Medicina hiperbárica

Uso médico del oxígeno en una cámara presurizada, llamada cámara hiperbárica
(Redirigido desde «Cámara hiperbárica»)

La medicina hiperbárica, también conocida como oxigenoterapia hiperbárica (OHB), es el uso médico del oxígeno puro al 100% [1]​ en una cámara presurizada, también llamada cámara hiperbárica,[2]​ a presiones de 1,5 a 3,0 ATA (atmósferas absolutas), según lo especificado por la UHMS (Undersea and Hyperbaric Medical Society), principal referente mundial en medicina hiperbárica.[3][4]

Cámaras hiperbáricas.

Bases de la terapia

editar

Cuando respiramos oxígeno puro a una presión por encima de la atmosférica se consigue, según la ley de Henry, un incremento importante del oxígeno disuelto en el plasma. Cuando respiramos aire, la presión parcial de oxígeno (PpO2) en sangre arterial es de unos 90 mm de Hg. Durante el tratamiento en cámara hiperbárica, esta PPO2 puede llegar a ser de hasta 2000 - 2400 mm de Hg a 3 ATA. Con este aumento importante del transporte de oxígeno, aquellas áreas del organismo que estén en hipoxia (falta de oxígeno) y que no pueden ser corregidas de otra manera, se benefician de este oxígeno y pueden recuperar los mecanismos fisiológicos deprimidos por la situación de hipoxia.

Indicaciones

editar

Entre las indicaciones de la oxigenoterapia hiperbárica se encuentran:

En España existe, desde 1988, un Comité Coordinador de Centros de Medicina Hiperbárica.[47]

En EE. UU., la OHB está reconocida por los Seguros Médicos Medicare como un tratamiento reembolsable sin discusión para las 14 "condiciones aprobadas" por la UHMS. Los médicos estadounidenses pueden prescribir OHB para accidente cerebrovascular[48][49][50]​ y migrañas.[51][52][53]

Cámaras hiperbáricas

editar
 
Cámara Hiperbárica Multiplaza.

La oxigenoterapia hiperbárica es una modalidad de la oxigenoterapia en la que se utiliza una cámara hiperbárica en donde se crea una presión por encima de la atmosférica, de al menos 1.5 ATA (atmósferas).

Descripción

editar

La cámara hiperbárica es un habitáculo (contenedor) preparado para soportar elevadas presiones en su interior, pues los tratamientos suelen realizarse entre 2 y 3 ATA (Atmósferas Absolutas), aunque en alguna tabla excepcional de tratamiento para la enfermedad descompresiva se puede llegar a 6 ATA.

Las cámaras hiperbáricas pueden clasificarse en monoplazas y multiplazas. Existen importantes diferencias tanto de manejo, metodología como de los tipos de tratamientos que se pueden aplicar en cada una de ellas. Generalmente las multiplazas son las más apropiadas desde todos los puntos de vista, pues además de poder comprimirse con aire, permiten que los médicos y demás personal sanitario puedan acompañar a los pacientes y poder suministrar los cuidados necesarios (incluso los de terapia intensiva), de acuerdo a las necesidades de hospitales o centros especializados para dar estas terapias es el diseño de las cámaras.

Otras aplicaciones

editar

Existen testimonios científicos de la influencia positiva del oxígeno hiperbárico en relación con los procesos de reparación de los tejidos lesionados, con especial referencia al tejido óseo y al cutáneo, especialmente después de quemaduras o trasplantes. En otras formas clínicas, la oxigenoterapia hiperbárica puede conducir a la curación al reactivar procesos metabólicos deficitarios.

Asociado a otros tratamientos, la oxigenoterapia hiperbárica representa una ayuda valiosísima en las siguientes condiciones:

  • Insuficiencia arterial periférica en pacientes no revascularizables.
  • Tratamientos pre y postoperatorios en tejidos irradiados cirugía ortopédica.
  • Tratamientos pre y postoperatorios en cirugía vascular.
  • Sordera súbita.
  • Oclusión de la arteria central de la retina.
  • Encefalopatias postanóxicas, parálisis cerebral.

Consideraciones especiales

editar

Los médicos que se dedican a esta técnica están en posesión de Títulos de Especialistas Universitarios y/o máster en Medicina Subacuática e Hiperbárica con entrenamiento en Cuidados Intensivos y Reanimación. Con las adaptaciones específicas, prácticamente se puede aplicar en el interior de la cámara hiperbárica los mismos cuidados que se aplicarían en una Unidad de Cuidados Intensivos. Generalmente el Servicio de Medicina Hiperbárica está asociado en el Hospital a los servicios de Cuidados Intensivos, Anestesia y Reanimación.

  • Los equipos de sacos inflables, mal llamados cámaras hiperbáricas, o definidos en inglés como Soft Chambers, alcanzan un nivel de saturación de O2 en el organismo de solo 26% contra un 230% de cámaras hiperbáricas rígidas a 2,3 ATA. Además, según normas de Estados Unidos aceptadas internacionalmente, como la National Fire Protection Agency (NFPA) 99-11, o la American Society of Mechanical Engineers, Pressure Vessels for Human Occupancy (ASME PVHO-1), los sacos inflabes o cámaras flexibles individuales no cumplen con las mismas, al no tener elementos de seguridad mínimos para equipos sometidos a alta presión y atmósferas inflamables, pudiendo producir accidentes y perjuicios para pacientes y personal afectado.[54]
 
Los equipos de sacos inflables, mal llamados cámaras hiperbáricas, o definidos en inglés como Soft Chambers, alcanzan un nivel de saturación de O2 en el organismo de solo 26% contra un 230% de cámaras hiperbáricas rígidas a 2,3 ATA.

Referencias

editar
  1. Emi Latham, MD, FACEP, FAAEM Assistant Clinical Professor of Emergency Medicine, Hyperbaric Medicine Physician, University of California, San Diego, School of Medicine - MedScape. «Hyperbaric Oxygen Therapy». Archivado desde el original el 5 de septiembre de 2015. Consultado el 21 de febrero de 2016. 
  2. J.A. Viqueira Caamaño y A. Pujante Escudero (1991). «Fundamentos e indicaciones de la oxigenoterapia hiperbárica». Medicina Integral. 
  3. «La Medicina Hiperbárica, esa gran olvidada». Archivado desde el original el 20 de agosto de 2016. Consultado el 4 de agosto de 2016. 
  4. U.S. National Library of Medicine Society - MedlinePlus. «Hyperbaric oxygen therapy». Archivado desde el original el 5 de enero de 2016. Consultado el 21 de febrero de 2016. 
  5. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Air or Gas Embolism». Archivado desde el original el 2 de mayo de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  6. Jørgensen TB, Sørensen AM, Jansen EC (abril de 2008). «Iatrogenic systemic air embolism treated with hyperbaric oxygen therapy». Acta Anaesthesiol Scand 52 (4): 566-8. PMID 18339163. doi:10.1111/j.1399-6576.2008.01598.x. 
  7. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Carbon Monoxide». Archivado desde el original el 25 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  8. Piantadosi CA (2004). «Carbon monoxide poisoning». Undersea Hyperb Med 31 (1): 167-77. PMID 15233173. Archivado desde el original el 3 de febrero de 2011. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  9. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Cyanide Poisoning». Archivado desde el original el 25 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  10. Hall AH, Rumack BH (septiembre de 1986). «Clinical toxicology of cyanide». Ann Emerg Med 15 (9): 1067-74. PMID 3526995. doi:10.1016/S0196-0644(86)80131-7. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  11. Takano T, Miyazaki Y, Nashimoto I, Kobayashi K (septiembre de 1980). «Effect of hyperbaric oxygen on cyanide intoxication: in situ changes in intracellular oxidation reduction». Undersea Biomed Res 7 (3): 191-7. PMID 7423657. Archivado desde el original el 3 de febrero de 2011. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  12. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Clostridal Myositis and Myonecrosis (Gas gangrene)». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  13. Hart GB, Strauss MB (1990). «Gas Gangrene - Clostridial Myonecrosis: A Review». J. Hyperbaric Med 5 (2): 125-144. Archivado desde el original el 3 de febrero de 2011. Consultado el 16 de mayo de 2008. 
  14. Zamboni WA, Riseman JA, Kucan JO (1990). «Management of Fournier's Gangrene and the role of Hyperbaric Oxygen». J. Hyperbaric Med 5 (3): 177-186. Archivado desde el original el 3 de febrero de 2011. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  15. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Crush Injury, Compartment syndrome, and other Acute Traumatic Ischemias». Archivado desde el original el 8 de mayo de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  16. Bouachour G, Cronier P, Gouello JP, Toulemonde JL, Talha A, Alquier P (agosto de 1996). «Hyperbaric oxygen therapy in the management of crush injuries: a randomized double-blind placebo-controlled clinical trial». J Trauma 41 (2): 333-9. PMID 8760546. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  17. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Decompression Sickness or Illness and Arterial Gas Embolism». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  18. Brubakk, A. O.; T. S. Neuman (2003). Bennett and Elliott's physiology and medicine of diving, 5th Rev ed.. United States: Saunders Ltd. p. 800. ISBN 0702025712. 
  19. Acott, C. (1999). «A brief history of diving and decompression illness». South Pacific Underwater Medicine Society journal 29 (2). ISSN 0813-1988. OCLC 16986801. Archivado desde el original el 5 de septiembre de 2011. Consultado el 18 de marzo de 2008. 
  20. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Enhancement of Healing in Selected Problem Wounds». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  21. Zamboni WA, Wong HP, Stephenson LL, Pfeifer MA (septiembre de 1997). «Evaluation of hyperbaric oxygen for diabetic wounds: a prospective study». Undersea Hyperb Med 24 (3): 175-9. PMID 9308140. Archivado desde el original el 11 de agosto de 2011. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  22. Kranke P, Bennett M, Roeckl-Wiedmann I, Debus S (2004). «Hyperbaric oxygen therapy for chronic wounds». Cochrane Database Syst Rev (2): CD004123. PMID 15106239. doi:10.1002/14651858.CD004123.pub2. 
  23. Chen, J. (2003). «The Effects of Hyperbaric Oxygen Therapy on Diabetic Retinopathy». Investigative Ophthalmology & Visual Science 44: 4017-B720. Archivado desde el original el 13 de enero de 2009. Consultado el 16 de diciembre de 2008. 
  24. Chang, Yun-Hsiang et al. (2006). «Hyperbaric oxygen therapy ameliorates the blood–retinal barrier breakdown in diabetic retinopathy». Clinical & Experimental Ophthalmology 34 (6): 584-589. Consultado el 16 de diciembre de 2008. 
  25. Basile C, Montanaro A, Masi M, Pati G, De Maio P, Gismondi A (2002). «Hyperbaric oxygen therapy for calcific uremic arteriolopathy: a case series». J. Nephrol. 15 (6): 676-80. PMID 12495283. 
  26. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Exceptional Blood Loss - Anemia». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  27. Hart GB, Lennon PA, Strauss MB. (1987). «Hyperbaric oxygen in exceptional acute blood-loss anemia». J. Hyperbaric Med 2 (4): 205-210. Archivado desde el original el 16 de enero de 2009. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  28. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Intracranial Abscess». Archivado desde el original el 25 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  29. Lampl LA, Frey G, Dietze T, Trauschel M. (1989). «Hyperbaric Oxygen in Intracranial Abscesses». J. Hyperbaric Med 4 (3): 111-126. Archivado desde el original el 16 de enero de 2009. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  30. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Necrotizing Soft Tissue Infections». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  31. Escobar SJ, Slade JB, Hunt TK, Cianci P (2005). «Adjuvant hyperbaric oxygen therapy (HBO2) for treatment of necrotizing fasciitis reduces mortality and amputation rate». Undersea Hyperb Med 32 (6): 437-43. PMID 16509286. Archivado desde el original el 27 de julio de 2011. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  32. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Refractory Osteomyelitis». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  33. Mader JT, Adams KR, Sutton TE (1987). «Infectious diseases: pathophysiology and mechanisms of hyperbaric oxygen». J. Hyperbaric Med 2 (3): 133-140. Archivado desde el original el 13 de febrero de 2009. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  34. Kawashima M, Tamura H, Nagayoshi I, Takao K, Yoshida K, Yamaguchi T (2004). «Hyperbaric oxygen therapy in orthopedic conditions». Undersea Hyperb Med 31 (1): 155-62. PMID 15233171. Archivado desde el original el 16 de febrero de 2009. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  35. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Hyperbaric Ocxgen Treatments for Complications of radiation Therapy». Archivado desde el original el 5 de mayo de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  36. Zhang, L. D.; J. F. Kang; H. L. Xue. (1990). «Distribution of lesions in the head and neck of the humerus and the femur in dysbaric osteonecrosis». Undersea Biomed. Res. 17 (4): 353-358. ISSN 0093-5387. OCLC 2068005. PMID 2396333. Archivado desde el original el 3 de febrero de 2011. Consultado el 6 de abril de 2008. 
  37. Lafforgue, P., Pathophysiology and natural history of avascular necrosis of bone. Joint Bone Spine, 2006. 73(5): p. 500-7.
  38. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Skin Grafts and Flaps Compromised». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  39. McFarlane RM, Wermuth RE (mayo de 1966). «The use of hyperbaric oxygen to prevent necrosis in experimental pedicle flaps and composite skin grafts». Plast. Reconstr. Surg. 37 (5): 422-30. PMID 5327032. doi:10.1097/00006534-196605000-00008. 
  40. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Thermal Burns». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  41. Cianci P, Lueders H, Lee H, Shapiro R, Sexton J, Williams C, Green B (1988). «Adjunctive Hyperbaric Oxygen Reduces the Need for Surgery in 40-80% Burns». J. Hyperbaric Med 3 (2): 97-101. Archivado desde el original el 12 de marzo de 2011. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  42. Baechli H, Schmutz J, Mayr JM (2008). «Hyperbaric oxygen therapy (HBO) for the treatment of an epidural abscess in the posterior fossa in an 8-month-old infant». Pediatr Neurosurg 44 (3): 239-42. PMID 18354266. doi:10.1159/000121383. 
  43. Suzuki H, Fujimura T, Shiomori T, et al (junio de 2008). «Prostaglandin E1 versus steroid in combination with hyperbaric oxygen therapy for idiopathic sudden sensorineural hearing loss». Auris Nasus Larynx 35 (2): 192-7. PMID 17826927. doi:10.1016/j.anl.2007.06.003. 
  44. Yoshida, Takahiro et al. (2008). «Hyperbaric oxygen therapy for radiation-induced hemorrhagic cystitis». International Journal of Urology 15 (7): 639-641. doi:10.1111/j.1442-2042.2008.02053.x. 
  45. Noyer, Charles M. et al. (2004). «Hyperbaric oxygen therapy for perineal Crohn's disease». The American Journal of Gastroenterology 94 (2): 318-321. doi:10.1111/j.1572-0241.1999.00848.x. 
  46. Atug, Ozlen et al. (2008). «Hyperbaric Oxygen Therapy Is as Effective as Dexamethasone in the Treatment of TNBS-E-Induced Experimental Colitis». Digestive Diseases and Sciences 53 (2): 481-485. doi:10.1007/s10620-007-9956-4. Consultado el 17 de diciembre de 2008. 
  47. Página principal del Comité Coordinador de Centros de Medicina Hiperbárica de España
  48. Bennett MH, Wasiak J, Schnabel A, Kranke P, French C (2005). «Hyperbaric oxygen therapy for acute ischaemic stroke». Cochrane Database Syst Rev (3): CD004954. PMID 16034959. doi:10.1002/14651858.CD004954.pub2. 
  49. Jain KK (1989). «Effect of Hyperbaric Oxygenation on Spasticity in Stroke Patients.». J. Hyperbaric Med 4 (2): 55-61. Archivado desde el original el 1 de noviembre de 2008. Consultado el 6 de agosto de 2008. 
  50. Singhal AB, Lo EH (febrero de 2008). «Advances in emerging nondrug therapies for acute stroke 2007». Stroke 39 (2): 289-91. PMID 18187678. doi:10.1161/STROKEAHA.107.511485. Consultado el 6 de agosto de 2008. 
  51. Bennett MH, French C, Schnabel A, Wasiak J, Kranke P (2008). «Normobaric and hyperbaric oxygen therapy for migraine and cluster headache». Cochrane Database Syst Rev (3): CD005219. PMID 18646121. doi:10.1002/14651858.CD005219.pub2. 
  52. Eftedal OS, Lydersen S, Helde G, White L, Brubakk AO, Stovner LJ (2004). «A randomized, double blind study of the prophylactic effect of hyperbaric oxygen therapy on migraine». Cephalalgia 24 (8): 639-44. PMID 15265052. doi:10.1111/j.1468-2982.2004.00724.x. Consultado el 6 de agosto de 2008. 
  53. Fife WP, Fife CE (1989). «Treatment of Migraine with Hyperbaric Oxygen.». J. Hyperbaric Med 4 (1): 7-15. Archivado desde el original el 9 de junio de 2009. Consultado el 6 de agosto de 2008. 
  54. «Hard vs Soft Chambers | Oxford Hyperbaric Oxygen Therapy». oxfordhbot.com. Archivado desde el original el 18 de agosto de 2016. Consultado el 4 de agosto de 2016.