Miasis

enfermedades causadas por parásitos

La miasis es una enfermedad parasitaria ocasionada por larvas de mosca que afecta los tejidos y órganos de vertebrados (incluyendo a los humanos).[1]​ Aunque hay moscas especializadas en este tipo de parásitos, como Dermatobia hominis, en algunas especies ocurre accidentalmente, por ejemplo, tras su ingestión.

Miasis

Miasis en la región cervical de un humano.
Especialidad infectología

La afectación en humanos y las demás especies es de distribución mundial, pero predomina en las zonas tropical y subtropical.

Las larvas que ocasionan miasis son principalmente de los géneros Sarcophaga, Dermatobia, Oestrus, Gastrophilus, Cochliomyia, Lucilia, Chrysomya y Musca.[2]

Las larvas pueden afectar inicialmente la piel pero pueden migrar posteriormente a diferentes tejidos y órganos a nivel gastrointestinal, genitourinario, auditivo y oftálmico. Estas se alimentan temporalmente de los tejidos vivos o necróticos del hospedador, así como de sus fluidos orgánicos.[2]

Clasificación

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Miasis en un gato.

Según el tipo de parásitos, las moscas que producen miasis se clasifican en tres categorías:[2]

Miasis obligatoria: las larvas son parásitos obligatorios que requieren un huésped para proseguir con el desarrollo larvario. Estas subsisten exclusivamente en tejidos vivos.

Los animales afectados son principalmente mamíferos domésticos, silvestres y el humano, pero en ocasiones infestan aves, reptiles y anfibios. Pueden intervenir las moscas de varias familias como Calliphoridae, Sarcophagidae, Oestridae, Gasterophilidae y Curetebridae.

El género Gasterophilus puede causar miasis entérica en caballos, asnos, mulas, cebras, elefantes y rinocerontes. En el humano es muy rara.[2]

Miasis facultativa: es causada por dípteros que son parásitos oportunistas. En este caso las hembras adultas depositan sus huevos principalmente en excrementos, cadáveres o sobre materia orgánica en proceso de descomposición. Pero bajo condiciones particulares pueden hacerlo sobre organismos vivos.

Miasis accidental: es causada por dípteros de vida libre, pero bajo ciertas circunstancias puede ser ingerido por el huésped y producir infestación de forma accidental.

Clínica en humanos

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Las larvas producen síntomas en los humanos de acuerdo con el sitio del cuerpo en el que se localizan. Pueden infectar tejidos necrótico o vivos en diversos sitios: piel, ojos, oídos, tracto gastrointestinal y genitourinario.[3]​ Pueden invadir heridas abiertas o ulceraciones en la piel. Algunas penetran al cuerpo a través de los orificios nasales o los conductos auditivos. En los humanos las larvas pueden penetrar al tracto gastrointestinal y producir miasis entérica.[4]

Algunas manifestaciones clínicas de la miasis y sus síntomas:[4]

Síndrome Síntomas
Miasis cutánea Úlceras y forúnculos de lento crecimiento.
Miasis nasal Obstrucción de los conductos nasales e irritación severa. En algunos casos puede desarrollarse edema facial y fiebre.
Miasis auditiva Prurito intenso y tremor en el oído, asociado a secreción de sensaciones y zumbidos. Si ocurre en el oído medio, las larvas pueden migrar hasta el cerebro.
Miasis oftálmica Es frecuente, ello causa irritación severa, edema y dolor.
Miasis entérica Dolor abdominal, problemas gastrointestinales, fiebre.

Tratamiento

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En la miasis cutánea, inicialmente debe eliminarse la larva mediante presión o extracción directa. Para facilitar la extracción puede ocluirse la entrada a la lesión con un agente impermeable como vaselina para asfixiar a la larva o aplicar un insecticida en forma local, ambas medidas le ocasionan la muerte, permitiendo su extracción con mayor facilidad debido a que en este estado ya no es capaz de sujetarse al tejido. Posteriormente la lesión debe ser desinfectada y liberada de tejido necrótico y puede requerir el uso de antibióticos.

El ganado puede tratarse con el uso extensivo de ivermectina la cual provee un control inmediato y protección a largo plazo de la infestación.

Miasis inducida

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Larvas de Phaenicia sericata sobre una herida.

La terapia de larvas es una terapia en la que se utilizan larvas estériles criadas en laboratorios de la mosca Phaenicia sericata para limpiar tejidos necróticos de heridas induciendo una miasis controlada. El uso médico es factible debido a que las larvas de este insecto solo se alimentan de tejido desvitalizado dejando intactos los demás tejidos; se cree que con ellos se promueve la cicatrización de la lesión.[5]

Véase también

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Referencias

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  1. Apt, W., López, X., Carvajal, C. & Zulantay, I. 2001. Myiasis por Dermatobia hominis. Presentación de cuatro casos en un grupo familiar. Parasitología al día, 25(3-4). ISSN 0716-0720
  2. a b c d Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Miasis. Consultado el 24 de febrero de 2011.
  3. Ockenhouse, Christian, Samlaska, Curt, Benson, Paul, Roberts, Lyman, Eliasson, Arn, Malane, Susan, and Menich, Mark. “Cutaneous myiasis caused by the African tumbu fly.” Archives of Dermatology 126 (1990):199-202.
  4. a b John, David and Petri, William. Markell and Voge’s Medical Parasitology: 9th Edition. Missouri: Saunders Elsevier, 2006. p. 328-334.
  5. Soares, MO; Iglesias CP, Bland JM, Cullum N, Dumville JC, Nelson EA, Torgerson DJ, Worthy G; VenUS II team. (marzo de 2009). «Cost effectiveness analysis of larval therapy for leg ulcers». BMJ (en inglés). PMID 19304578. doi:10.1136/bmj.b825. Consultado el 21 de junio de 2009.