La fronda aristocrática en Chile

libro de Alberto Edwards
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La fronda aristocrática en Chile (1928) es un libro del historiador chileno Alberto Edwards Vives en el que da a conocer su interpretación sobre la historia de Chile basado en el orden aristocrático y el autoritarismo. El libro está compuesto por una serie de artículos publicados en el diario El Mercurio, que tienen una lógica histórica común.

La fronda aristocrática en Chile Ver y modificar los datos en Wikidata
de Alberto Edwards Vives Ver y modificar los datos en Wikidata
Género Ensayo Ver y modificar los datos en Wikidata
Tema(s) Historia de Chile Ver y modificar los datos en Wikidata
Idioma Español Ver y modificar los datos en Wikidata
Editorial Imprenta Nacional Ver y modificar los datos en Wikidata
País Chile Ver y modificar los datos en Wikidata
Fecha de publicación 1928 Ver y modificar los datos en Wikidata

Tiene una influencia muy grande de la obra La decadencia de Occidente (1918-1923), de Oswald Spengler, según el cual la cultura occidental estaba en su etapa de agonía de la historia universal. Edwards insertó esta idea a la realidad chilena, y habla de que el momento de mayor esplendor de Chile fue con la «república en forma», creada con los valores del patriotismo, honradez, prudencia y espíritu de empresa, forjados por lo que llamó la «fronda aristocrática».

La obra es puramente interpretativa, y es producto del rechazo de Edwards hacia su época, y como la solución era un giro hacia la tradición. Impactó profundamente y aún se le sigue citando por los intelectuales más conservadores para justificar sus posiciones.

Contenido

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En La fronda aristocrática, Edwards interpreta la historia política chilena del siglo XIX como una permanente pugna entre un estado autoritario y despersonalizado frente a una aristocracia —la «fronda»— que busca evitar el fortalecimiento de un estado central capaz de amagar sus intereses, pero que en ciertos momentos debe entregarse a éste para asegurar la estabilidad de las instituciones, el orden público y el respeto a las prerrogativas de la iglesia.

Sitúa en el pasado colonial el origen de este poder impersonal y el respeto casi inconsciente que por él tiene la población. Las convulsiones políticas que siguieron a la independencia amenazaron los intereses de la aristocracia, que para restaurar el orden aceptó la concentración de poderes en el gobierno y en un líder: Diego Portales.

Para Edwards, Portales fue la figura que logró dar forma a este estado autoritario, impersonal y virtuoso, que generó un orden institucional estable, el progreso de toda la nación y el respeto por los intereses de la aristocracia. Cuando estos factores entraron en contradicción, la aristocracia le retiró su apoyo al estado autoritario y actuó políticamente para debilitarlo. Así se gestó su lucha por el poder con el ejecutivo, del que resultó la Guerra Civil de 1891 y el periodo de la República Parlamentaria, lo cual se vio acelerado por la aparición de la clase media y el proletariado.

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