Fuerza Expedicionaria Británica (Primera Guerra Mundial)

La Fuerza Expedicionaria Británica o BEF fue el Ejército británico enviado al frente occidental durante la Primera Guerra Mundial. La planificación de una fuerza expedicionaria británica comenzó con las reformas Haldane del Ejército británico llevadas a cabo por la Secretaría de Estado de Guerra, cuyo mando recayó en Richard Haldane después de la Segunda Guerra Bóer (1899-1902).[1]

Fuerza Expedicionaria Británica
British Expeditionary Force

Fuerzas inglesas el 22 de agosto de 1914, en Mons.
Activa 1914-1918
País Imperio Británico
Fidelidad Jorge V
Rama/s Ejército Británico
Armada Británica
Tipo Fuerza expedicionaria
Función Operaciones militares en Francia y Bélgica
Tamaño 247.400 (1914-1915)
2.000.000 (1916-1918)
Alto mando
Comandante en jefe John French (1914-1915)
Douglas Haig (1914-1918)
Comandante Henry Seymour Rawlinson
Herbert Onslow Plumer
Guerras y batallas

Primera Guerra Mundial:

El término "Fuerza Expedicionaria Británica" se utiliza a menudo para referirse solo a las fuerzas presentes en Francia antes del final de la Primera batalla de Ypres el 22 de noviembre de 1914. A finales de 1914, después de las batallas de Mons, Le Cateau, el Aisne e Ypres, el antiguo ejército regular había sido eliminado, aunque logró detener el avance alemán.[2]​ Otro punto de inicio alternativo dado a la BEF es el 26 de diciembre de 1914, cuando fue dividido en el Primer y Segundo ejércitos (el tercero, el cuarto y el quinto se crearon más adelante en la guerra). "B.E.F." permaneció como el nombre oficial de los ejércitos británicos en Francia y Flandes a lo largo de la Primera Guerra Mundial.

El emperador Guillermo II de Alemania, que se hizo célebre por su odio a la BEF, supuestamente emitió una orden el 19 de agosto de 1914 que incitaba a "exterminar a los traidores ingleses y caminar sobre el pequeño y despreciable ejército del general French". Por lo tanto, en los últimos años, los supervivientes del ejército regular se denominaron a sí mismos "The Old Contemptibles" (Los viejos despreciables). Aun así, nunca se ha encontrado ninguna evidencia de dicha orden expedida por el káiser.

  1. Tucker & Roberts (2005), p. 504.
  2. Chandler (2003), p. 211.

Referencias

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