Devotio

forma extrema de votum en la religión de la Antigua Roma

Una devotio, en la religión de la Antigua Roma, era una forma extrema de votum (una ofrenda en cumplimiento de una promesa hecha anteriormente) por la que un general romano hacía votos de sacrificar su propia vida y la de sus enemigos en la batalla, para salvar a su ejército y consagrarlas a los dioses ctónicos, a cambio de la victoria. La descripción más amplia del ritual está dada por el historiador Tito Livio, en relación con el auto-sacrificio de Decio Mus en el 359 a. C.[1]​ La palabra española "devoción" deriva de la devotio latina.

La devotio puede ser una forma de consecratio, un ritual por el que algo se consagraba a los dioses.[2]

La devotio a veces se ha interpretado a la luz de los sacrificios humanos en la Antigua Roma,[3]​ como un sustituto de la tradición arcaica, cuando los sacrificados eran arrojados al río Tíber y Walter Burkert lo veía como una forma de chivo expiatorio o ritual pharmacos.[4]​ Durante el siglo I a. C., la devotio podría significar en general, "cualquier oración o ritual que entregaba alguna persona o cosa a los dioses del inframundo para su destrucción".[5]

Fórmula de la devotio

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Tito Livio escribió con cierto detalle la fórmula de la plegaria usada para hacer una devotio. Aunque era un momento en que las innovaciones religiosas de Augusto estaban a menudo envueltas en la tradición antigua de la pietas y se apelaba al mos maiorum, los aspectos arcaicos de la misma sugieren que no es una invención, sino que representa una fórmula tradicional como podría ser preservada en los libros oficiales pontificales. El pontifex que asistía al acto dictaba la fórmula. La sintaxis es repetitiva e inconexa, a diferencia de las plegarias que con forma literaria se producían durante ese período en la poesía de Ovidio y otros.[6]

Las deidades invocadas pertenecían a las más antiguas tradiciones religiosas de Roma, como la tríada arcaica de Júpiter, Marte y Quirino. Livio incluso explica que va a poner todo su empeño en describir este ritual arcaico de la devotio porque "la memoria de toda costumbre humana y religiosa se ha secado ante la preferencia por todo lo novedoso y extraño".[7]

La plegaria es pronunciada por Publio Decio Mus, el cónsul del 340 a. C., durante las guerras samnitas. Se compromete a ofrecerse a sí mismo como sacrificio a los dioses infernales cuando entre en batalla contra los latinos y la situación fuese desesperada. El pontifex le instruía para ponerse la toga pretexta, con su cabeza velada (capite velato) y, con una mano que sale debajo de su toga tocaba su barbilla, hasta situarse sobre una lanza colocada bajo sus pies y pronunciaba lo siguiente:

"Jano, Júpiter, Mars Pater, Quirino, Bellona, Lares, Divi Novensiles, Di Indigetes, y los dioses cuyo poder se extiende sobre nosotros y sobre nuestros enemigos, los dioses Manes, os suplico, os venero, os pido vuestro favor y os ruego que se aumente nuestro poder y el éxito del pueblo romano... Como me he pronunciado en estos términos,... Consagro las legiones y auxiliares del enemigo junto a mí mismo, a los divinos Manes y a la Tierra".[8][9][10]

Macrobio dice que el general que se ofrece: "toca la tierra mientras ora a Tellus y levanta sus manos al cielo, al pronunciar el nombre de Júpiter".[11]

Véase también

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Referencias

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  1. Tito Livio, VIII, 9.
  2. Donald G. Kyle, Spectacles of Death in Ancient Rome (Routledge, 1998), p. 87 Consecratio. Consultado el 17 de mayo de 2014.
  3. Paul Plass, The Game of Death in Ancient Rome: Arena Sport and Political Suicide (Wisconsin University Press, 1995), pp. 226–227.
  4. Walter Burkert, Structure and History in Greek Mythology and Ritual (University of California Press, 1979), p. 59ss. Rrythrai, hittites, and devotio. Consultado el 17 de mayo de 2014.
  5. James B. Rives, "Magic, Religion, and Law: The Case of the Lex Cornelia de sicariis et veneficiis" en Religion and Law in Classical and Christian Rome (Franz Steiner, 2006), pp. 56–57.
  6. Matthias Klinghardt, "Prayer Formularies for Public Recitation: Their Use and Function in Ancient Religion." Numen 46 (1999), pp. 4, 20–21.
  7. Livio, 8.11.1: omnis divini humanique moris memoria abolevit nova peregrinaque omnia praeferendo; Andrew Feldherr, Spectacle and Society in Livy's History, (University of California Press, 1998), p. 41, nota 125.
  8. Livio, 8.9.6.
  9. Hendrik Wagenvoort, "The Origin of the Goddess Venus," en Pietas: Selected Studies in Roman Religion (Brill, 1980), p. 170, nota 5.
  10. William Warde Fowler, The Religious Experience of the Roman People (London, 1922), p. 207.
  11. Macrobio, Saturnalia 3.9.12.