Croco (mitología)

En la mitología griega Croco (en griego Κρόκος, Krókos) fue un muchacho convertido en la flor del azafrán. Sus historia es tardía y poco testimoniada. Según palabras de Ovidio: «Croco, convertido con Esmílace en flores pequeñas».[1]​ Y en palabras de Nono: «y Croco, ansioso por Milax, la joven de hermosa corona, será una flor de Amores».[2]​ Croco dio su nombre al género crocus, la ninfa Esmílace (Σμῖλαξ, Smílax) fue metamorfoseada en una enredadera que llevó su nombre, la correhuela o zarzaparrilla, y dio su nombre al género smilax.

En otra variante del mito, se decía que Croco era un compañero de Hermes, o incluso su amante,[3]​ y que fue asesinado accidentalmente por el dios en una competición amistosa de lanzamiento de disco cuando se puso de pie inesperadamente y el disco le impactó en la cabeza. Al gotear la sangre del desafortunado muchacho en el suelo surgió la flor del azafrán.[4][5]​ Probablemente el mito de Hermes y Croco sea una variante del de Apolo y Jacinto.

Referencias

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  1. Ovidio: Las metamorfosis IV, 283
  2. Nono de Panópolis: Dionisíacas XII, 86
  3. Miller & Strauss Clay 2019, p. 133
  4. Servio, sobre las Geórgicas de Virgilio IV, 182
  5. Galeno: De Compositione Medicamentorum Secundum Locos IX, 4