Una compresa es una tela fina o gasa que, doblada varias veces para formar una tira, se emplea para contener hemorragias, cubrir heridas, aplicar algún medicamento o calor local. Si se la utiliza para absorber el flujo menstrual se denomina comúnmente toalla sanitaria o toalla femenina de tela. Se puede describir también como el trozo de tela o lienzo usado para tratar heridas que no es venda ni vendaje y pueden ser simples o acolchadas y usarse como complementación a los cataplasmas o emplastos y pueden ser considerados como un tipo de apósito.[1]

Compresa.

Las compresas terapéuticas son usadas desde la antigüedad como parte de medidas primarias o conservadoras de atención de lesiones traumáticas o por enfermedades, y pueden estar impregnadas de sustancias medicinales o medicamentos para el dolor, la inflamación o la hemostasia.[2]

También se usan frías o calientes como parte de medidas caseras o primarias analgésicas y antiinflamatorias. Las compresas quirúrgicas esterilizadas son elementos indispensables en quirófanos para absorber líquidos corporales y mantener la mejor visualización del área quirúrgica o para el secado de las manos después del lavado.

Referencias

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  1. Nieto Serrano, Matías. Elementos del arte de los apósitos. Editor Impr. de D. Salvador Albert, Madrid 1837.
  2. Canivell, Francisco. Tratado de vendages y apositos para el uso de los reales colegios de cirugía: ilustrado con laminas, en que se manifiestan los apósitos necesarios a cada operación. Editor en la imprenta de Benito Cano, 1786. [1] Consultado el 3 d septiembre de 2011