Estivación (del latín aestivatio, derivado de aestivare: veranear)[1]​ es un término muy diferente así se trate de Zoología o de Botánica.

Término zoológico

editar
 
Caracoles del Mediterráneo en estivación.

En Zoología estivación es un estado fisiológico de algunos animales consistente en el letargo, inactividad o torpor que se produce por un descenso en la actividad metabólica como respuesta a las condiciones extremas y periódicas acaecidas durante el verano o estación seca. Estas condiciones pueden ser debidas a un aumento considerable de la temperatura ambiental o a una disminución hídrica importante, ya sea ambiental o del nivel de las masas de agua.[2][3][4][5]

Este fenómeno es más frecuente en especies animales tropicales, pero no es exclusivo y puede producirse también en especies de zonas templadas. Es parte del ciclo biológico de muchas de ellas, y puede ser incluso necesario para el correcto desarrollo embrionario o gonadal, como ocurre en algunas tortugas de América del Sur.[6]​ Durante la estivación, los animales generalmente se entierran en madrigueras de barro húmedo con el que se rodean formando un capullo o vaina que les protege de la deshidratación y de las altas temperaturas. Al enterrarse de esta manera crean microambientes muy diferentes del exterior, llegando a no tener variaciones diarias de temperatura.[7]​ Ejemplos de animales que se entierran se pueden encontrar entre los peces pulmonados, anfibios y reptiles.[2]​ Entre estos últimos un ejemplo muy claro de estivación se da en los cocodrilos y caimanes, cuando en las épocas de sequía y escasez de alimentos se entierran en el barro y ralentizan su metabolismo hasta tal punto de llegar a solo 5 latidos del corazón por minuto y bajar su temperatura corporal al nivel del ambiente que les rodea.[cita requerida] Otros animales buscan refugio entre la vegetación, como los caracoles, o en oquedades o guaridas de diferente índole, como anfibios, reptiles e incluso mamíferos.[8][9]

Si bien los periodos de estivación suelen ser de algunos meses al año, se conocen casos de anuros que permanecen en este letargo hasta 5 años, aunque la mayoría de la población muere durante el proceso.[7]

Término botánico

editar
 
Yema floral de magnolia.

El término estivación se refiere a las yemas florales, que se abren con posterioridad a las yemas foliares.[1]​ Son los pliegues de las estructuras de un brote floral,[2]​ es decir, la disposición de las partes de una yema floral.[10]

En taxonomía puede ser un carácter de diagnóstico importante, por ejemplo, en la familia Malvaceae los géneros Fremontodendron y Chiranthodendron son los únicos que no poseen sépalos valvados en las yemas florales.[10]

También es el proceso fisiológico inducido por el calor del sol por el que deben pasar diversos propágulos y semillas para germinar.[1]

Referencias

editar
  1. a b c Font Quer, P. (1982)
  2. a b c Allaby (1984)
  3. Lancha y Sempere (1988)
  4. DRAE, 22ª edición (2011)
  5. Miller (2007)
  6. Rhodin (2009)
  7. a b Miller (2007), tomado de Pinder et ál. (1992)
  8. Whiters (1997)
  9. Dausman (2004)
  10. a b Hickey y King (2001)

Bibliografía

editar

Véase también

editar