Historia sagrada
Historia sagrada es el nombre dado por la historiografía cristiana a la intervención directa de Dios en la historia, cuya fuente documental es la Biblia. Para otras religiones, su historia sagrada tiene como fuente otros textos considerados sagrados.[1]
Desde una perspectiva providencialista toda la historia sería una historia sagrada, pues no habría hecho ninguno en ella que no reflejara la intervención providencial de Dios tendente a la salvación del hombre. En la práctica la Historia Sagrada se restringe a la Historia del Pueblo elegido (el judío) tal como se narra en los libros históricos del Antiguo Testamento (Génesis, Éxodo, etc.). Los cuatro evangelios y los Hechos de los Apóstoles también se consideran como fuentes históricas y amplían el campo de intervención divina a la evangelización de los gentiles. A partir de ese momento (siglo I) la Historia Sagrada entroncaría con la Historia de la Iglesia, desde la Iglesia Primitiva y las Persecuciones hasta las distintas historias nacionales. Obras historiográficas como Cronici Canones e Historia Eclesiastica de Eusebio de Cesarea (siglo IV) o la España Sagrada del padre Enrique Flórez (siglo XVIII) serían buenos ejemplos.[2]
Como asignatura de los planes de estudio, la Historia Sagrada fue desde el inicio de la institución escolar un elemento presente en la enseñanza primaria y secundaria. En España hubo unos Principios de moral y religión (2º de bachillerato del Plan de Pedro José Pidal, 17 de septiembre de 1845), una Religión y moral en los cuatro primeros cursos (Plan 14 de agosto de 1849, de Bravo Murillo), sustituidos desde la ley Moyano (23 de septiembre de 1857) por una Historia Sagrada, explicación del catecismo y moral cristiana en 1º de bachillerato. Cambiando de nombre en los siguientes planes, el plan Romanones (17 de agosto de 1901) crea las cátedras de Religión, Historia sagrada e Historia de la Religión, que regentaban los Capellanes de Instituto.[3]
Historia Sagrada de Evémero
editarEvémero, mitógrafo de la corte macedonia a comienzos del siglo III a. C., escribió un libro titulado Ἱερὰ ἀναγραφή (Hierà anagraphé), que recogió parcialmente Diodoro Sículo en los libros quinto y sexto de su Bibliotheca Historica.[4] El libro sexto se perdió, pero subsiste en citas de la Praeparatio Evangelica de Eusebio de Cesarea.[5] Consta que la obra completa de Evémero fue traducida al latín por Ennio, como Sacra scriptio, pero tal traducción se ha perdido, a excepción de las partes citadas por Lactancio en sus Divinas Institutiones.[6] Otros fragmentos se encuentran en las obras de San Agustín.[7] A partir de todas estas fuentes, se cree haber reconstruido un panorama muy completo de la obra de Evémero:[8] en forma de relato de un viaje por los mares de Arabia, narra su llegada a la isla utópica de Pangea (Παγχαΐα), donde encuentra una inscripción en el pilar de oro del templo de Zeus Triphylius. Aparentemente, Evémero sistematiza un método de interpretar los mitos populares consistente con los intentos de la cultura helenística de explicar las creencias religiosas tradicionales en términos naturalistas. Los dioses griegos habrían sido inicialmente reyes, héroes y conquistadores, o benefactores del hombre, que se habrían ganado el derecho a ser venerados. Así, Zeus sería un rey de Creta, gran conquistador, y su tumba se mostraba a los visitantes cerca de Knossos, lo que habría suscitado la reputación de mentirosos que tenían los cretenses.[9]
Véase también
editarNotas
editar- ↑ Juan A. Estrada, Las Contradicciones de la evangelización de América, pg. 17: "todos participaban de una visión providencialista de la historia. La diferencia está en que los pueblos conquistados encontraban en los textos religiosos elementos de resignación y de impotencia ... mientras que los españoles encontraban ahí una confirmación externa de su visión providencialista."
- ↑
- Umberto Eco, Arte y belleza en la estética medieval, 6.2: "Dante extiende a los personajes de la historia profana un procedimiento que se usaba para los personajes de la historia sagrada (véase, por ejemplo, la relactura en clave providencialista de la historia romana en el Convivio IV, 5)"
- Miguel Ángel Núñez, La oratoria sagrada de la época del barroco: doctrina, cultura y actitud ante la vida desde los sermones sevillanos del siglo XVII, pg. 281: "todo queda asumido en una misma historia que tiene como protagonista a Dios y al hombre".
- Emilio Mitre, Cultura y culturas en la historia, pg. 46: "a medida que se avanza en la narración, los acontecimientos de historia sagrada superan a los de la profana"
- Eduardo Subirats, El continente vacío: la conquista del Nuevo Mundo y la conciencia moderna, pg. 140: "la transferencia de la historia sagrada del pueblo de Israel a la monarquía hispánica".
- ↑ Gustavo Bueno: Sobre la obligatoriedad de la asignatura de religión.
- ↑ Diodorus v.41.4–46, vi.1.
- ↑ Eusebius Praep. evan. ii.2.59B-61A.
- ↑ Lactantius Div. inst. i.11, 13, 14, 17, 22.
- ↑ Bibliotheca classica: or, A classical dictionary: containing a copious account of the principal proper names mentioned in ancient authors; with the value of coins, weights, and measures, used among the Greeks and Romans; and a chronological table, Volume 1, John Lemprière, G. & C. & H. Carvill, 1833, p. 547.
- ↑ Euhemerus in Context, Franco De Angelis De Angelis and Benjamin Garstad, Classical Antiquity, Vol. 25, No. 2, October 2006, p. 212.
- ↑ S. Spyridakis: "Zeus Is Dead: Euhemerus and Crete" The Classical Journal 63.8 (May 1968, pp. 337-340)