Infiltración (técnica)

técnica utilizada en medicina para aliviar el dolor mediante inyecciones de medicamentos

Una infiltración consiste en la inyección de un medicamento en una articulación, una herida, un tejido blando o un nervio, para que actúe directamente sobre la zona lesionada.[1]

Infiltrando una articulación.

Indicaciones

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En general se utilizan en procesos inflamatorios localizados dolorosos, con el objetivo de aliviar el dolor de manera rápida, recuperar movilidad y acelerar el proceso curativo de:

Contraindicaciones

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No se debe infiltrar a una persona en las siguientes situaciones:[2]

Material

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El material que se utiliza durante las infiltraciones debe ser siempre estéril y de un solo uso (desechable), como:

Tipos de infiltraciones

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La infiltraciones se clasifican según la estructura anatómica sobre la que se actúa:

  • Articulación, son las más frecuentes y suelen ser los hombros, codos, caderas, rodillas, manos y pies. A su vez pueden dividirse en intraarticulares, es decir que se inyectan en el espacio de una articulación para aliviar el dolor y la inflamación de patologías como la artrosis, e intraóseas[4]​ que se administran directamente en el hueso para tratar una necrosis o un edema óseo.
  • Nervio.
  • Tejido blando.

Técnica de infiltración

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Es una técnica relativamente sencilla que solo deben aplicar los médicos y enfermeros. Se realiza en condiciones de antisepsia, y según tipo de lesión a tratar se practica con una profundidad y extensión variables. No se recomienda realizar más de tres infiltraciones al año por paciente y articulación, con un intervalo mínimo de 15 días entre cada infiltración. Tampoco se recomienda infiltrar más de tres articulaciones por sesión. No precisa ingreso hospitalario, y al finalizar la técnica el paciente se traslada a su domicilio, con la recomendación de reposo durante unas 48 horas.

Efectos secundarios

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Son raras las complicaciones, no obstante, hay riesgo de:

  • Reacciones adversas medicamentosas, que dependen del tipo, la dosis y de la duración del tratamiento aplicado, por lo que se pregunta siempre los antecedentes alérgicos del paciente.
  • Infección en la zona del pinchazo, por lo que se emplea material estéril y desechable, así como medidas de antisepsia sobre la zona a infiltrar.
  • Mareo o desmayo (sufrir un síncope vasovagal), por lo que el paciente debe estar tranquilo y sentado sobre una silla o tumbado sobre una camilla.
  • Lesión de vasos, nervios o tendones adyacentes, por lo que esta técnica solo deben manejarla los médicos.
  • Descompensación de la diabetes mellitus o la hipertensión arterial.
  • Atrofia cutánea en zona del pinchazo.

Véase también

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Referencias

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Bibliografía

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