Inteligencia artificial general

Inteligencia artificial que es igual o mayor que la inteligencia humana
(Redirigido desde «IA Fuerte»)

La inteligencia artificial general (IAG, en inglés AGI), también llamada inteligencia general artificial e inteligencia artificial fuerte,[2]​es un tipo hipotético de inteligencia artificial que iguala o excede la inteligencia humana promedio.[3]​ Si se hiciera realidad, una IAG sería capaz de realizar cualquier tarea intelectual que los seres humanos o los animales puedan llevar a cabo.[4][5]​ La IAG también se ha definido como un sistema autónomo que supera las capacidades humanas en la mayoría de las tareas económicamente valiosas.[6]​ La creación de la IAG es un objetivo primordial de algunas investigaciones sobre inteligencia artificial y de empresas como OpenAI[7]​, DeepMind y Anthropic. La IAG es un tema habitual en la ciencia ficción y en los estudios sobre el futuro.

Estimaciones de cuánta potencia de procesamiento se necesita para emular un cerebro humano en varios niveles (de Ray Kurzweil, Anders Sandberg y Nick Bostrom), junto con la supercomputadora más rápida del TOP500 mapeada por año. Tenga en cuenta la escala logarítmica y la línea de tendencia exponencial, que supone que la capacidad computacional se duplica cada 1,1 años. Kurzweil cree que la carga mental será posible mediante simulación neuronal, mientras que el informe de Sandberg y Bostrom es menos seguro sobre dónde surge la conciencia.[1]

Los plazos para el desarrollo de la inteligencia artificial siguen siendo objeto de debate entre investigadores y expertos. Algunos sostienen que podría realizarse en años o décadas; otros, que podría tardar un siglo o más; y una minoría cree que quizá nunca se consiga.[8]​Existe un debate sobre la definición exacta de IAG y sobre si los modelos de lenguaje grandes modernos, como GPT-4, son formas tempranas pero incompletas de IAG.[9]

Hay una amplia discusión sobre la posibilidad de que la IAG suponga una amenaza para la humanidad.[3]​ Por ejemplo, OpenAI la considera un riesgo existencial, mientras que otros creen que el desarrollo de la inteligencia artificial es demasiado remoto como para suponer un riesgo.[10][8][11]

Una encuesta realizada en 2020 identificó 72 proyectos activos de investigación y desarrollo en IAG distribuidos por 37 países.[12]

Problemas éticos y filosóficos

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Una cuestión importante es que el surgimiento y la aplicación de este tipo de inteligencia artificial supondría nuevos problemas como las incógnitas sobre la posición que deberíamos tomar como seres humanos ante un ser que por su nueva inteligencia podría no considerarse solamente como una máquina más.

Otra incógnita es si esta podría alcanzar un grado tal donde llegue a tener conciencia, es decir una conciencia emergente a partir de las interacciones que se produzcan dentro de su sistema complejo que da origen a su inteligencia.

Diferencia entre IAG e IA

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La intención básica del sector de la IAG consiste en implementar la inteligencia general (término acuñado por el psicólogo Charles Spearman) en un sistema computacional. Pei Wang y Ben Goertzel consideran que la diferencia clave entre los conceptos IAG e IA se halla en la “finalidad y alcance de la investigación.”[13]​ Esto quiere decir que la inteligencia artificial trata propiedades específicas en sus proyectos, como por ejemplo la capacidad de aprendizaje lingüístico o reconocimiento de imágenes, sin pretender integrarlas en un sistema más amplio. La IAG, en cambio, se refiere a emprendimientos cuya ambición cubre la entera complejidad de la inteligencia humana.

Es una fuente común de confusiones el hecho de que el significado original de IA se asemeja más a la actual IAG que a aquello que hoy en día se entiende, científicamente, como IA. Las habituales equivocaciones producidas entre ambos términos se deben a que, originariamente, IA designó el sueño de moda de la época (mediados del siglo XX): la conciencia artificial. En aquel momento parecía un campo de investigación prometedor pero, al devenir aparente la desproporción de las expectativas situadas sobre el sector —y la realidad de que, aunque fuera posible alcanzar la conciencia artificial, esta meta sería mucho más lejana de lo anticipado— la decadencia en el estudio de aquello que se conocía con el nombre de IA fue notable.

Posteriormente al fracaso de esa generación pionera de investigadores, aquellos que permanecieron en general trasladaron su trabajo a otras materias más asumibles (sobre todo aspectos particulares de la inteligencia), y no volvieron a acercarse al reto de la conciencia artificial. Así pues, la expresión IA cobró un nuevo significado y un extenso ámbito de investigación científica fue desprestigiado durante décadas.[14]

Diferencia entre IAG y conciencia artificial

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Nada garantiza que el desarrollo de una IAG implique el surgimiento de la conciencia artificial o que se genere una conciencia emergente, pero esta tiende a ser considerada como la posibilidad más plausible. La razón porque se cree que la existencia de uno de estos conceptos probablemente lleve al otro deriva de como de intrínsecamente entrelazadas se encuentran la conciencia y la inteligencia general en los seres vivos. Peter Voss, profesional del campo de la IAG, justifica la coincidencia fundamental de las cualidades necesarias para el desarrollo tanto de un sistema de IAG como de una conciencia artificial afirmando que las personas poseen "autoconciencia conceptual" (conceptos abstractos del yo físico y mental), característica que resultaría imprescindible en la IAG, ya que esta tendría que "poder conceptualizar qué acciones ha tomado, [...] de qué acciones es [...] capaz, y cuáles son sus efectos más probables".[15]

Véase también

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Referencias

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  1. Sandberg y Boström, 2008.
  2. Teigens, Vasil; Skalfist, Peter; Mikelsten, Daniel. Inteligencia artificial: la cuarta revolución industrial. Cambridge Stanford Books. Consultado el 21 de febrero de 2024. 
  3. a b Morozov, Evgeny (30 de junio de 2023). «The True Threat of Artificial Intelligence». The New York Times. Archivado desde el original el 30 de junio de 2023. Consultado el 30 de junio de 2023. 
  4. Hodson, Hal (1 de marzo de 2019). «DeepMind and Google: the battle to control artificial intelligence». 1843. Archivado desde el original el 7 de julio de 2020. Consultado el 7 de julio de 2020. «AGI stands for Artificial General Intelligence, a hypothetical computer program...» 
  5. Shevlin, Henry; Vold, Karina; Crosby, Matthew; Halina, Marta (4 de octubre de 2019). «The limits of machine intelligence: Despite progress in machine intelligence, artificial general intelligence is still a major challenge». EMBO Reports (en inglés) 20 (10): e49177. ISSN 1469-221X. PMC 6776890. PMID 31531926. doi:10.15252/embr.201949177. 
  6. Sullivan, Mark (18 de octubre de 2023). «Why everyone seems to disagree on how to define Artificial General Intelligence». Fast Company. 
  7. «OpenAI Charter». openai.com (en inglés estadounidense). Consultado el 6 de abril de 2023. 
  8. a b «AI timelines: What do experts in artificial intelligence expect for the future?». Our World in Data. Consultado el 6 de abril de 2023. 
  9. «Microsoft Researchers Claim GPT-4 Is Showing "Sparks" of AGI». Futurism. Consultado el 13 de diciembre de 2023. 
  10. «Impressed by artificial intelligence? Experts say AGI is coming next, and it has 'existential' risks». ABC News (en inglés australiano). 23 de marzo de 2023. Consultado el 6 de abril de 2023. 
  11. «Artificial general intelligence: Are we close, and does it even make sense to try?». MIT Technology Review (en inglés). Consultado el 6 de abril de 2023. 
  12. Baum, Seth, A Survey of Artificial General Intelligence Projects for Ethics, Risk, and Policy, Global Catastrophic Risk Institute Working Paper 20, archivado desde el original el 14 de noviembre de 2021, consultado el 13 de enero de 2022 .
  13. Goertzel, Ben; Wang, Pei (2007). Advances in Artificial General Intelligence: Concepts, Architectures and Algorithms Proceedings of the AGI Workshop 2006 (en inglés). Amsterdam: IOS Press. 
  14. Russell, Stuart; Norvig, Peter (2010). Artificial Intelligence: A Modern Approach (en inglés). Upper Saddle River: Pearson. 
  15. Voss, Peter (2017). «Does an AGI Need to Be Conscious?». Medium. 

Bibliografía

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Enlaces externos

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