Anaconda (cuento)
Anaconda es un cuento creado por el autor uruguayo Horacio Quiroga, publicado en 1921[1] y perteneciente al libro Anaconda y otros cuentos.
Anaconda | ||
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de Horacio Quiroga | ||
Género | Cuento | |
Subgénero | Ficción | |
Idioma | Español | |
País | Uruguay | |
Fecha de publicación | 1921 | |
Texto en español | Anaconda (cuento) en Wikisource | |
Tema
editarEl cuento gira a un planeta que busca la destrucción del ser humano porque siempre provocó maldad en la naturaleza y en los animales, invadiendo sus hábitats, sin importarles, solo para poder llegar a cumplir sus egoístas ambiciones. Quiroga trata de explicar este tema por medio de la personificación de las víboras.[2]
Argumento
editarLa historia comienza con la presentación de Lanceolada, una yarará, que mientras iba de caza, descubrió la presencia del Hombre en la selva, en un viejo edificio deshabitado, ella decide avisar al Congreso de las Víboras, optando por pedir ayuda a sus primas, las culebras (también referidas como "Cazadoras" y no venenosas), con quien tienen una antigua rivalidad, y así poder investigar y enfrentar la situación.
De esa forma, la culebra llamada Ñacaniná, percatándose del peligro que puede suponer para las culebras la presencia de los humanos ya que son muy similares en aspecto y pueden confundirlas con las yararás, resuelve explorar sigilosamente el viejo edificio. Averigua que los humanos tienen planeado cazar a todas las víboras para extraerles todo el veneno, y con esa novedad intenta escapar de la casa, para avisar al Congreso, siendo vista por los hombres. Al comunicarle sus hallazgos al Congreso, Cruzada, la misma que le pidió ayuda a Ñacaniná, se ofrece a volver nuevamente al lugar y termina siendo capturada, conociendo a Hamadrías, una impresionante cobra real de la India. Junto a ella, deciden crear un efectivo plan de escape que consiste en que Cruzada se deje morder por Hamadrías. El plan surtió efecto, ya que Cruzada logró ser considerada muerta y ayudar a huir a Hamadrías, en el proceso hiriendo las dos juntas a un hombre.
Durante el Congreso que estaba siendo ejercido antes de que Cruzada y Hamadrías llegasen, apareció Anaconda, generando la antipatía de muchas, debido a que esta se encuentra en buenos términos con el ser humano. Cuando arriban Hamadrías y Cruzada y narran lo sucedido, se determina que hay que terminar de atacar a los humanos y lo más conveniente sería matar a los caballos, a lo que la mayoría estuvo de acuerdo, exceptuando a Cruzada, Ñacaniná y Anaconda, quienes creían que atacar al perro sería lo más útil ya que este está inmunizado y adiestrado para perseguirlas. Se puede presenciar una discusión entre Anaconda y Hamadrías, debido a que la última quería ejercer el mando entre las víboras.
Mientras ejecutan el ataque, las víboras se dan cuenta de que tendrían que haber atacado al perro (Daboy) y deciden retirarse, estando la mayoría de ellas ya muertas o destrozadas, confiando otra vez en Hamadrías, ignorando que las llevaría a la muerte solo por su orgullo herido. Es en ese momento que Hamadrías y Anaconda se enfrentan, dando por acabado el Congreso de Víboras, ganando Anaconda. Instantes después, los hombres y Daboy, aniquilan a las víboras restantes, pero salvan a Anaconda.
Estructura interna
editarEl cuento se podría dividir, según su estructura interna, teniendo en cuenta sus once capítulos, de la siguiente forma:
- Introducción: constituido por el primer capítulo. Se introduce al primer personaje, se presenta la ubicación espacial y temporal, y se descubre la llegada del hombre a la selva.
- Nudo/Desarrollo: constituido por los capítulos dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve y diez. En ellos se describe los planes y luchas que las víboras realizan para poder vencer a los humanos y poder vivir en paz como originalmente lo hacían.
- Desenlace: constituido por el capítulo once, en él se relata la última lucha entre las víboras y los humanos y la victoria de estos últimos.
Tipo de narrador
editarEl narrador se caracteriza por ser externo (en 3.era persona) y omnisciente, debido a que lo conoce todo. “Oyó también el ruido”.
Ubicación espacial y temporal
editarVarias veces se refiere a la selva misionera ("El tiempo cargado pesaba sobre la selva") y al río Paraná durante el transcurso de la historia. Aludiendo al tiempo, se menciona en el primer capítulo la transición de la noche al amanecer y en los siguientes capítulos apenas se hace mera referencia de momentos del día, lo que se puede interpretar como el paso de los días.
Personajes
editar- Anaconda: personaje principal. De dos metros cincuenta de largo, generaba poca confianza ya que no era "de la zona". Se vuelve amiga de Ñacaniná y enemiga de Hamadrías. Se la puede percibir como inteligente y de fuerza extraordinaria.
- [2] Lanceolada: personaje secundario. "Hermosísima yarará de un metro cincuenta, con los negros ángulos de su flanco bien cortados en sierra, escama por escama". Preocupada por su seguridad y la de todas por la llegada mentira del diablo del hombre a la selva, se la nota un poco hostil hacia ciertos personajes, entre ellos Cruzada, al tener una antigua rivalidad con su especie de yarará.
- Terrífica: personaje secundario. Se la describe como una serpiente de cascabel, bastante anciana, cuya cola contiene treinta y dos cascabeles. Su largo no pasa de un metro cuarenta, "pero en cambio su grueso alcanzaba al de una botella". Definida como "magnífico ejemplar" y con su torso cruzado de rombos amarillos. Es la que preside el Consejo de Víboras. Se hace referencia, además, a su falta de inteligencia, la cual reemplaza sus afilados colmillos.
- Coatiarita: personaje terciario. Es la más joven de todas. Con cabeza particularmente afilada y en sus costados se hacía bien visible una línea rojiza.
- Neuwied: personaje terciario. Descrita como esbelta y un ejemplo de belleza, su lomo posee curvas blancas y cafés sobre largas bandas color salmón.
- Cruzada: personaje principal. Es una víbora de la Cruz y se menciona su rivalidad con Neuwied, con respecto a la belleza, de la cual se aprecia poco. Asimismo, se hace alusión a su inteligencia y valentía. Posee una buena amistad con Ñacaniná.
- Atroz: personaje terciario; yarará.
- Urutú Dorado: personaje terciario; yararacusú y mide un metro setenta de largo, de negro terciopelo y bandas de oro.
- Coralina: personaje terciario. Es una víbora de coral, muy hermosa con sus anillos rojos y negros. También interpretada como de "cabeza estúpida" según Ñacaniná.
- Drimobia: personaje terciario. Detallada como una culebra (yararacusú del monte), aunque su aspecto difiere de eso.
- Cipó: personaje terciario: culebra. "De un hermoso verde y gran cazadora de pájaros".
- Radínea: personaje terciario: culebra. Descrita como pequeña, oscura y cuyo hábitat son los charcos.
- Boipeva: personaje terciario. Culebra, cuya característica es que se achata contra el suelo apenas se siente amenazada.
- Trigómina: personaje terciario. Es una culebra de coral; flaca, que vive en los árboles.
- Esculapia: personaje terciario. Culebra, desconfiada por las yararás.
- Hamadrías: personaje principal. Es una cobra real de la India, de dos metros sesenta. Enemiga de Anaconda y Ñacaniná debido a sus ansias de poder y su orgullo, el cual lleva a la muerte de las víboras.
- Daboy: personaje secundario. Es el perro negro y peludo, que está inmunizado.
- Científico: personaje secundario; hombre. Se lo describe como pelado y de traje blanco.
- Ex jefe del Instituto: personaje terciario; hombre Posee lentes negros.
- Fragoso: personaje secundario, hombre y peón del Instituto.
- Nuevo jefe del Instituto: personaje secundario.
Referencias
editar- ↑ Horacio Quiroga (1921). Anaconda. Archivado desde el original el 1 de agosto de 2018.
- ↑ a b Cuento completo Anaconda. Archivado desde el original el 1 de agosto de 2018. Consultado el 1 de agosto de 2018.