Guerra de Iquicha (1839)

conflicto de 1839 durante la guerra de la confederación

La Guerra de Iquicha (1839) fue un conflicto armado entre el Ejército Unido Restaurador del Perú y campesinos indígenas de Huanta que defendían la permanencia de la derrotada Confederación Perú-Boliviana.

Guerra de Iquicha
Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana

Mapa donde se muestra el control territorial de la resistencia de iquichanos leales a la Confederación Perú-Boliviana
Fecha de marzo a noviembre de 1839
Lugar Huanta, Perú
Resultado Victoria restauradora de Perú y Chile.
Consecuencias Firma del tratado de Yanallay y aislamiento de Antonio Huachaca.
Beligerantes
Bandera de Perú Bandera de Chile Ejército Unido Restaurador Iquichanos
Comandantes
Bandera de Perú Manuel Lopera Antonio Huachaca
Tadeo Choque

Antecedentes

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El 24 de julio de 1833, el batallón Callao[1]​ y varios escuadrones del regimiento Húsares de Junín[2]​ se rebelaron en Ayacucho al mando de los capitanes Alejandro Deustua y Tomás Flores, asesinaron al prefecto, coronel Juan Antonio González, y al jefe de militar departamento, coronel Mariano Guillén (a pesar de la defensa de la esposa de este último, quien fue golpeada por la soldadesca),[1]​ y alzaron a los iquichanos.[2]​ El 15 de agosto se enfrentaron a los generales Pedro Pablo Bermúdez Ascarza y Miguel de San Román y el batallón Piquisa[3]​ en Pultunchara. Luego, el 26 de octubre, el general Felipe Salaverry se sublevaba en Cajamarca[4]​ pero es vencido en la Garita de Moche por Juan Francisco de Vidal La Hoz el 19 de noviembre.[5]

Por ello, en la guerra civil peruana de 1834, los iquichanos apoyaron al presidente liberal Luis José de Orbegoso y Moncada (1796-1847) contra el golpe de Estado del general conservador Pedro Bermúdez (1793-1852)[6]​ y del caudillo cuzqueño, general Agustín Gamarra (1785-1841), figura clave de la política en los años veinte y treinta y enemigo de los huantinos.[7]​ Durante su presidencia, entre 1829 y 1833 Gamarra había favorecido a los comerciantes limeños y comprado con preventas a numerosos oficiales, nunca había respetado el Congreso ni la Constitución y Cuzco era su bastión personal, por lo que siempre estaba dispuesto a volver al poder.[8]​ En aquella época no existía un ejército profesional nacional, sino que milicias de reclutas forzados, principalmente campesinos indígenas aimaras y quechas, «sin campesinado no había ejército, y sin ejército no había Estado». Todo caudillo exitoso debía tener una importante base de apoyo rural.[9]​ Especialmente entre los grandes terratenientes que podían movilizar a sus trabajadores de sus haciendas pero siempre estaban dispuestos a cambiar de bando.[10]

Tras vencer la revuelta en la capital, Orbegoso debió enfrentar a Gamarra en la sierra meridional del país buscando una alianza con los habitantes de Huanta. Estos movilizaron un ejército de 4.000 indios[11]​ al mando del hacendado Juan José Urbina,[12]​ quien supo unificar bajo su mando a republicanos y monárquicos.[13]​ Debió enfrentar a los conservadores, que movilizaron cuatro a cinco mil combatientes en la zona.[n 1]​ En abril se apoderaba de Huanta y Huamanga, un mes más tarde la guerra civil finalizaba con la victoria de los liberales.[14]

Conflicto

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Durante la guerra entre Salaverry y Santa Cruz, el caudillo indígena local, Antonio Huachaca, apoya a este último ya que veía a su Confederación[15]​ como «la continuación del imperio por otros medios»[16]​ ya que «vino a dar respuesta a las demandas de los grupos sur andinos que defendían desde al menos 1814 un país más descentralizado, en el tuvieran en cuenta los intereses de las elites regionales frente a los grupos hegemónicos costeños centralistas».[17]​ En marzo de 1839 se alza en armas contra el ejército restaurador y pone bajo asedio a Huanta infructuosamente. Finalmente cansados del conflicto, tras varios enfrentamientos, se firma el Tratado de Yanallay el 15 de noviembre, entre el prefecto de Ayacucho, coronel Manuel Lopera, y el comandante iquichano Tadeo Choque.

Los iquichanos deciden reconocer y someterse al Estado peruano. Huachaca se niega a participar de ese acuerdo y se retira a las selvas del Apurímac, donde muere en 1848.[18]​ Con el tiempo, el nombre de «iquichano» se convirtió en símbolo de orgullo colectivo para los habitantes de la región.[15]​ En 1838, las autoridades usaban la expresión «republiqueta de Iquicha» para referirse a los territorios bajo dominio de Huachaca.[19]

Referencias

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  1. a b Galdo, 1992: 179
  2. a b Comisión Investigadora de los Sucesos de Uchuraccay (1983). Informe. Lima: Editora Perú, pp. 48.
  3. Gavilán, 1941: 206
  4. Echenique, 1952: 349
  5. Manuel de Mendiburu (1961). "Biografías". Revista histórica, núm. 25, Instituto histórico del Perú, pp. 131.
  6. Méndez Gastelumendi, 2002: 21; 2005: 128s
  7. Husson, 1992: 86; Méndez Gastelumendi, 2002: 21; 2005: 128
  8. Méndez Gastelumendi, 2005: 133
  9. Méndez Gastelumendi, 2005: 130
  10. Husson, 1992: 105
  11. Méndez Gastelumendi, 2005: 138
  12. Méndez Gastelumendi, 2005: 137
  13. Méndez Gastelumendi, 2002: 14, nota 19; 2005: 138
  14. Méndez Gastelumendi, 2005: 138s
  15. a b Méndez Gastelumendi, 2002: 21
  16. Altuve-Febres Lores, 1996: 3
  17. Sala i Vila, 2001: 37
  18. Altuve-Febres Lores, 1996: 4; Husson, 1992: 88
  19. Méndez Gastelumendi, 2002: 30
  1. Méndez Gastelumendi, 1997: 166. Carta del prefecto de Ayacucho, general Domingo Tristán, a Antonio Huachaca, Luna Huana, 4 de marzo de 1834.

Bibliografía

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  • Altuve-Febres Lores, Fernán (1996). Los Reinos del Perú: apuntes sobre la monarquía peruana. Lima: Estudio Altuve-Febres y Dupuy.
  • Echenique, José Rufino (1952). Memorias para la historia del Perú (1808-1878). Tomo I. Editorial Huascarán.
  • Galdo Gutierrez, Virgilio (1992). Ayacucho: conflictos y pobreza, historia regional (siglos XVI-XIX). Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga.
  • Gavilán, Narciso (1941). Ensayos históricos. Ayacucho: Imprenta diocesana.
  • Husson, Patrick (1992). De la guerra a la rebelión: (Huanta, siglo XIX). Lima; Cuzco: Centro de Estudios Regionales Andinos "Bartolomé de Las Casas" & Instituto Francés de Estudios Andinos.
  • Méndez Gastelumendi, Cecilia (1997). "Pactos sin tributo. Caudillos y campesinos en el Perú postindependiente: El caso de Ayacucho". La reindianización de América, siglo XIX. Siglo XXI, pp. 161-185. Coordinación de Leticia Reina. Colaboración de Marta Irurozqui. ISBN 9789682320972.
  • Méndez Gastelumendi, Cecilia (2002). El poder del nombre, o la construcción de identidades étnicas y nacionales en el Perú: Mito e historia de los iquichanos. Lima: Instituto de Estudios Peruanos (IEP). ISSN 1022-0356.
  • Méndez Gastelumendi, Cecilia (2005). "Tradiciones liberales en los Andes o la ciudadanía por las armas: campesinos y militares en la formación del Estado peruano". En La mirada esquiva: reflexiones históricas sobre la interacción del Estado y la ciudadanía en los Andes (Bolivia, Ecuador y Perú), siglo XIX. Madrid: Concejo Superior de Investigaciones Científicas. Coordinación de Marta Irurozqui Victoriano. ISBN 978-8-40008-338-0.
  • Sala i Vila, Núria (2001). Selva y Andes: Ayacucho, 1780-1929, historia de una región en la encrucijada. Madrid: Editorial Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). ISBN 9788400079222.

Véase también

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