Intoxicación

estado patológico causado por la exposición, ingestión, inyección o inhalación de una sustancia tóxica

Una intoxicación es una reacción fisiológica causada por un compuesto xenobiótico denominado toxina. Se produce por exposición, ingestión, inyección o inhalación de una sustancia tóxica siempre y cuando sea de composición química ya que si el compuesto es natural se le llamara ingesta excesiva y esto por cualquier sustancia sea natural, química, procesada o creada. Las intoxicaciones accidentales o voluntarias debidas al consumo de medicamentos son las más frecuentes. Otros tóxicos son: productos industriales, domésticos, de jardinería, drogas, monóxido de carbono y alcohol en un uso excesivo. La gravedad de la intoxicación depende de la toxicidad del producto, del modo de introducción, de la dosis ingerida y de la edad de la víctima. Es fundamental detectar los signos de riesgo vital: comprobar el estado de conciencia, la respiración y también el pulso.

Intoxicación

La rama de la Medicina que estudia las intoxicaciones es la Toxicología.

Intoxicación por productos de limpieza

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Los niños suelen ser las principales víctimas de este tipo de intoxicaciones que, a menudo, se producen después de poner el producto tóxico en un envase de uso alimentario u otro de color llamativo para ellos. Todos los productos domésticos son potencialmente tóxicos.[1]​ En general, son irritantes para el tubo digestivo; producen dolor abdominal y, en ocasiones, diarrea. Sin embargo, en algunos casos constituyen una amenaza grave: los cáusticos (p. ej., desatascadores, desincrustantes, decapantes, lejía), producen quemaduras en la boca y en las vías digestivas, y los espumantes pueden provocar asfixia si la espuma invade los aparatos digestivos y respiratorios. También son peligrosos los productos industriales de uso doméstico (trementina, aguarrás, amoniaco), que originan graves trastornos digestivos, cardiorrespiratorios y neurológicos. Cualquiera que sea la naturaleza del producto y la cantidad ingerida, hay que llamar inmediatamente al centro toxicológico o al servicio de urgencias

Intoxicación por alcohol

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También llamada embriaguez, es una condición temporal (corto plazo) después de haber consumido demasiado alcohol. El alcohol está hecho de una sustancia química llamada etanol, que puede venir de granos o frutas como las uvas. Se encuentra, en mayor o menor concentración, en todas las denominadas bebidas alcohólicas: vino, cerveza, tequila, mexcal, brandy, pulque, vodka, etc. En la intoxicación por alcohol, la cantidad de alcohol consumido es mayor de lo que el cuerpo puede manejar. La intoxicación por alcohol puede causar cambios anormales en el cuerpo y no es posible pensar, actuar o hablar apropiadamente. Diagnosticar y tratar la intoxicación por alcohol tan pronto como sea posible puede aliviar los síntomas y evitar problemas más graves.

Intoxicación por marihuana

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El síndrome de hiperemesis canabinoide es una entidad clínica que afecta a consumidores crónicos de cannabis y se caracteriza por episodios cíclicos de vómitos incoercibles acompañados por baños en agua caliente compulsivos, que solo se cura mediante la abstinencia.[2][3][4]

Tratamiento

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El tratamiento racional de las intoxicaciones se ha sistematizado, al dividirlo en tres fases consecutivas:

  1. Fase de emergencia: se proporciona atención inmediata al paciente en el sitio donde ocurrió la intoxicación, se retira al paciente de la fuente de exposición, se inicia la descontaminación y se inician maniobras de reanimación básica.
  2. Fase de apoyo vital avanzado: esta segunda etapa se debe llevar a cabo en los servicios de urgencia; su objetivo es perpetuar la vida del paciente mediante técnicas avanzadas de reanimación cardiopulmonar.
  3. Fase de descontaminación y detoxificación: con el paciente estable en sus funciones vitales, se procederá a realizar una descontaminación efectiva, administración de antídotos y antagonistas, según sea el caso, y a iniciar medidas de eliminación del tóxico. Para la detoxificación se puede utilizar el carbón activado (adsorbente intestinal).[5]

Véase también

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Referencias

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  1. Guías Clínicas de Pediatría. El Salvador: Ministerio de Salud. 2012. p. 14. Consultado el 29 de mayo de 2018. 
  2. «Síndrome de hiperemesis canabinoide - Artículos - IntraMed». www.intramed.net. Consultado el 7 de septiembre de 2019. 
  3. Narváez, Carla Contreras; Gilbert, Montserrat Mola; Santiago, Enric Batlle de; Farreres, Jordi Bigas; Serven, Eloy Giné; Crespillo, Josep Cañete (2 de marzo de 2016). «Síndrome de hiperemesis cannabinoide. Reporte de seis nuevos casos clínicos y resumen de casos previos publicados». Adicciones (en inglés) 28 (2): 90-98. ISSN 0214-4840. doi:10.20882/adicciones.776. Archivado desde el original el 10 de junio de 2020. Consultado el 30 de mayo de 2020. 
  4. Feldman, Mark; Friedman, Lawrence S.; Brandt, Lawrence J. (24 de noviembre de 2017). Sleisenger y Fordtran. Enfermedades digestivas y hepáticas: Fisiopatología, diagnóstico y tratamiento. Elsevier Health Sciences. ISBN 978-84-9113-231-8. Consultado el 30 de mayo de 2020. 
  5. México: Secretaría de Salud (27/Marzo/2014). «Tratamiento general de las intoxicaciones y envenenamientos en niños y adultos.». Publicado por CENETEC. Consultado el 16 de octubre de 2024.