Gobierno de los Cien Días

El Gobierno de los Cien Días es el nombre por el cual suele conocerse tanto el periodo como el propio gobierno de Ramón Grau San Martín en Cuba, desde el 10 de septiembre de 1933 hasta el 15 de enero de 1934, duración por la cual recibió esta denominación, pero duró 127 días.

Gobierno de los Cien Días
Información general
Ámbito Cuba Ver y modificar los datos en Wikidata
Jefe de Estado Ramón Grau San Martín Ver y modificar los datos en Wikidata
Formación 10 de septiembre de 1933
Disolución 15 de enero de 1934

Antecedentes

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La presión popular llevó a cabo diversas actividades, que culminaron con la huelga general debida a la demagogia y a la represión del gobierno de Gerardo Machado, acabando así con el derrocamiento del gobierno con un golpe de Estado comandado por Fulgencio Batista.

Los Cien Días

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El 4 de septiembre de 1933 comenzó así de facto un gobierno militar formado por no oficiales (sargentos, cabos y soldados). Tras un efímero gobierno colegiado denominado Pentarquía, formado por cinco miembros y que duró tan solo cinco días, el 10 de septiembre se formó un nuevo gobierno de cortes burgués, siendo Ramón Grau elegido presidente del mismo, a instancias de los estudiantes universitarios. El nuevo y heterogéneo gobierno reunía tres tendencias: Antonio Guiteras Holmes era el representante del ala izquierdista revolucionaria, Fulgencio Batista era la cabeza del ala derechista tradicionalista, y Grau era el nexo entre ambas, representante del ala reformista nacional.

De esta forma, el nuevo gobierno impulsó importantes medidas de corte democrático para el pueblo de Cuba. Batista desempeñaba el cargo autoimpuesto de coronel en jefe de todas las Fuerzas Armadas de Cuba, y que en reiteradas ocasiones no estaba de acuerdo con las decisiones de Guiteras, muchas de ellas en contra de la oligarquía cubana, y afectanto por tanto también los intereses de muchas compañías estadounidenses.

Se dispusieron varias medidas, como la instauración de la Secretaría como Ministerio de Trabajo, el establecimiento de un salario mínimo, la determinación de que la jornada laboral fuera solo de 8 horas, la confiscación de los bienes de Gustavo Machado y sus cooperantes, la limpieza de los órganos estatales, la nacionalización del trabajo y que la mitad de los empleos fueran desempeñados por los nacidos en Cuba, la rebaja de los artículos de primera necesidad, la reducción de los impuestos de la energía eléctrica, la autonomía universitaria y la intervención de la Compañía Cubana de Electricidad (empresa subsidiaria de la norteamericana Electric Bond & Share), realizada personalmente por Guiteras como Secretario de Gobernación y Guerra, a través del Decreto 172.

Estas medidas no fueron aplicadas completamente, debido a la efímera duración del gobierno. La administración aceptó a los reformistas por primera vez en ese país, lo que posibilitó que Guiteras pudiera llevar a cabo con mayor precisión su lucha en bienestar de la sociedad cubana. Sin embargo, las divergencias internas del gobierno, y la poca experiencia del movimiento obrero y las masas en su lucha por lograr sus objetivos, atentó contra la subsistencia del mismo.

Fin y transición

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El gobierno de Cien Días de Ramón Grau San Martín duró hasta el 15 de enero de 1934, cuando Grau fue obligado a renunciar por Fulgencio Batista, quien había estado conspirando con el embajador estadounidense Jefferson Caffery. Grau fue reemplazado por Carlos Mendieta y en cinco días Estados Unidos reconoció al nuevo gobierno de Cuba.[1]

Véase también

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Referencias

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  1. «American Experience | Fidel Castro | People & Events | PBS». web.archive.org. 30 de diciembre de 2004. Archivado desde el original el 30 de diciembre de 2004. Consultado el 31 de marzo de 2023.