin embargo, en 1981, finalmente Bonaparta descubrió el paradero de la madre y de los niños, y entró en la casa acompañado por varios hombres (uno de ellos, Peter Čapek). Pero ante los ruegos de la mujer accedió a llevarse solo a uno de los dos para sus experimentos. La madre ante la indecisión le concedió uno de sus niños, la melliza, quien fue llevada a la Mansión de las Rosas. Al ser iguales y al no ser distinguidos ni siquiera por ella, se desconoce si a ciencia cierta si sabía quien era cada uno. Como se ilustra en la escena final de Monster, este fue el punto más crucial en la vida de Johan, ya que le dejó la duda si era querido o no por su madre.

    La Mansión de las Rosas Rojas, situada en Praga, era un lugar donde Bonaparta llevaba a cabo experimentos de condicionamiento humano con niños a través de la lectura de sus propias obras que contenían mensajes subliminales. Según las conjeturas del General Wolf, piensa que los gemelos pudieron haber nacido en esa casa.

    En la Mansión, encerraron a la melliza en una habitación totalmente a oscuras y tocará donde tocará, lo que fuera que había a su alrededor era blando al tacto. Pero la niña sabía perfectamente que alguien le estaba observando. No se oía absolutamente nada, aunque a veces escuchaba un sollozo ahogado que jamás supo de dónde venía. Y luego comenzaron a traerle comida con regularidad; contaba los platos que le traían. Se estima que pasó veintitrés días en la oscuridad de esa habitación porque ese fue el número de platos que le trajeron si supusiésemos que sólo le daban de comer una vez al día. Sin contamos que le daban dos veces, fueron once días y medio. El caso es que después de días, por fin se abrió la puerta, y detrás de la puerta apareció Bonaparta y le dijo la famosa frase suya de:

    "Escúchame bien, chica: las personas pueden llegar hasta donde se lo propongan."

    Bonaparta la llevó por un largo pasillo y finalmente llegaron a la gran sala principal, encima de la chimenea colgaba el retrato de su madre que el propio Bonaparta pintó. En aquella sala había cuarenta y seis personas, hombres y mujeres, vestidos muy elegantemente que la observaban con admiración y aprobación. Finalmente todos concluyeron que el experimento había sido un gran éxito y brindaron con vino, todos menos Bonaparta. Y las cuarenta y seis personas allí presentes murieron envenenadas. Solo la melliza y Franz Bonaparta quedaron en pie.

    Ella echó a correr, para poder escapar, y cuando por fin llegó a las "Tres Ranas", su hermano vino a recibirla. Entonces ella le contó lo que había ocurrido con todo lujo de detalles. Lo hizo durante varios días y noches, una y otra vez. Todos estos hechos Johan los asimiló como recuerdos propios y creyó que las experiencias vividas en la Mansión de las Rosas fueron suyas y no de su hermana. Quizás para proteger a su hermana de esos recuerdos dolorosos. A lo largo de la serie Johan está totalmente convencido de que todas esas experiencias las vivió él.[4]

    Comienzo de su viaje solos

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    Sobre este tiempo, una persona desconocida (probablemente Bonaparta) visitó las Tres Ranas y le dijo a los mellizos que tendrían que vivir por su cuenta. Después de esto, Johan incendió la casa en la que vivían y huyeron juntos para emprender un camino sin destino, separándose de su madre.[5]​ Lo único que se sabe de su madre es que ahora está en un monasterio al Sur de Francia. Vagaron sin rumbo, con frío y hambre, y se encontraron con una pareja de mediana edad que se les proporcionó alimentos. Después de comer, los mellizos jugaban en la hierba mientras que el hombre y la mujer debatían sobre adoptarlos o no. Sin embargo, Johan se acercó y les cortó la garganta antes de que pudieran tomar ninguna decisión. Luego regresó adónde estaba Anna y le dijo que se iban porque tenía "un plan". Antes de ser encontrados por el general Wolf se encontraron con las siguientes personas: el tío José y la tía Clara y el señor Bedger. Todos murieron a manos del pequeño.

    Según Anna/Nina, ella y Johan caminaron cogidos de la mano entre cadáveres durante días, como si estuvieran ellos dos solos en el mundo. Johan decía que tenía un buen plan. Estuvieron al borde de la muerte, llegando a alcanzar el llamado "Paisaje final". Habían logrado burlar la estricta vigilancia de la frontera y seguían su camino. Pero estaban exhaustos, desnutridos y congelados y finalmente perdieron el conocimiento, derrotados. En lo que creía que eran sus últimos momentos, Anna le pidió a su hermano que dijese su nombre, a lo que este respondió que ellos no tenían nombre. Fue el destino quien quiso que el General Wolf los encontrará a tiempo para salvarles la vida.

    Cuando el niño despertó y el General le preguntó cómo se sentía, él le respondió sonriente "algún día lo entenderás". Ni Johan ni Anna tenían un nombre propio, estos nombres fueron puestos por el General Wolf, tomando como base el libro de "El monstruo sin nombre" que cargaba Johan en la mochila. En ese tiempo en el que el General Wolf estuvo cuidando de los mellizos, pudo descubrir el potencial de Johan y lo envió al orfanato Kinderheim 511 en Berlín, Sector de la antigua República Democrática Alemana, para que se hiciese un soldado alemán y convertirlo en un líder.A Anna la trasladó al orfanato 47, en la misma ciudad. Johan nunca le pudo perdonar al General Wolf que lo separara de su hermana, y ese odio le llevaría años después a dejar al General totalmente solo, para que entendiese la soledad que le hizo sufrir al separarlo de Anna. Estos hechos datan sobre 1984, cuando los niños contaban con 9 años.

    El Kinderheim 511

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    El Kinderheim 511 era un orfanato especial controlado conjuntamente por el Ministerio de Salud Pública y el Ministerio de Interior. Lo crearon los partidos radicales para tener un laboratorio de experimentos donde educar a los niños como soldados perfectos. Allí acogían a delincuentes juveniles, hijos de presos políticos detenidos durante la huida al Oeste o acusados de espías, hijos de criminales. Las discriminaciones y los abusos estaban a la orden del día. A través de experimentos y condicionamientos les cambiaban la personalidad para mejorar artificialmente al ser humano. Dividían a los huérfanos en grupos para observar las disputas internas y el odio que nacía entre unos y otros. Un proyecto destinado a crear individuos despiadados, inmunes, de auténtica sangre fría.

    Sin embargo un día, en 1985, el director del Kinderheim 511 murió en extrañas circunstancias, presumiblemente a manos de Johan, y justo después algunos de los instructores iniciaron una fuerte disputa para relevarle en el puesto. Entonces el orfanato cayó en la anarquía más absoluta. Ni siquiera se podía controlar las disputas internas de los niños que eran a muerte.[6]

    Johan, que tiene la capacidad de llegar al interior de las personas con solo hablarles, consiguió que todo el orfanato, incluidos adultos, se matarán entre ellos, quedando solo unos pocos vivos. Johan se limitó a observar sentado en una silla como la masacre se sucedía y la sangre corría por todos lados. Cuando el Señor Hartmann, psicólogo especializado en pediatría del Kinderheim 511 perteneciente al Ministerio de Interior le preguntó a Johan qué había hecho, este contestó:

    "Yo sólo he acercado un pañuelo impregnado de aceite a una hoguera ardiendo. Donde quiera que haya personas, el odio es inevitable. Yo lo único que he hecho ha sido aliñarlo un poco".

    Johan tenía diez años y solo fue un simple detonador. Le confesó al Señor Hartmann que su objetivo era ser el único superviviente del mundo. Johan profetizó que los humanos acabaríamos odiándonos y masacrándonos los unos a los otros

    El Gobierno y el Partido prohibieron tajantemente que la noticia de lo ocurrido saliera a la luz. Antes de la caída del muro todos los documentos del orfanato fueron cuidadosamente incinerados y los funcionarios que trabajaron en él han muerto o han desaparecido.[7]

    Por aquel entonces, el señor Liebheart, asesor de la oficina de comercio de la República Democrática Alemana, conoció a Johan, e imbuido por su carisma y magnetismo quiso adoptar al chico. Aunque al principio solo le interesaba Johan, este se negó a ir con él a no ser que adoptase también a su melliza Anna, que residía en el orfanato 47.[6]

    Düsseldorf, 1986

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    Después de esto, los hermanos fueron acogidos nuevamente por el matrimonio judío Liebheart que llegó a la República Federal Alemana en calidad de refugiado político. De ese modo, Johan y Anna llegaron también a la Alemania del Oeste, donde se instalaron en las dependencias que las autoridades dispusieron para ello en la ciudad de Düsseldof, en 1986. Se realizó una rueda de prensa internacional. Durante la misma, ambos niños se retiraron a jugar y Johan le aseguró a su hermana que ella podía tener todo lo que quisiera. Esa misma noche llegó un hombre mientras los niños dormían, un hombre al que Johan denominó como "el monstruo" (Franz Bonaparta). Franz, quien estaba viviendo en Ruhenheim bajo el nombre de Klaus Poppe, los vio en la televisión y fue a realizar una visita a los mellizos. El matrimonio Liebheart lo permitió, y le dejaron ver a los niños mientras dormían. Johan, sin embargo, no estaba dormido y pensó que Franz Bonaparta, ese "monstruo", tenía intención de llevarse a su hermana y a él otra vez. Cuando se fue, mientras Anna dormía, Johan acabó con la vida del matrimonio disparándoles en la cabeza. Al oír los disparos, Anna se despertó y descubrió que el causante de porqué todas las personas que se portaban bien con ellos acababan siempre muriendo era porque su mellizo Johan los asesinaba. Johan, como si no le importará le entregó a su hermana el arma y le dijo:

    "Hoy es un día especial, porque hoy ha venido un monstruo, un monstruo que viene a buscarnos. Dame las manos (le entregó la pistola). Agárrala fuerte y dispárame aquí (señalando con el dedo índice la frente). Cuando hayas disparado, limpia la pistola con un trapo y arrójala por la ventana. Tienes que dispararme en la cabeza y cuando lo hagas, huye. Huye para que el monstruo no te alcance. No te preocupes, aunque yo muera, tú eres yo y yo soy tú."[8]

    Y Anna así lo hizo. Sin embargo su hermano no murió.

    Avisada por los vecinos que habían oídos disparos, la policía llevó a los dos hermanos en ambulancia al Hospital Memorial Eisler de Dusseldorf. Anna estaba en un serio estado de catatonia por el shock emocional, y Johan se debatía entre la vida y la muerte; la bala había entrado por la frente y se incrustó profundamente en el cerebro.

    El doctor Kenzô Tenma, un neurocirujano japonés que viajó a Alemania, para presentar la tesis al Dr. Heinemann, director del Hospital Memorial Eisler, era el médico de guardia encargado de dirigir la operación. Sin embargo, cuando estaba todo dispuesto para la operación, el Doctor Tenma recibió una orden directa del Director Heinemann para que abandonase la operación de Johan y en su lugar operase al Alcalde Roedecker de una trombosis cerebral. Roedecker había prometido aumentar las subvenciones al hospital en las próximas sesión extraordinaria de revisión de fondos de la sanidad pública, por lo que no se podían permitir que muriera y necesitaban a su mejor neurocirujano. El Doctor Tenma, en esa ocasión, se negó al favoritismo del hospital y por convicciones éticas y morales decide ir en contra de las órdenes directas de su superior y operar al niño.

    La operación duró horas: La bala rozaba la arteria cerebral media, pudiendo producir un desgarramiento y hemorragia interna grave si no se extraía con una precisión milimétrica. Tuvieron que abrir ambos lados de la parte anterior del cráneo y separar el hueso para extirpar la parte dañada, finalmente procedieron a extraer la bala y gracias al increíble talento del doctor Tenma repararon los vasos dañados y Johan sobrevivió.

    Sin embargo el Alcalde Roedecker fue atendido por otro médico y murió en la operación, lo que repercutió en el prestigio del hospital y su directiva, a raíz de lo cual el doctor Tenma fue destituido de su cargo como jede del área de neurocirugía, siendo substituido por el doctor Boyear, y el Director Heinemann le obligó a olvidarse de ser alguien en el mundo de la medicina, negándole la posibilidad de entregar informes y tesis en las reuniones académicas. Pero como al Hospital Conmemorativo Eisler le interesaba el talento del doctor Tenma, lo amenazó también con tacharlo de "persona inestable" públicamente en caso de que decidiera dejar el hospital y buscar otro centro en el que trabajar. Además como los mellizos (aún ingresados, uno en coma y la otra el estado de shock) comenzaron a recibir un sinfín de regalos de la gente porque los medios de comunicación se volcaron en ellos de modo sensacionalista y lacrimógeno, el sensacionalismo que despertaban generaba publicidad para el hospital y los convirtió en algo muy valioso para el Director Heinemann quien decidió apartar del caso al médico responsable, el doctor Tenma, no queriéndole dar a Tenma el privilegio que conllevaba llevar el caso de los dos niños huérfanos. Al mismo tiempo la prometida de Tenma Eva Heinemann, hija del Director, terminó con él al ya no ser una persona influyente.

    Totalmente hundido y descubriendo lo corrupto que está el mundo de la medicina, el doctor Tenma hablaba con Johan cuando este estaba en coma, contándole sus miserias y pesares. En una de esas visitas a Johan, tras la anunciación del doctor Boyear como nuevo Jefe de Neurocirugía, confesó que lo más importante para un médico es salvar vidas y que sus superiores "trabajan por dinero y que las personas como ellos mejor estarían muertas". Sin saberlo nadie, Johan ya estaba consciente en esa época y escuchaba atentamente cada una de las palabras de su salvador, y ante la declaración desesperadas del doctor, Johan envenenó con caramelos intoxicados al director Heinemann, al Jefe Cirujano el doctor Oppenheim, y al nuevo Jefe de Neurocirugía el doctor Boyear, causantes de la marginación del doctor Tenma, como agradecimiento a este.

    La misma noche de los tres asesinatos, Johan y Anna desaparecen sin dejar rastro en el hospital. Con estas tres muertes Tenma salió muy favorecido, por lo que se convirtió en el principal sospechoso para el Inspector Heinrich Lunge.[9]

    Reinhard Dinger, 1986

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    Después de asesinar a los Liebheart y recuperar la conciencia en el hospital Hospital Conmemorativo Eisler luego de ser operado por el Doctor Tenma, Johan, con la cabeza vendada y reciente de la operación, escapó del hospital arrastrando con él a su hermana en estado catatónico tras asesinar a Heinemann, Oppenheim y Boyear en agradecimiento al doctor Tenma por haberle salvado.

    Pero debido a que aún estaba herido y necesitaba de la ayuda de un adulto para sobrevivir, Johan decidió buscarse un nuevo hogar en el que instalarse. Eligió esta vez a un taxista de treinta y dos años llamado Reinhard Dinger con serios delirios de grandeza. Lo encontró en un parque, cuando Dinger golpeó ferozmente a un hombre que estaba apalizando sin razón ninguna a su perro. Cuando la policía lo detuvo por la agresión, Johan lo defendió. Gracias a la declaración de Johan, los agentes soltaron a Dinger y en agradecimiento Dinger acogió a los mellizos en su apartamento.

    Todas las noches Dinger veía las noticias después de cenar y soltaba improperios hablando solo ante la televisión, maldiciendo el mundo lleno de indeseables. "Ahí os muráis todos". Johan le dijo que tenía razón y añadió que el mundo no necesitaba a ese tipo de personas. Entonces Dinger se sintió liberado y con la obligación y derecho de actuar como la mano de Dios exterminando de la tierra a la gente indeseada, a la escoria del mundo. Por supuesto, su ética y moral era de lo más cuestionable.

    Entre sus víctimas se encontraban clientes que se subían a su taxi y que comentaban o hacían cosas que Dinger consideraba despreciables e imperdonables, como echarle algo en cara, besarse con la pareja en el asiento detrás de su coche, ir borracho, decir palabrotas o trabajar en prostitución.

    Familia Förtner, 1986

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    Después de vivir un tiempo con Reinhard Dinger, Johan se marchó de nuevo con su hermana a Heidelberg. Johan tenía todavía su plan, pero Anna aún no se había recuperado del shock emocional, y tras lo descubierto en Düsseldorf con los Liebheart, decidió que tendría que alejarse de su hermana durante un tiempo. Buscó una buena familia para que los acogiese, como siempre siguiendo el mismo patrón. El matrimonio Förtner de mediana edad y sin hijos fue la elegida y no necesitó mucho para que los Fötner les abrieran las puertas de casa. Los Förtner adoptaron legalmente a ambos niños, poniéndole el nombre de Nina Förtner a Anna. Se desconoce si a Johan le cambiaron el nombre, pero a los pocos días, Johan huyó del hogar Förtner, prometiéndose regresar por ella cuando fuese el momento indicado. El matrimonio lo denunciaron como un secuestro, pero al no haber una nota de rescate la policía lo declaró como una fuga voluntaria. Al poco tiempo Anna recuperó la conciencia, pero jamás los recuerdos. Los Förtner la trataron siempre como su hija legitima Nina y nunca le hablaron de ni su hermano ni que era doptada.

    En mayo de 1995, Johan regresa en el vigésimo cumpleaños de los mellizos para buscar a su hermana y asesinar a los Förtner.[10]

    Familia Heinau, 1987-1988

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    Tras huir de los Förtner, con doce años, vivió con la familia Heinau desde marzo de 1987 hasta abril de 1988, bajo el nombre de Franz en Dusseldörf. Por ese entonces entabló amistad con un exmilitar ciego de la marina de un submarino de la Segunda Guerra Mundial, quien le enseñó inglés y francés. Se puede considerar que ese viejo ciego fue lo más parecido que tuvo a un amigo. Según el propio anciano, Johan aprendía con gran velocidad y todos los días lo visitaba para hablar con él. Escuchaba con atención todo lo que le decía, le gustaba escuchar sobre todo sus historias de la guerra, poniendo especial atención en las reacciones de las personas ante el miedo y la muerte. A ese hombre le habló del doctor Tenma y de su hermana Anna. Según él, si Johan le entregó tanta confianza es porque al ser ciego y no conocer su verdadero nombre, jamás podría identificarlo.[11]

    La señora Hanna Kemp, 1988

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    A penas se tiene datos, pero en 1994 Johan se puso en contacto a través de cartas sin remitente con Peter Jurgens, de 32 años, culpable de once crímenes sexuales que asesinó a chicas bonitas de entre dieciséis y dieciocho años a lo largo de nueve años. Cuando logró la confianza de Jurgens, Johan le pidió a través de una carta que fuese a la casa señora Kemp de cincuenta y dos años con la que estuvo viviendo en 1988 cuando tenía catorce años, en Kropp Haus, y que fuese al fallado. Cuando Jurgens llegó al sotáno de la señora Kemp se encontró una recreación del sotáno de la casa de su madre, donde esta le pegaba de pequeño. Las fotos de la señora Kemp con Johan habían sido retocadas para que en vez de Johan apareciese la cara de Jurgens y así confundirlo. Jurgens creyó que la señora Kemp era su madre y la asesinó brutalmente.

    Familia Reichmann, 1989

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    Con catorce años, logró que el matrimonio Reichmann, en Colonia (Alemania), lo adoptase extraoficialmente. Antes de huir, quemó el colegio donde tenían todos los informes registrados para no dejar huellas tras de sí. Su profesora de aquella época a penas lo recuerda pues era un chico extremadamente callado y solitario, sin embargo destacaba por su gran inteligencia. Por esa época se hizo llamar Michael.[11]

    Matrimonio Springer

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    En esa época fue acogido por el concejal Springer y su esposa en Verden (Alemania) durante un año con el nombre de Erich. Johan engatusó a un hombre con problemas psicológicos para que asesinase a la familia Springer diciéndole que el concejal destruyó un campo de girasoles de su propiedad para hacer un garaje y que tenía una amante. Ese hombre tenía un trauma infantil con su madre que tenía un amante y que paseaba con él (con el hijo) por un campo de girasoles, y Johan atacando a esos puntos débiles y le pidió como favor que eliminase a la familia. Después de matar a los Springer, el asesino se suicidó delante de Tenma. Se desconoce en qué año exacto Johan vivió con los Springer ya que el asesinato del matrimonio fue ejecutado en 1995, pero por esa época, Johan había sido adoptado por los (nuevos) Liebheart (entre 1991 y 1996).[12]

    Años intermedios entre 1990-1996

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    Con tan solo quince años, Johan fundó el Bilger, un banco de apariencia respetable donde la gente pedía préstamos e ingresaba, invertía y sacaba dinero constantemente. En realidad, el banco Bilger se dedicaba al blanqueo de dinero. Todo el dinero negro que pasaba por ahí se transformaba en un montón de billetes perfectamente legales y en poco tiempo monopolizó todo el capital ilegal del país. La sucursal principal estaba en Dusseldorf, pero tenía otras oficinas en diferentes sitios de Alemania.[13]

    Por esa época, Johan recuperó su antiguo nombre, Johan Wilhelm Liebheart, al conseguir que un matrimonio de apellido Liebheart de Brunthal lo adoptase como su hijo en 1991. Este matrimonio Liebheart tuvo un hijo llamado Johan Wilhelm Liebheart nacido el 9 de febrero de 1976 y muerto el 1 de abril de 1978. Johan logró que el Ayuntamiento de Brunthal ardiese en un incendio provocado y se perdieran todo los registros de la ciudad.[14]​ De ese modo, los Liebheart y Johan aprovecharon para cambiar el registro y volver a dar de alta a su hijo como si estuviese vivo. Esta se convierte en al familia definitiva para Johan, que aceptando la increíble suma de dinero que trajo consigo para la familia, se mudaron a Offenbach en el Land de Hesse y viven ahí hasta la actualidad. Durante los cinco años que vivió con ellos, Johan a penas estaba en casa y los Liebheart jamás se entrometieron en sus asuntos ni cuestionaron de donde sacaba tanto dinero.[15]

    En ese mismo año, en 1991, Johan ya comenzó a planear los asesinatos alrededor de Hans Georg Schuwald para dejarlo completamente solo. Estos asesinatos, llamados por la policía como el caso "de la Voz Divina", fueron llevados a cabo por un hombre a encargo, y en todas las escenas de sus crímenes dejó escrito en la pared el nombre de Johan. El asesino de la Voz Divina apuñaló y mató a las personas más importantes en ese momento del señor Schuwald; su asistenta con quién leían justos poemas cuando el señor Schuwald aún conservaba la vista hace veinte años; su chofer, el señor Hans, que le enseñó al Señor Schuwald el arte de observar a las aves en el Bosque de Obenberg; a Ruth Gauk, el director general de la Compañía Dornach, uno de los principales inversores en Baviera, y eterno rival del señor Schuwald. Aunque esa rivalidad escondía una amistad: ambos magnates estaban al mismo nivel de riqueza, éxito e inteligencia, y en el fondo se respetaban y los motivaba a querer mejorar. El Señor Gauk justo antes de morir dijo que tenía una importante reunión de negocios con Johan; y el contable Joachim Hellmer, a quien el señor Schuwald quería que fuera su contable personal, pero este se negó varias veces puesto que decía que sus visiones sobre el dinero eran muy diferentes. Ambos observaban aves en el Bosque de Obenberg

    Según la agencia de detectives Helfritsch que el señor Hans Georg Schuwald contrató para encontrar a Margot Langer, la propia Margot Langer de treinta siete años que aún trabajaba de prostituta de lujo, en 1992, mantuvo una relación amorosa con el presidente de cierto banco clandestino que durante cinco años se dedicó al blanqueo de dinero, un hombre que a pesar de su juventud había acaudalado una gran fortuna. Lo más seguro es que dicho banco sea el Banco Bilger, y por lo tanto su amante sería el mismo Johan, aunque dicha información no está contrastada. Sin embargo esta teoría se refuerza con el conocimiento de que tras retirarse de la prostitución en 1993, Margot Langer se trasladó a Offenbach, en el Land de Hesse donde vivió compartiendo piso con Johan. Aunque se desconoce realmente qué tipo de relación mantenían, Margot confesó en una carta que vivió una vida sosegada y feliz a su lado y que estar con él la reconfortaba. Johan, además, le recordaba a su hijo Karl, de la misma edad. Margot desconocía que Johan es uno de los mellizos que su amiga Anna había dado a luz a pesar de que ella misma afirmó que su rostro le recordaba mucho al de su amiga y que guardaban un extraordinario parecido.[16]

    Por esa época Johan iba de sucursal en sucursal, dando instrucciones desde aquí y desde allá, pero entre 1995 y 1996 Johan desaparece de pronto sin dejar rastro, dejando caos detrás de sí en una disputa interna por el poder. Los que quedaban no dudaron en sacarse los ojos unos a otros por el dinero que quedaba y la mayoría murieron y la organización se vino abajo.[13]​ Sin embargo, cuanto un empleado del Banco Bilger decide testificar en contra de la multinacional a la policía, Johan le encarga a Reinhard Dinger que lo asesine.[17]

    En la actualidad de la serie, entre 1995 y 1996, Johan se encuentra en Múnich estudiando en la Facultad de Derecho. Su proyecto de investigación trata de "la Convención sobre los Derechos del Niño", vista en la convención de las Naciones Unidas celebrada en el parlamento Europeo en 1989, en el contexto del Derecho Internacional; su tesis se trata de una comparación entre la teoría de los derechos del niño y la realidad más cruda del tratamiento que este recibe cuando comete un crimen. Además trabaja de voluntario cuidando a los niños del orfanato, según él porque "le gusta estar con los niños".

    Düsseldorf 1995

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    Nueve años después de escapar del Hospital Conmemorativo Eisler y ser salvado por el doctor Tenma, los crímenes de Johan se siguen sucediendo, sus últimas víctimas han sido el matrimonio Reichmann, en Colonia (Alemania), otra de las muchas parejas que murieron tras acoger a Johan en su casa. En los últimos dos años ya son cuatro casos de asesinados de matrimonios de mediana edad sin hijos con el mismo modus operandi; los matrimonios disponían de sistemas de alarma y cerraduras robustas, sin embargo el asesino burló con facilidad los obstáculos y entró sin problemas en las casas, además las autopsias nos revelan signos de forcejeo ni nada que se le parezca y los vecinos no oyeron ningún ruido sospechoso. Demasiada precisión para una sola persona.

    Adolf Junkers, un maestro de la ganzúa detenido dos veces por allanamiento de morada, fue el encargado de abrir las cerraduras de un selecto grupo de tres miembros contratado por Johan para cometer los asesinatos. Los llamaba por teléfono para encomendarles la misión y cuando el encargo terminaba les pagaba ingresando una suculenta recompensa en una cuenta bancaria. Pero como la policía sospechaba de Junkers, les dejó de ser útil, por lo que comenzó a matarlos uno a uno. Huyendo de Johan, Junkers fue atropellado por un coche e ingresado en un Hospital, pero debido a que está muy malherido y es un sospechoso y testigo principal, el Doctor Tenma, el excepcional neurocirujano del Hospital Conmemorativo Eisler de Düsseldorf, viaja hasta Colonia para salvarle la vida a petición de Inspector Lunge, que está al cargo del caso de los asesinatos del matrimonio, y quien sigue sospechando de Tenma.

    Tenma consigue salvarle la vida y debido a su filantropía y empatía acaba intimando con Junkers. Junkers se niega a testificar por miedo a morir, pero finalmente decide confesar por la influencia positiva de Tenma. Sin embargo, la noche antes de que lo haga, Johan aparece para eliminarlo, asesinando al policía que lo vigilaba con caramelos envenenados. Tenma que había decidido visitarlo, acaba siendo testigo de la ejecución de Junkers a manos de Johan, con el que vuelve a reencontrarse después de nueve años.

    "No podía dejar que esas cuatro parejas conocieran mi identidad, ni siquiera los Liebheart. Pero Usted es un caso aparte. Usted, Doctor Tenma, me salvo la vida. Por eso, para mí, es como un padre. Si no llega a ser por usted ahora no estaría vivo. [...] Como sabe, ese día debería haber muerto, pero Usted me devolvió la vida, Doctor Tenma. Por ese motivo, eres la única persona que no debe temer de mí", le confiesa Johan para finalmente desaparecer.

    Debido a que no existe ningún registro de ese tal Johan Liebheart como declara Tenma al Inspector Lunge todo lo ocurrido, el Inspector lo pone como principal sospecho de los asesinatos de los Liebheart, los cuatro matrimonios y la muerte del Director y los dos médicos del Hospital Conmemorativo Eisler de Düsseldorf, por lo que Tenma comienza un viaje como fugitivo por Alemania para detener a Johan.

    Heidelberg, mayo de 1995

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    Hace nueve años Johan dejó a su hermana Anna con la familia Förtner en Heidelberg, con la intención de volver a por ella cuando cumpliesen veintén años, pues en ese intervalo de tiempo Johan contaba con que ya tendría todos los preparativos hechos. Así que en mayo de 1995 sobornó a los Inspectores Mesner y Müller, policías de la comisaría de Mannheim, para que asesinasen a los Förtner el día de su cumpleaños. Antes de que esto ocurriera, ese mismo mes se puso en contacto con Nina Förtner (el nuevo nombre de su hermana Anna, a partir de ahora nos referiremos a ella con el nombre de Nina, pues es como la tratan todos en MONSTER) a través de mensajes electrónicos anónimos para que ella intente recordarlo.

    "Te mandaré las flores más bonitas de este mundo, yo que nací con el deseo de tumbarte en un lecho de flores"
    "Muy pronto vendré a buscarte"
    "Serás la Eva de mi Paraíso"
    "Nos encontraremos mañanas, en tu cumpleaños, a las 7pm en el Castillo Heidelberg"

    Nina, creyendo que se trataba de otra persona y por la duda de esas cartas anónimas e incapaz de recordar nada por el shock traumático que padeció durante un tras los sucesos con la familia Liebheart, decide asistir al encuentro en el Castillo Heidelberg. Mientras Nina esperaba en el castillo, el doctor Tenma acompañado del periodista Mauler lograron dar con el paradero de la residencia de los Förtner y los alertaron de que ellos y su hija corrían peligro. Este hecho entorpeció los planes de Johan, que ya contratará a un asesino para que impidiese que Nina se marchará del lugar antes de que él llegará. Tenma dejó a Mauler con los Förtner mientras fue a buscar a Nina, impidiendo así el encuentro entre los dos hermanos. Sin embargo los Inspectores Mesner y Müller acabaron con la vida del matrimonio Förtner y de Mauler.

    Tras ver los cadáveres de sus padres y que Tenma la llamase por su nombre, recordó todo y decidió vengarse. Así pues emprende una búsqueda paralela a Tenma para detener a su hermano mellizo.

    Münich, julio de 1996

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    Al mismo tiempo que todos estos acontecimientos se suceden, Johan sigue con su trabajo de investigación de "La Convención sobre los Derechos del Niño" para la Facultad de Derecho en Múnich mientras trabaja de voluntario cuidando niños del orfanato; Además, los viernes trabaja leyéndole los libros en latín al director del grupo financiero Talbach & Schuwald AG, el viejo Hans Georg Schuwald, un magnate de los negocios amante de la lectura pero que por un problema de ceguera parcial muy avanzado es incapaz de disfrutarla leyendo él mismo, por lo que tiene contratado para cada día de la semana a un estudiante universitario distinto para que le lea. Pero Johan tiene un plan con el señor Schuwald: está interesado en reencontrarlo con el hijo ilegítimo que tuvo con una prostituta llamada Margot Langer hace ya veinte años.

    Johan trata de hacer una farsa con un estudiante de filosofía, Edmund Farrem, que lee al Señor Schuwald los jueves, y que por razones desconocidas, llega a creer vehemente –seguramente uno de los tantos poderes de manipulación de Johan- que el señor Schuwald es su verdadero padre, y con la ayuda de Johan logran que el viejo millonario también considere a Farrem como su hijo perdido.

    Sin embargo aparece en escena el huérfano Karl Neumann, estudiante de empresariales, y verdadero hijo de Hans Georg Schuwald y Margot Langer, que ha decidido viajar hasta Múnich con el pretextó de estudiar ahí para conocer a su verdadero padre y ver qué clase de persona es con la ayuda de Lotte Frank, estudiante de antropología cultural y amiga de Johan. Karl y Lotte han descubierto la farsa de Farrem y creyendo que lo hace por la fortuna del Señor Schuwald tienen planeado desenmascararlo.

    Johan decide cambiar entonces sus planeas ante el conocimiento del verdadero hijo del Señor Schuwald y decide librarse de Edmund Farrem: el mismo día que Karl y Lotten van al piso de Farrem lo encuentran colgado de la tubería de su departamento con una nota de suicidio en la que aparecía escrito "No puedo seguir mintiendo", frase sacada del libro de "La guerra de las Galias" en latín que tenía en su cuarto donde solo estaba subrayada esa frase y que encuentra más adelante el expolicía, Richard Braun, contratado por el Señor Schuwald para aclarar la muerte de Farrem.

    Ante la muerte de Farrem, y a pesar de las insistencias del investigador Richard de que Farrem no era su verdadero hijo, el Señor Schuwald comienza a sumirse en una terrible tristeza que hace que Karl sienta pena y desee consolarlo. Pero tiene miedo de que el Señor Schuwald, quien siempre ha pensando solo en dinero, crea que solo es otro impostor que busca su fortuna. Sin embargo Johan decide ayudarlo a acercarse al Señor Schuwald, dándole clases en latín para que mejore sus lecturas los miércoles y haciendo que pasen momentos íntimos felices como en el Bosque de Obenberg (donde el Señor Schuwald pasará anteriormente sus mejores momentos con sus amigos íntimos, asesinados por Johan en los últimos cuatro años). Finalmente Johan le entrega al Señor Schuwald la prueba que Margot Langer le dio a Karl antes de abandonar a Karl de que él es su padre: una pata de conejo que Karl posteriormente entregó a Johan para no caer en la tentación. De ese modo, el Señor Schuwald acepta a Karl como su hijo legítimo, y como agradecimiento por haberlos reunido, Schuwald convierte a Johan en su secretario particular, teniendo toda su confianza.

    Desde ese momento las cosas para el Señor Schuwald comienzan a mejorar notablemente. El Señor Schuwald, que antes apenas salía de su residencia, empieza a dejarse ver últimamente. Suele aparecer por la compañía central de su grupo financiero Talbach & Schuwald AG por las mañanas a supervisar cómo van los negocios. Todas las empresas de Talbach & Schuwald AG comienzan a crecer enormemente desde que él se ocupa personalmente. Y esto a su vez ocurre desde que Johan se convirtió en su mano derecha.

    La Biblioteca, 1997

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    A insistencia de Johan, este y Karl convencen al Señor Schuwald para que done su inmensa y apabullante colección de libros a la Biblioteca de la Facultad Friedrich Enmanuel de la Universidad de Múnich, para que otros disfruten del conocimiento y cultura que Schuwald ha ido recopilando a lo largo de su vida. Por ese entonces Johan ya sabe que el doctor Tenma asistirá a la inauguración y que tratará de matarlo, y cómo en un juego, Johan probará a Tenma a ver si realmente es capaz de quitarle la vida a alguien, aunque ese alguien sea un Monstruo como él que el mismo doctor salvó una vez.

    Cuando Karl y Johan asisten a la Biblioteca para asegurar y conocer la zona dónde se llevará el acto de la Ceremonia de Inauguración de la donación del señor Hans Georg Schuwald, Johan encuentra un libro mientras busca un cuento para uno de los niños a los que cuida. Ese libro es el "El Monstruo sin Nombre" de Emile Scherbe (Franz Bonaparta) y al verlo Johan entra en un estado de shock emocional comparable al que su hermana sufrió hace diez años en Düsseldorf, y tras gritar y llorar histérico con el libro en sus manos, cae inconsciente por la conmoción. Gracias a este libro, Johan recuperó algunos de sus recuerdos olvidados y cambió su plan original de acabar con Schuwald porque para él ya no tenía ningún interés.

    Seguramente por la influencia del Señor Schuwald lo ingresan rápidamente en el Hospital Bodenheim, de Múnich, lo someten a diferentes pruebas médicas para comprobar que está sano. Al no encontrar ningún problema grave de salud, el médico le diagnostica un principio de anemia provocado por la mala alimentación y el estrés por el exceso de trabajo.

    Mientras está ingresado en el hospital recibe una carta de una tal Hindenburg Escarlata, que no resulta ser otra que la prostituta Shopie Esmeralda, que se hacía pasar por Margot Langer para sacarle dinero al arrepentido del Señor Schuwald. Con los nuevos acontecimientos, y habiendo recibido la primera vez la visita de Johan y Edmund Farrem, después la de Karl Neumann y Lotte Frank, y finalmente la del investigador Richard Braun, todos increpándole que ella no era Margot Langer y con el tema del verdadero hijo del Señor Schuwald, Hindenburg Escarlata ha descubierto que las muertes de Farrem y Richard son demasiado convenientes para Johan. Esta mujer intenta chantajear a Johan a cambio de dinero para que no diga nada de su nexo con las muertes de Farrem, Richard y la verdadera Margot Langer, sin embargo Johan, que tras descubrir el cuento de Bonaparta, "El Monstruo sin Nombre", había cambiado sus planes, dice:

    "¿Sabes lo que da más miedo en este mundo? Yo creía haber llegado al fondo, al rincón más oscuro... y sin embargo... un paso más allá... había todavía un lugar todavía más oscuro" y declara que "Ya no tengo ningún interés en Schuwald. Es inútil porque yo ahora ya no existo".

    A continuación se revela que el amante de esa mujer es Roberto, quien sale de detrás de una puerta cuando Johan abandona la residencia y asesina a la impostora.

    Mientras esto sucede, el día antes de la inauguración el Doctor Julius Reichwein decide contarle toda la verdad sobre Johan a Hans Georg Schuwald; le revela que Johan es el responsable de la muerte de Edmund Farrem y del investigador Richard Braun, y también de los asesinatos de su amante Margot Langer, de su amigo y rival el director general de la Compañía Dornach, Ruth Gauk, de su contable Joachim Hellmer, de su chófer y amigo Hans y finalmente de su asistenta y compañera de lectura Hanna. Johan es el responsable de los asesinatos y muertes de todos los seres cercanos del señor Schuwald. Pero el señor Schuwald ya se ha dado cuenta de que Johan no era una persona normal, que un ser tan perfecto no puede existir:

    "Usted ha dicho que Johan juega con nosotros como un niño con una hilera de hormigas, ¿verdad? Aplastándolas una tras otra. Apuesto a que sabe cómo me llama la gente, Doctor Reichwein. Me llaman el Vampiro de Baviera. Al principio me gustaba el apodo, se imagina, el hecho de que la gente me reconociera me daba confianza en mí mismo, como si mi yo se creciera. Pero lo que crecía era el monstruo que hay en mí. Hubo un tiempo en que a mí también me hubiera gustado jugar con la gente como si fueran hormigas, así una tras otra. Johan ahora se está convirtiendo en todo lo que yo quería ser. Recuerde la siguiente cita, es del Libro del Apocalipsis: ¿Quién es semejante a la Bestia y quién podrá lidiar con ella? ¿Y el único capaz de abatirla es posible que sea otro Monstruo todavía mayor?” le dice Schuwald.

    Pero al día siguiente, en la celebración en la que asisten magnates de toda Europa, por miedo a que le pase a la única persona que tiene en este mundo, su hijo Karl, le pide a este que vaya a casa por "unos documentos” que están encima de su escritorio, asegurándole que Johan se encargará del resto. Algo apenado por no poder presenciar el acto, Karl hace lo que su padre le pide y se va.

    Mientras el director de la universidad da la conferencia, el doctor Tenma está apostado en lo alto de una biblioteca del segundo piso con el dilema moral y ético de si matar o no a Johan cuando es atacado por Roberto y ambos empiezan una pelea. Al mismo tiempo, una seguidora de Johan vierte un garrafón de gasolina por toda la biblioteca y espera la señal oportuna.

    Cuando llega el momento de que Hans Georg Schuwald de su discurso, Johan aparece para ayudarlo y el señor Schuwald le pregunta si es él su objetivo.

    "Ha reunido a la flor y nata de la sociedad bávara y han venido todos por usted, Señor Schuwald" le susurra Johan.

    Asustado y sin poder aguantar más, el Señor Schuwald pide a los invitados con mucha calma que huyan de la Biblioteca con tranquilidad y en orden. Sin embargo nadie lo toma en serio, y Johan hace la señal. En cuestión de segundos la Biblioteca comienza a arder. Todos comienzan a huir asustados, peleándose y atropellándose por ser los primeros en salir, pero las puertas están atrancadas y no hay escapatoria. Y Johan se regocija narrándole con todo lujo de detalles al viejo Schuwald como el miedo y el terror se hace paso apoderándose de todo.

    "Se está quemando todo, todos estos libros. El fuego se apodera implacablemente de todo lo que hay aquí"

    Le narra Johan al señor Schuwald y este comprende que toda esta farsa ha sido para mostrarle el Infierno. Le pregunta que pensaba que su plan era ocupar su lugar y Johan responde:

    "Ahora ya no. He tenido una idea mejor. Usted ya no le tiene miedo a nada ¿verdad?" y sosteniendo el rostro del señor Schuwald entre sus manos lo acerca al suyo para que pueda verle a pesar de su ceguera parcial tan avanza, "Dígame, a esta distancia, ¿puede ver lo que reflejan mis ojos? Yo nací en una ciudad que parecía sacada de un cuento de hadas, pero mucha gente murió. Sólo yo y otra persona, cogidos de la mano, logramos huir de ella. Parecía que en el mundo estuviéramos nosotros dos solos y encima no teníamos nombre".

    El Doctor Tenma, en el ajetreo de la pelea, dispara a Roberto que cae del segundo piso y se dirige corriendo dirección hacia Johan para matarlo. Cuando el doctor Tenma llega hasta donde está Johan y lo apunta con su pistola, Johan se limita a caminar hacia él apuntándose a la frente. Pero cuando Tenma se dispone a disparar, Nina lo detiene, diciendo que debe ser ella quien lo mate. Al final Johan sigue caminando entre las llamas, pasando de largo de Tenma e ignorando los disparos de su melliza –que ninguno alcanza a darle-.

    Y entre el fuego y el humo, Johan desaparece. Más adelante, en el hospital, el señor Schuwald le confesará a su hijo que:

    "En sus ojos se reflejaba el Infierno. Vi el Infierno en los ojos de un ser humano, en los ojos de Johan".

    En Praga como Anna, 1998-1999

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    Una vez que había recordado todo, Johan decide borrarlo todo. Con ese fin, se embarca a Praga, donde establece su identidad como "Anna Liebert" y comienza a imitar a Nina adoptando su personalidad y forma de vestir. En primer lugar, Johan asesina a Reinhart Biermann, que fue director del Kinderheim 511 antes de su ingreso, ya que estaba en posesión de una cinta donde aparecía una terapia grabada a un Johan niño y que estaba escondida en una caja de seguridad sin paradero conocido. Varios de los huérfanos que estaban al cuidado de Biermann divisaron a "la guapa chica rubia" cuando abandonaba la escena del crimen. Después sigue los pasos del Inspector Zeman y dos de sus subordinados, los exmiembros de la checoslovaca StB, que estaban tratando de obtener la cinta con el propósito de venderla, hasta llegar a un cuarto escondido de una fábrica donde estaban torturando a Wolfgang Grimmer con el propósito de obtener la cinta. Al interrumpir el interrogatorio, Johan (disfrazado de "Anna") dispara a uno de los subordinados en la cabeza, antes de permitir (y quizás incitar) a que Wolfgang Grimmer matase a los otros dos mediante la manifestación de su personalidad "Steiner el Magnífico".

    A partir de entonces, Johan, como "Anna", comienza a frecuentar un bar, donde consigue contactar con el que una vez fue protegido de Zeman, el Detective Jan Suk, quien cae rendido ante los encantos de "una chica" tan guapa. Sin embargo, el cortejo para Johan solo es un medio para alcanzar su fin y obtener información, gracias a la cual Johan mató al jefe de Suk y también a otros policías corruptos involucrados con la StB que estaban tratando de obtener la cinta utilizando bombones de whisky envenenados, de manera similar a sus envenenamientos anteriores, desviando la culpa y sospecha de los asesinatos a Jan Suk. Los esfuerzos de Johan para adquirir la cinta le llevan hasta la madre de Suk, consiguiendo por fin la cinta de audio. Después de escucharla y recordar más cosas, permite que la encuentren y la escuchen hasta la parte que deseaba, grabando en ella un mensaje directo para Tenma. Mientras tanto, con el fin de exonerar a Grimmer de la falsa sospecha de haber asesinado a Biermann, varios de los huérfanos que estaban anteriormente bajo su custodia se unen para encontrar a la " misteriosa chica rubia" y uno de ellos, Milosh, es quien se encuentra con "Anna", cuya bajo apariencia se esconde Johan. Este le invita a su apartamento y le dice que debe encontrar a su madre perdida, pero cruelmente le hace creer que si no puede encontrarla, entonces no tiene cabida en este mundo, ya que nadie le quiere; posteriormente le envía a buscarla a un cercano barrio rojo, y fue gracias a la intervención de Grimmer con la colaboración de Tenma lo que evitó que el niño no se suicidara después de no poder encontrar a su madre y ser testigo de varias formas de depravación humana en su camino.

    Antes de salir de la ciudad, Johan, sin más cosas que atender en Praga, acude a la Mansión de las Rosas Rojas. Se desprende de la ropa que ha utilizado para suplantar la personalidad de Anna y ante el retrato de su madre realiza el siguiente monólogo:

    "Es como la primera vez que llegué aquí. Ha pasado mucho tiempo pero mis recuerdos empiezan a encajar. Por fin volvemos a encontrarnos. He vuelto a casa. ¿Ya estás de vuelta?. Soy yo, madre. Ni siquiera tú nos distinguías, ¿verdad? Ella soy yo y yo soy ella. Tú eres yo y yo soy tú. Por fin lo he comprendido. Ahora sé adónde vamos y de donde venimos. Hace un día espléndido, madre. Ahora serás pasto de las llamas."

    Acto seguido procede a incendiar la Mansión de las Rosas Rojas ayudado de líquido inflamable y una cerilla.

    Reunión con Christof Sievernich, 1999

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    Posteriormente, de vuelta a Alemania, decide reencontrarse con su compañero del Kinderheim 511 Chistof Sievernich, tal y como acordaron años atrás. Pero en las semanas previas a su reencuentro, se dedica a manipular a varios asesinos en serie para acabar con tres personas relacionadas con el pasado y los errores de Christof. Los tres eran asesinos en serie, pero en cada uno de los casos habían cometido un único caso excepcional que no tenía relación con su historial de crímenes. Ese caso expecional coincidía con los encargos realizados por Johan.

    Uno de ellos era un criminal que tenía la convicción que sus asesinatos eran mandatos de extraterrestres. Sin embargo, se había desplazado hasta una ciudad donde no actuaba, Frankfurt para realizar uno de ellos. La víctima en cuestión era Erich Klemperer, exiliado de la Guerra Fría, que se dedicaba al tráfico de niños. Compraba niños del este para gente con gran nivel adquisitivo que no podía tenerlos. Él vendió a Christof a Ernest Sievernich, uno de los cuatro integrantes del grupo de la extrema derecha que formaba junto a Helmut Wolf, Peter Čapek, y Gunther Goedelitz. El asesino definió a Johan como el verdadero extraterrestre, declaró que no le habló en un idioma conocido pero que no hizo falta para transmitirle el mensaje. A las afueras de Frankfurt, en el parque de Griesheim, Johan escribió el nombre de la persona que tenía que morir. El asesino se sintió emocionado al recibir tales órdenes. De esta forma Johan destruyó la conexión que vinvulaba a Crhistof con el Kinderheim 511.

    El siguiente asesino se trataba de un fetichista sociópata que creía ser un vampiro en la necesidad de conseguir sangre de jóvenes vírgenes. Pero entre las víctimas se encontraba el nombre de Frida Schelling, que había sido madre a la edad de diecisiete años. Frida conoció a Christof cuando fue enviado a una de las universidades más reconocidas de Franfurtk. Mantuvieron relaciones y la joven se quedó embarazada. El caso se vio silenciado por los padres de él, que para que no saliera la luz pública la compraron una tienda de ultramarinos para poder vivir. El asesino declaró que no se sentía orgullo de ese crimen, pero que lo realizó porque se sentía orgulloso de haber conocido al verdadero vampiro (haciendo referencia a Johan). El modus operandi para realizar el encargo fue el mismo: escribiendo el nombre de la víctima sobre la arena del parque Griesheim.

    Para el tercer crimen Johan recurrió a Reinhard Dinger, a quien conoció tras escapar del Hospital Memorial Eisler de Düsseldorf junto a su hermana. Tras este primer encuentro, Reinhard al conocer al pequeño, se sintió liberado y había cometido todo tipo de asesinatos hacia todo lo que el consideraba una lacra social: falta de decoro, prostitución, alcoholismo, etc. Pero su último asesinato tampoco respondía a estos parámetros puesto que la víctima, Fritz Overt, era conocido por sus buenos valores y por ser una persona íntegra y de conducta intachable. Fritz Overt era un empleado del Banco Bilger que fue asesinado por Reinard cuando estaba a punto de destapar un escándalo de finanzas ilegales que realizaba el banco y por el que iban a caer los peces gordos de la compañía. Dinger no se sintió muy orgulloso de ello, pues ese hombre era una persona ejemplar, pero creyó que si Johan se lo había pedido, no pudo ser un error. La manera de proceder fue la misma que en los casos anteriores y no fueron necesarias las palabras: Johan escribió el nombre de la persona que tenía que morir en la arena del parque Griesheim y él lo entendió, que le pedía que acabara con esa persona ya que entre ellos no hacen falta las palabras. Con este delito, el escándalo de los sobornos de la multinacional nunca se resolvió y fue de este modo como Johan protegió la compañía de Christof, que había sido financiada bajo el grupo que formaban el general Wolf, Ernest Sievernich, Peter Čapek y Goedelitz durante los últimos veinte años.

    Al mismo tiempo que Johan perpetraba estos crímenes, Peter Čapek se interesó por Christof y quería transformarlo en un "monstruo" presentándole a Johan. Sin embargo, lo que Čapek no sabía era que los dos eran amigos desde hace mucho tiempo. Para lograr su objetivo contrató los servicios de Eva Heineman, con el objetivo de identificar a Johan. Para ello la mujer debía acudir a fiestas de la alta sociedad para localizarle.

    Finalmente, en una de esas fiestas, Eva le reconoce y le señala ante la atenta mirada de Peter Čapek, permitiendo su reencuentro con Christof Sievernich. Aunque ambos jóvenes se reúnen en varias ocasiones, el objetivo de Johan nada tenía que ver con los planes de Peter Čapek; no estaba interesado en convertir a aquel joven en un nuevo monstruo diseño en dominar el mundo como él y su hermana estaban destinados cuando nacieron. Una vez conseguida la confianza de la organización con la que hace el pacto de acceder a sus peticiones a cambio de que localicen y le entreguen a su hermana, se manos a la obra con su plan real. En primer lugar contrata los servicios de una mujer que acaba con la mano derecha de Peter, con el pseudónimo del Bebé, haciendo que Peter Čapek caiga en la paranoia. El hombre acaba refugiándose en una cabaña aislada que tiene en su propiedad y cuando cree estar a salvo le sorprende Johan. El muchacho le interroga sobre el paradero de quien para él es el verdadero monstruo, Franz Bonaparta.

    Nuevo encuentro con su hermana

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    Los guardaespaldas de Čapek, sabiendo que Nina se encuentra en la ciudad, acuden en su búsqueda para capturarla como rehén y salvar la vida de su jefe pero es ella quien se hace con la situación y pide a punta de pistola que la lleven ante él. Cuando a la mañana siguiente llegan a la cabaña se lo encuentran con vida. Johan, tras conocer la localización del hijo de Bonaparta, Jaromir Lipsky, y con eso dar con el paradero Franz en Ruhenheim, le había explicado que no le iba a matar, eso le correspondía a su hermana hacerlo. Pero que lo primero que tiene que hacer es decirle donde le puede encontrar.

    Nina, que no acaba con la vida del hombre, se dirige inmediatamente al punto indicado por su hermano. No es otro que una mansión en ruinas. Nada más encontrarla, Nina le apunta con la pistola y la respuesta que obtiene es la de años atrás cuando él apuntaba a su frente con el dedo para que disparara. Johan le narra a su hermana todas las experiencias horribles vividas en la Mansión de las Rojas Rojas, desde que fue encerrado hasta cuando huyó de la masacre por envenenamiento. Sin embargo su hermana le abre los ojos, le dice que la que vivió todos esos acontecimientos terribles fue ella y que se pasó días contándoselos con todo lujo de detalles, de tal forma que él había vivido esos hechos como suyos. Johan, una vez que lo comprende todo, la observa entre divertido y triste y se marcha. Nina dispara pero sin ser capaz de apuntarle para acabar con él. Está a punto de pegarse un tiro a ella misma, cuando es salvada por la entrada en escena de Tenma. En ese momento Čapek aparece y explica que el próximo movimiento de Johan es matar a Franz Bonaparta, y que él le dijo que el hijo de Bonaparta está vivo en Praga. Luego abandonó el edificio y se preguntaba a sí mismo en alto, "¿Cuál era nuestro objetivo? ¿Qué fue lo... que estábamos tratando de crear? ¿Cuál era nuestro propósito? Dime, Franz Bonaparta," antes de ser disparado en la cabeza por sus socios, que creían que se había vuelto loco.

    Una vez que lo había entendido todo y con su pasado más vivo que nunca, Johan acude a realizar una última tarea antes de partir a Ruhenheim. Visita a Horst Grossman. Grossman es un médico que vive en Pforzheim, Alemania. Es considerado como un ciudadano modelo.

    Tras esa máscara de médico formal se esconde uno de los seguidores leales de Johan, habiendo llegado a matar a veintiocho personas (dos de ellos dentro de los asesinatos en serie que se produjo de parejas de mediana edad en toda Alemania) y sin dejar absolutamente ninguna evidencia. Johan le pide que lo mate, pero Grossman cree que no lo dice en serio.

    "He despertado. He despertado del sueño. Ahora he despertado del largo sueño. Muchas veces he creído ver que el fin del mundo se acercaba. Pero ahora, lo que veo ahora es disntinto. Ahora es el fin de verdad. Hay algunas cosas que sólo yo recuerdo. Un lugar al que tengo que ir."

    Ante estas palabras de Johan, Horst no entiendo nada y empieza a protestar pero en cuanto finaliza su discurso, Johan coge la pistola y acaba con su vida.

    El Suicidio Perfecto

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    Johan se marcha a Ruhenheim con la intención de instigar una masacre y llevar a cabo lo que considera el "Suicido Perfecto", desaparecer borrando todo rastro de su existencia. Para ello cuenta con varios aliados con la intención de sembrar el caos en el pacífico pueblo. Entre ellos se encuentra Roberto, el principal encargado de orquestar la masacre. O una pareja de personas mayores, que se compone de un anciano aparentemente discapacitado en silla de ruedas y su querida esposa. La pareja se hospeda Hotel Versteck, propiedad de Bonaparta, con el pretexto de estar de vacaciones, pero en realidad eran cómplices de Johan Liebert. Tras la muerte de su nieto, Johan les había llenado ese vacío cuando en realidad su meta era utilizarles. Más tarde, fallecieron durante los hechos del exterminio, cuando fueron tiroteados por aliados de Johan.

    Ruhenheim era el lugar ideal para perpetrar la maquinación, puesto que es la localización donde reside Bonaparta, que con un profundo sentimiento de culpabilidad por haber creado un monstruo y por todo lo que había hecho en el pasado, vivía tranquilamente retirado allí.

    En mitad de la batalla campal, Johan visita una cabaña a las afueras del pueblo donde encuentra numerosos retratos de Nina y él cuando eran pequeños. Todos los dibujos fueron realizados por Bonaparta. Este se había enamorado de la madre de los mellizos, a los que veía como una joya preciosa y su obsesión era inmortalizarlos reflejando su felicidad. Pero por mucho que los dibujara no llegó a terminar ninguno puesto que no conseguía obtener ese sentimiento en ellos. Al encontrar los retratos, Johan estuvo en la cabaña llorando un rato, lo cual fue percibido por su melliza.

    Momentos después regresa al pueblo, con sus calles llenas de cadáveres y en mitad de una intensa lluvia, presentándose ante Tenma, que estaba junto a Boanaparta.

    "Por fin nos hemos encontrado, ¿verdad doctor Tenma?.", son sus palabras. Bonaparta arrebata la pistola que Tenmma lleva en sus manos y apuntando al monstruo pide que mueran los dos juntos. Cae abatido por un disparo en la boca ante la imperturbable mirada de Johan. La mano asesina no es otra que la de Roberto. También cae desplomado ante los pies de Johan a consecuencia de las heridas que arrastra. Pide ver el paisaje final... ese paisaje de la más profunda soledad ante la muerte. Pero Johan le niega tal visión:
    "No. Tú no. Tú no tienes permiso."- y luego continúa dirigiéndose a Tenma: "Doctor Tenma. Para usted todos somos iguales. Por eso me devolvió la vida. Pero ya se ha dado cuenta, ¿verdad? Lo único que es igual para todos es la muerte. Usted tiene el permiso para verlo conmigo. Verá el paisaje final."

    Y mientras se apunta con el dedo, Johan permite que Tenma pueda ver a través de sus ojos a ese inmenso sentimiento de soledad completa del "Paisaje Final", ese inmenso sentimiento de que nadie le conoce a uno en el mundo ante el momento de la muerte. De este modo, Johan provoca a Tenma para que le mate. Siendo un monstruo completo, a Johan solo le queda la muerte o matar a todo lo que se haya relacionado con su parte viva. Y considera que es Tenma quien debe realizar tal labor, ya que fue el quien le devolvió a la vida y por lo tanto es una padre para él.

    En ese preciso instante son interrumpidos por la llegada de Nina, que habiendo comprendido que Johan no ha dejado de ser una víctima y que fue ella quien acabó con el último resquicio humano que le quedaba cuando le disparó en casa de los Liebhart, se presenta para decirle a su hermano que le perdona. Que nunca le tenía que haber disparado. "Hay cosas que son irrecuperables." es la respuesta de su mellizo.

    Insistiendo en que el doctor tiene que matarle y ante las dudas, Johan le fuerza amenazándole con acabar con la vida de un niño que pasaba por ahí y al que apunta con un arma en la sien. Pero su plan falla, ya que otra persona (el padre del niño, en un elevado estado de embriaguez) le dispara antes. Johan, tras recibir la bala en el cráneo, se desploma. En su declaración de los hechos, el artífice de la caída de Johan haber disparado a un monstruo con muchos cuernos y siete cabezas, tal y como rezan el pasaje del libro del Apocalipsis según San Juan.

    El Inspector Heinrich Lunge, que también había acudido al pueblo siguiendo las pistas, es herido de gravedad y le llevan al mismo equipo de rescate, coincidiendo su camilla contigua a la de Johan. Cuando mira al joven que tiene al lado le reconoce, finalmente, y pregunta al equipo de asistencia médica si sigue con vida. Le contestan afirmativamente pero que con las heridas que tiene en el cráneo ni siquiera un neurocirujano de los buenos podría salvarle. Rápidamente Lunge pide que llamen a Tenma y paradójicamente es de este modo como el doctor vuelve a operarle para salvarle.

    El Final

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    Irónicamente, Johan fue operado y salvado una vez más por el Doctor Tenma, a instancia tanto de Nina como de Heinrich Lunge.

    Kenzo Tenma realizó varias visitas a un convento situado al sur de Francia donde había conseguido localizar a la madre de los mellizos. Tras encontrar el refugio de la mujer, mantuvo varios encuentros con ella. "No sueltes mi mano". relataba la mujer, haciendo alusión al momento que tuvo que renunciar a un hijo para los experimentos perpetrados por Bonaparta en la Mansión de las Rojas Rojas y sus hijos estaban asustados. "¿Quién es el auténtico monstruo?" - se pregunta. La mujer le confiesa a Tenma que llegó a poner nombre a los niños.

    Con esta información Tenma realiza una visita al hospital penitenciario en Baviera, donde Johan había permanecido inconsciente desde la masacre. Kenzo le informa de que su madre le ha contado que les quiere muchísimo y que tiene un nombre, un nombre de verdad. Johan recupera el conocimiento ante tales palabras y empieza a relatarle al Doctor cómo vivió la experiencia del momento en que su madre tuvo que elegir entre abandonar a uno de sus hijos para el experimento de la Mansión de las Rosas.

    "Doctor Tenma, quiero que escuche lo que voy a contarle sólo a usted. Aquella vez ese monstruo apareció ante mis ojos. No sé si realmente quiso salvarme. O si nos confundió a mi hermana y a mi. ¿De cual de los dos quiso deshacerse?." De pronto, Tenma vuelve a recuperar el conocimiento y no sabe realmente si lo vivido ha sido fruto de una alucinación. Sin darle una respuesta a Johan, que se encuentra de nuevo reposando, abandona la estancia.

    En la escena final se puede ver la cama vacía, con la huella aún reciente del cuerpo de Johan, dejando en el aire el destino del personaje. También se puede interpretar como una metáfora. El monstruo se encuentra latente en cada uno de nosotros y Johan ya había recuperado su identidad, un nombre, y Tenma le había enseñado que todas las vidas merecen la pena salvándole, con lo que pudo haber recuperado parte de su humanidad.

    El Monstruo sin Nombre

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    Hace mucho, mucho tiempo, en un país muy lejano vivía un monstruo sin nombre. El monstruo deseaba un nombre, y lo deseaba tanto que apenas podía pensar en nada más.

    Un buen día, el monstruo emprendió un viaje para buscar el nombre que tanto anhelaba. Pero el mundo es demasiado grande, y, por ello, el monstruo decidió dividirse en dos. Una mitad se fue al este. Y la otra, hacia el oeste. La mitad del monstruo que había ido hacia el este encontró pronto una aldea.

    "Oye, herrero, quiero que me des tu nombre", lanzó el monstruo.

    "¿Pero qué tonterías dices? No pienso dártelo", replicó el herrero, incrédulo.

    "Si me das tu nombre, me introduciré en tu cuerpo y te otorgaré toda la fuerza que te falta", prometió el monstruo.

    "¿En serio? Bueno, pues si de veras vas a hacerme más fuerte, adelante, es tuyo", respondió el herrero.

    Entonces, el monstruo se introdujo en el cuerpo del hombre. A partir de ese momento, el monstruo se convirtió en Otto el herrero. Otto era el más fuerte de la aldea. Sin embargo, un día...

    "Mírame... mírame... ¡Mira qué grande se ha hecho el monstruo en mi interior!"

    Grush, grussh, ñam, ñam, gruupmf, grupmf... ¡plaf!

    El monstruo, que tenía mucha hambre, se había ido comiendo al herrero por dentro hasta acabar con él. Y así fue como se quedó otra vez sin nombre.

    Al poco tiempo lo intentó de nuevo con un zapatero llamado Hans, pero...

    Grush, grussh, ñam, ñam, gruupmf, grupmf... ¡plaf!

    Al comérselo, volvió a quedarse sin nombre.

    Lo intentó también con un cazador llamado Thomas, pero...

    Grush, grussh, ñam, ñam, gruupmf, grupmf... ¡plaf!

    Como era de esperar, se lo comió también, y volvió a quedarse sin nombre.

    Al final, el monstruo decidió buscar un nombre en el interior del castillo.

    "Si me das tu nombre, pequeño, yo te haré fuerte como un roble", le dijo el monstruo al príncipe del castillo.

    "Si logras que me recupere y me haces un niño sano y fuerte, mi nombre es tuyo", replicó el príncipe enfermo.

    Y así fue como el monstruo se introdujo en el interior del príncipe. Y este se curó milagrosamente.

    El rey estaba de lo más contento.

    "¡El príncipe se ha curado! ¡El príncipe se ha curado!", se regocijaron todos.

    Al monstruó le gustó el nombre del príncipe. Y la vida en el castillo le gustó también. Por eso, y aunque se moría de hambre, hizo esfuerzos por contenerse. Un día tras otro, cuando el hambre le acechaba, el monstruo se contenía y esperaba paciente a que pasara.

    Pero un día el hambre era tan acuciante que el monstruo no pudo más.

    "¡Mírame, mírame, mira qué grande se ha hecho el monstruo en mi interior!"

    Y entonces se comió al rey y a toda la corte de una sentada.

    Grush, grussh, ñam, ñam, gruupmf, grupmf... ¡plaf!

    Un día, el principito huérfano se encontró a la otra mitad del monstruo que había ido al oeste.

    "Ya tengo nombre, ¿sabes? Un nombre muy bonito."

    Le dijo el monstruo del oeste al príncipe: "¿Para qué sirve un nombre? Sin nombre también se puede ser feliz. Míranos a nosotros. Somos monstruos sin nombre."

    Y con estas palabras, el monstruo del este se comió al del oeste...

    "Cuando por fin había conseguido un nombre... no tengo a nadie que me llame para recordármelo... con lo bonito que es mi nombre... Johan..."

    Frases

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    • "¡Mírame, mírame! ¡Mira qué grande se ha hecho... el monstruo que hay en mí!"
    • "Te mandaré las flores más bonitas de este mundo, yo que nací con el deseo de tumbarte en un lecho de flores"
    • "Yo creía haber llegado al fondo, al rincón más oscuro... y sin embargo... un paso más allá... había un lugar todavía más oscuro."
    • "El Fin. Me pregunto qué será..."
    • "¿El Fin? He visto el Fin del Mundo una vez, y otra, y otra... ¿Qué será el Fin?"
    • "He despertado del sueño. Muchas veces he creído ver el Fin, pero ahora, lo que veo es distinto. Ahora es el fin de verdad."
    • "El Suicidio Perfecto, la verdadera soledad, el único, el mayor gesto de amor."
    • "Doctor Tenma, para usted todas las vidas valen lo mismo, gracias a su idea yo sigo vivo... Pero deberías haberte dado cuenta ya ¿verdad? Sólo la muerte es igual para todos"
    • "Usted, Doctor Tenma, tiene permiso para verlo; para ver el Paisaje Final conmigo"
    • "Yo sólo he acercado un pañuelo impregnado de aceite a una hoguera ardiendo. Donde quiera que haya personas, el odio es inevitable. Yo lo único que he hecho ha sido aliñarlo un poco".

    Reseñas

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    1. Capítulo 51. "La carta de amor del monstruo", Tomo 25. "Carta de Amor del Monstruo".
    2. a b c Capítulo 66 "Ya has vuelto", Tomo 32 "Los Pasos del Miedo".
    3. a b Capítulo 38 "El Demonio ante mis ojos", Capítulo 51 " La carta de amor del monstruo ", Tomo 18 "Huellas en el corazón", Tomo 51 "Los La Puerta Cerrada ".
    4. Capítulo 67 "He llegado", Tomo 33 "Estoy en Casa".
    5. Capítulo 66 "Ya has vuelto", 32 "Los Pasos del Miedo".
    6. a b Capítulo 11 "Kinderheim 511", Tomo 05 "Borrar el Pasado"
    7. Capítulo 12 "Un experimento insignificante", Tomo 06 "Petra y Schuhman"
    8. Capítulo 57 "Aquella noche", Tomo27 "Un viaje sin fin".
    9. Capítulo 1 "Herr Doctor Tenma", Capítulo 2 "Degradación", Capítulo 3 "Asesinato", Capítulo 4 "Ejecución", Tomo 1 "Herr Doctor Tenma", Tomo 2 "Asesinato"
    10. Capítulo 6 "El articulo de la desaparición", Tomo 3 "La chica de Heidelberg"
    11. a b Capítulo 05 "La chica de Heidelberg", Tomo 3 "La chica de Heidelberg"
    12. Capítulo 10 "Borrar el pasado", Tomo 5 "Borrar el pasado"
    13. a b Capítulo 24. "Alrededor de una mesa", Tomo 11. "Alrededor de una mesa"
    14. Capítulo 29. "Ejecutado", Tomo 13. "Cuando la verdad salga a la luz"
    15. Capítulo 35. "Un héroe sin nombre", Tomo 16. "Yo Soy Tenma"
    16. Capítulo 38. "El Demonio ante mis ojos", Tomo 18. "Huella del corazón"
    17. Capítulo 63 "Asesinatos inconexos", Tomo 31 "Asesinatos inconexos"