Mito del cero papel
Antes de la informatización masiva de la economía,[1] el papel en sus distintos formatos y calidades, era el principal y casi único soporte de información, y para su mejor y más sencillo manejo, era dispuesto en estanterías o en archivadores circulares,[2][3] preservado en carpetas o encuadernaciones, y a veces transcrito o trasladado a otros soportes (tarjeta perforada, microfichas, etc). Y precisamente, una de las ventajas que se destacaron en los posteriores proyectos de informatización, fue el menor uso que se podría hacer de la papelería para allí registrar datos, con la posibilidad incluso de llegar al ideal del « cero papel ». De esta forma, entre otras cosas sería posible hacer economías significativas en el consumo del papel, y de generar así beneficios significativos en el plano económico pero también en el plano medioambiental. Algunos estudios[4] muestran que la « dematerialización » (término en realidad poco apropiado para designar el pasaje del soporte de información de tipo material o físico a soporte electrónico o similar), no suprime en realidad el consumo de papel, ya que este insumo continuó siendo necesario como soporte de información en muchas oficinas e instituciones de todo tipo, y aún en el entorno de los centros informáticos, a través de impresiones (a veces para uso interno de los programadores en la depuración de programas), a través de fotocopias (para por ejemplo manejar en las reuniones…), etc.
De todas maneras, el consumo global de papel ha continuado creciendo a pesar de la informatización, y por ejemplo entre 1988 y 1998, el consumo de papel en los países industrializados ha aumentado en 24 %, a pesar de que en este período, la capacidad del almacenamiento electrónico de datos se desarrolló a gran velocidad.[5]
Bien podría afirmarse entonces que el pasaje al « cero papel » es una falacia o un mito.[6][7] Para algunos investigadores de la 'École Polytechnique Universitaire de Montpellier', el « cero papel » no es más que un eslogan detrás del cual las industrias de informática y de telecomunicaciones por largo tiempo se sintieron amparadas respecto de la responsabilidad social que les podría ser imputada.[5] Para Florence Rodhain, investigador en el centro de estudios de Montpellier que viene de ser citado, las nuevas tecnologías, como por ejemplo las tabletas digitales, no fueron introducidas en las empresas con algún objetivo ecológico.[8]
No obstante, se continúa pensando que la « dematerialización » permitiría alcanzar fácilmente objetivos de desarrollo sostenible. Obviamente, el balance medioambiental de la dematerialización no es muy simple de establecer.[9] Por ejemplo, la actividad correo de los servicios postales está en retroceso libre en todo el mundo. En Francia por ejemplo, después de « haber crecido hasta el año 2001 », el volumen del correo de tipo tradicional « comenzó a decrecer a partir del año 2002 al ritmo de algo menos del 1 % anual, para alcanzar el 3 % anual en el año 2008 »,[10] y luego el 3,5 % anual en el año 2010,[11] lo que representa un volumen considerable de pérdida de tráfico. En el año 2010, el grupo francés La Poste anticipaba que « la evolución del uso del correo tradicional, comportará una baja de volumen del 30 % en los próximos 5 años, según otros operadores postales europeos ».[12]
Siempre refiriéndonos a Francia, cabe señalar que el llamado 'Plan France numérique 2020'[13][14][15][16] prevé que « el papel como soporte de información deberá ser definitivamente abandonado en la administración, y por tanto la totalidad de las tareas administrativas deberán ser dematerializadas ».[17]
Véase también
editarReferencias
editar- ↑ Michel Gollac, Nathalie Greenan, Sylvie Hamon-Cholet, L’informatisation de l’«ancienne» économie : nouvelles machines, nouvelles organisations et nouveaux travailleurs (documento pdf), Économie et Statistique n° 339-340, 2000, pp. 171-201.
- ↑ Archivadores de oficina, sitio digital 'Schwartz'.
- ↑ Libreros y archivadores Archivado el 22 de febrero de 2016 en Wayback Machine., sitio digital 'Diseño y muebles'.
- ↑ Sortie du Livre blanc : « Papier et dématérialisation, une dualité au service de l’initiative environnementale » Archivado el 16 de febrero de 2016 en Wayback Machine. (documento original pdf), sitio digital 'Capital', 7 de octubre de 2008.
- ↑ a b Florence Rodhain, Bernard Fallery, Après la prise de conscience écologique, les T.I.C. en quête de responsabilité sociétale (documento original pdf), sitio digital 'HAL archives', trabajo presentado en el '15 ème Congrès de l'AIM', 2010, La Rochelle, Francia (pp. 1-28, consultar específicamente p. 5) <hal-00821450>
- ↑ Thomas Henry, Le zéro papier passe par le papier, sitio digital 'Les Échos', 16 de febrero de 2012.
- ↑ Philippe Leroy, L’objectif zéro papier dans les entreprises est un mythe', sitio digital 'Le Journal du Net', 30 de julio de 2008.
- ↑ Le zéro papier est un mythe (documento pdf), entrevista a Florence Rodhain, 'Le Nouvel Économiste' n° 1569, 2-8 de junio de 2011.
- ↑ Sébastien Gillot, La dématérialisation et le « zéro papier », sitio digital 'Le Journal du Net', 19 de septiembre de 2008.
- ↑ La Poste confrontée à la baisse du courrier, sitio digital 'Libération', 26 de junio de 2009.
- ↑ La Poste aurait supprimé 11 694 emplois en 2010, sitio digital 'Le Monde', 10 de marzo de 2011.
- ↑ Le groupe La Poste présente son ambition 2015, sitio digital 'La Poste', comunicado de prensa, 15 de abril de 2010.
- ↑ Les défis du plan France Numérique 2020 par Olivier Ezratty, sitio digital 'FrenchWeb', 25 de julio de 2011.
- ↑ Marie-Cécile Renault, Éric Besson lance son plan France numérique 2020, sitio digital 'Le Figaro', 30 de noviembre de 2011.
- ↑ Plan France numérique 2012-2020 : bilan et perspectives, sitio digital 'Le portail de l'Économie et des Finances', noviembre de 2011.
- ↑ Plan France Numérique 2012-2020 : les 57 objectifs détaillés, sitio digital 'Next Inpact', 1 de diciembre de 2011.
- ↑ Guillaume Bregeras, Disparition du papier dans le plan France numérique 2020, sitio digital 'France Graphique', 14 de diciembre de 2011.