Modelo nórdico
El modelo nórdico, también conocido como modelo escandinavo, comprende las políticas económicas y sociales, así como las prácticas culturales, comunes de los países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia).[1] El modelo nórdico incluye un exhaustivo Estado del bienestar y un sistema de negociación colectiva multinivel que combina el respeto a los fundamentos económicos del capitalismo de mercado libre con el corporativismo social,[2][3][4] con un alto porcentaje de la fuerza laboral sindicalizada y un gran porcentaje de la población empleada por el sector público (aproximadamente el 30 % de la fuerza laboral).[5] El modelo nórdico empezó a recibir atención tras la Segunda Guerra Mundial.[6][7]
Los tres países escandinavos (Suecia, Dinamarca y Noruega) son monarquías constitucionales, mientras que Finlandia e Islandia han sido repúblicas desde el siglo xx. Actualmente, los países nórdicos son considerados profundamente democráticos y todos ellos tienen una forma de gobierno unicameral y sistemas electorales de representación proporcional. Aunque hay diferencias significativas entre estos países,[8] todos ellos tienen algunos rasgos comunes. Entre estos se encuentran un Estado del bienestar universal dirigido específicamente a mejorar la autonomía individual y a promover la movilidad social, un sistema corporativista basado en un acuerdo tripartito en base al cual los representantes de los trabajadores y de los empresarios negocian los salarios y la política laboral con la mediación del Gobierno,[9] y el reconocimiento de la propiedad privada en el marco de una economía mixta de mercado.[10]
La característica definitoria del modelo nórdico es un sistema de negociación colectiva corporativista. Tras la desaparición del contexto expansivo proporcionado por la edad de oro del capitalismo y la globalización, unida a la disolución de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría, el modelo nórdico ha estado en decadencia. Desde la década de 1980, la influencia del trabajo organizado ha disminuido y los sistemas de negociación colectiva han perdido importancia, al mismo tiempo que se han producido reducciones en el gasto social, una menor regulación y la privatización de servicios públicos, como parte de un movimiento hacia el capitalismo de libre mercado y el sector privado dentro del paradigma neoliberal; esto ha sido descrito como la «Gran Restauración Capitalista» de las décadas de 1980 y 1990, que comenzó en Suecia.[11][12] Más recientemente, un análisis de 2019 apunta a un alejamiento del neoliberalismo y a una repolitización del modelo nórdico, incluida una mayor cooperación entre los países nórdicos.[13]
A fecha de 2018, todos los países nórdicos se encuentran entre los países con un mayor IDH ajustado por desigualdad e índice de paz global. En 2019, los cinco países nórdicos se encuentran entre los diez países mejor clasificados en el índice global de felicidad,[14]además de clasificar entre los puestos más altos de libertad económica según la Heritage Foundation.[15]
Historia
editarEl origen del modelo nórdico se remonta al «gran compromiso» entre trabajadores y empresarios impulsado por los partidos agrarios y obreros en la década de 1930. Tras un largo periodo de crisis económica y lucha de clases, el «gran compromiso» sirvió como base del modelo nórdico de bienestar y de organización del mercado de trabajo posterior a la Segunda Guerra Mundial. La característica fundamental del modelo nórdico era la coordinación centralizada de la negociación de salarios entre empresarios y sindicatos, denominada «asociación social», que proporcionó un medio pacífico para abordar el conflicto de clases entre el capital y el trabajo.[3]
Aunque a menudo se atribuye únicamente a la gobernanza socialdemócrata, la paternidad del modelo nórdico se debe en realidad a una mezcla de partidos políticos principalmente socialdemócratas, pero en Finlandia e Islandia también centristas y de derechas, junto con la confianza social que surgió del «gran compromiso» entre el capital y el trabajo. La influencia de cada uno de estos factores fue diferente en cada país: los partidos socialdemócratas tuvieron un papel más importante en la formación del modelo nórdico en Suecia, Dinamarca y Noruega, mientras que en Islandia y Finlandia los partidos de derechas tuvieron un papel más relevante en la creación de los modelos sociales de sus respectivos países.[16]
Las políticas de seguridad social y negociación colectiva de salarios retrocedieron tras los desequilibrios económicos de la década de 1980 y las crisis financieras de la década de 1990, que condujeron a unas políticas fiscales más restrictivas, que fueron más pronunciadas en Suecia e Islandia. No obstante, el gasto social de los países nórdicos siguió siendo elevado en comparación con la media europea.[12]
Noruega
editarEl «gran compromiso» de Noruega surgió como respuesta a la crisis de principios de la década de 1930 entre la confederación de sindicatos y la Asociación Noruega de Empresarios, que llegaron a un acuerdo sobre los estándares nacionales aplicables a las relaciones entre el trabajo y el capital y sentaron las bases de la armonía social que caracterizaría todo el periodo de los compromisos. Sin embargo, entre las décadas de 1980 y de 1990, Noruega experimentó más reformas neoliberales y más privatización que Suecia durante esa misma época, lo que ha llevado a algunos estudiosos a afirmar que el modelo nórdico dependía de la fase dinámica del capitalismo occidental que duró de 1945 a 1973.[17]
Actualmente, el Estado noruego mantiene importantes participaciones en sectores industriales estratégicos (petróleo, gas natural, minerales, madera, pescado y agua fresca). La industria petrolífera supone aproximadamente un cuarto del producto interno bruto (PIB) del país.[18]
Suecia
editarEn Suecia, el gran compromiso fue impulsado por el Acuerdo de Saltsjöbaden suscrito por asociaciones de empresarios y sindicatos en 1938 en la localidad costera de Saltsjöbaden. Este acuerdo sentó las bases de las relaciones industriales escandinavas durante toda la edad de oro del capitalismo. El modelo sueco de capitalismo se desarrolló bajo los auspicios del Partido Socialdemócrata Sueco, que llegó al poder en 1932 y lo mantuvo de forma ininterrumpida hasta 1976. Si bien inicialmente difería muy poco de otros países capitalistas industrializados, tras la Segunda Guerra Mundial, el peso del Estado aumentó para proporcionar un exhaustivo Estado del bienestar y cuantiosas inversiones en infraestructuras, hasta alcanzar un consenso ampliamente socioliberal en la década de 1950.[3]
En la década de 1950, Olof Palme y el primer ministro Tage Erlander formularon la base de la socialdemocracia sueca y del que sería conocido como el «modelo sueco», inspirándose no en el socialismo reformista sino en el economista americano John Kenneth Galbraith y las ideas liberales que articuló en su libro The Affluent Society. La base ideológica de la «sociedad acomodada» sueca descansaba sobre un Estado del bienestar universal que proporcionaba a los ciudadanos seguridad económica al mismo tiempo que promovía la solidaridad social, lo que suponía una ruptura con las nociones anteriores de suministro selectivo de bienestar en Suecia. El modelo sueco se caracterizaba por un fuerte movimiento obrero, así como por la presencia de instituciones inclusivas de bienestar financiadas con fondos públicos y habitualmente también de administración pública.
Sin embargo, a principios de la década de 1980, el modelo sueco empezó a sufrir a causa de los desequilibrios económicos internacionales, la disminución de la competitividad y la fuga de capitales. Como consecuencia, se plantearon dos soluciones diametralmente opuestas para reestructurar la economía sueca: la primera era una transición al socialismo mediante la socialización de los medios de producción y la segunda era proporcionar unas condiciones favorables para la formación de capital privado abrazando el neoliberalismo. El modelo sueco fue desafiado primero en 1976 por el Plan Rehn-Meidner promovido por la Confederación de Sindicatos Suecos, que pretendía la socialización gradual de las empresas suecas mediante fondos de asalariados. El Plan Rehn-Meidner pretendía colectivizar la formación de capital en dos generaciones haciendo que los fondos de asalariados ostentaran participaciones mayoritarias en las corporaciones suecas en nombre de los trabajadores. Esta propuesta fue apoyada por Olof Palme y la dirección del Partido Socialdemócrata, pero no cosechó suficiente apoyo tras el asesinato de Palme y fue derrotado por los conservadores en las elecciones generales de Suecia de 1991.[19]
Dinamarca
editarLas reformas de bienestar social surgieron del Acuerdo de Kanslergade de 1933, en el marco de un paquete de compromisos para salvar la economía danesa.[3]
Características generales
editarLas características principales del modelo nórdico son las siguientes:[20]
- Una elaborada red de seguridad social, además de servicios públicos como educación pública y asistencia sanitaria universal,[20] en un sistema financiado principalmente a través de impuestos.[21]
- Fuertes derechos de propiedad, de cumplimiento de contratos y facilidad para hacer negocios.[22]
- Planes públicos de pensiones.[20]
- Libre comercio, combinado con la distribución colectiva de riesgos mediante programas sociales e instituciones del mercado de trabajo, que han proporcionado protección ante los riesgos asociados a la apertura económica.[20]
- Poca regulación del mercado de productos. Los países nórdicos se clasifican en los primeros puestos de libertad del mercado de productos según la OCDE.[20]
- Bajos niveles de corrupción.[20] En el índice de percepción de corrupción de Transparencia Internacional de 2015, Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia se clasificaron entre los diez menos corruptos de los 167 países evaluados.[23]
- Un alto porcentaje de trabajadores pertenece a un sindicato.[24] En 2013, la densidad sindical era del 88 % en Islandia, 69 % en Dinamarca, 67 % en Suecia, 66 % en Finlandia y 51 % en Noruega. En comparación, era del 18 % en Alemania, 11 % en los Estados Unidos y 8 % en Francia.[25] La densidad más baja de Noruega se debe principalmente a la ausencia de un sistema de Gante desde 1938, a diferencia de Dinamarca, Finlandia, Suecia e Islandia.[26]
- Una asociación entre empresarios, sindicatos y el gobierno, en virtud de la cual estos agentes sociales negocian los términos de la regulación del trabajo entre ellos, en lugar de que estos términos sean impuestos por la ley.[27][28] Suecia ha descentralizado la coordinación de salarios mientras que Finlandia es considerada la menos flexible.[20] Las cambiantes condiciones económicas han dado lugar a temor entre los trabajadores y a la resistencia de los sindicatos ante las reformas.[20] Al mismo tiempo, las reformas y el desarrollo económico parecen haber reducido el desempleo, que tradicionalmente ha sido más alto. Los Socialdemócratas daneses llevaron a cabo reformas de flexiguridad en 1994 y 1996.
- Según los índices globales de felicidad de las Naciones Unidas, los países más felices del mundo están concentrados en el norte de Europa. Los nórdicos se clasificaron en los primeros puestos en los indicadores de PIB real per cápita, esperanza de años de vida saludable, tener a alguien con quien contar, libertad para tomar decisiones vitales, generosidad y ausencia de corrupción.[29] Todos los países nórdicos se encuentran entre los diez países mejor clasificados en el índice global de felicidad de 2018; Finlandia y Noruega ocupan los dos primeros puestos.[30]
- Los países nórdicos recibieron la clasificación más alta en cuanto a protección de los derechos de los trabajadores en el Global Rights Index de 2014 de la Confederación Sindical Internacional; Dinamarca fue el único país que recibió una puntuación perfecta.[31]
- Suecia con un 56.6 % del PIB, Dinamarca con un 51.7 % y Finlandia con un 48.6 % tienen un gasto público muy alto.[32] Una de las razones de este elevado gasto público es el gran número de empleados públicos, que trabajan en varios campos, incluida la educación, la sanidad y para el propio gobierno. A menudo tienen una mayor seguridad laboral y constituyen aproximadamente un tercio de la fuerza laboral (más del 38 % en Dinamarca). El gasto público en transferencias sociales como prestaciones por desempleo y programas de jubilación anticipada también es alto. En 2001, las prestaciones por desempleo basadas en los salarios eran de en torno al 90 % del salario en Dinamarca y del 80 % en Suecia, en comparación con el 75 % de los Países Bajos y el 60 % de Alemania. Además, los desempleados reciben prestaciones durante varios años antes de su reducción, en lugar de la rápida reducción de las prestaciones en otros países.
- El gasto público en sanidad y educación en Dinamarca, Noruega y Suecia es significativamente más alto que la media de la OCDE.[33]
- La presión fiscal, como porcentaje del PIB, es alta: un 45.9 % en Dinamarca y un 44.1 % en Finlandia y Suecia.[34] Los países nórdicos tienen unos tipos impositivos relativamente proporcionales, lo que significa que incluso aquellos con ingresos medios y bajos son gravados a unos niveles relativamente altos.[35][36]
Política del mercado de trabajo
editarLos países nórdicos comparten políticas activas del mercado de trabajo en el marco de un modelo económico corporativista que pretende reducir el conflicto entre los trabajadores y los intereses del capital. El sistema corporativista es más amplio en Noruega y en Suecia, donde las federaciones de empresarios y los representantes de los trabajadores negocian a nivel nacional con la mediación del gobierno. Las intervenciones en el mercado de trabajo están dirigidas a proporcionar recapacitación profesional y reubicación laboral.[37]
El mercado de trabajo nórdico es flexible, y las leyes hacen fácil que los empresarios contraten y despidan trabajadores o introduzcan tecnología que ahorre mano de obra. Para mitigar los efectos negativos en los trabajadores, las políticas del mercado de trabajo están diseñadas para proporcionar generosos servicios de bienestar social, recapacitación profesional y reubicación laboral para limitar cualquier conflicto entre el capital y el trabajo que pudiera surgir.[38]
Sistema económico
editarEl modelo nórdico está basado en un sistema económico capitalista mixto con un alto grado de propiedad privada,[39] con la excepción de Noruega, que tiene un gran número de empresas de propiedad estatal y participaciones estatales significativas en empresas que cotizan en bolsa.[40]
El modelo nórdico puede describirse como un sistema de capitalismo competitivo combinado con un gran porcentaje de población empleada por el sector público (aproximadamente el 30 % de la fuerza laboral).[5] En 2013, The Economist describió a los países nórdicos como «firmes partidarios del libre comercio que resisten la tentación de intervenir incluso para proteger empresas emblemáticas», al mismo tiempo que buscan maneras para mitigar los efectos adversos del capitalismo, y afirmó que los países nórdicos son «probablemente los mejor gobernados del mundo».[5][41] Algunos economistas se han referido al modelo económico nórdico como una forma de «capitalismo tierno», con bajos niveles de desigualdad, un generoso Estado del bienestar y una reducida concentración de las rentas más altas, oponiéndolo al «capitalismo feroz» de los Estados Unidos, que tiene menos servicios públicos, altos niveles de desigualdad y una mayor concentración de las rentas más altas.[20][42][43]
A partir de la década de 1990, la economía sueca adoptó reformas neoliberales[44][45] que redujeron el peso del sector público, lo que provocó el crecimiento más rápido de la desigualdad de todas las economías de la OCDE.[46] No obstante, la desigualdad de rentas en Suecia sigue siendo menor que en la mayor parte de los otros países.[47]
Particularidades de Noruega
editarEl Estado noruego tiene participaciones en muchas de las empresas cotizadas en bolsa más grandes del país, es propietario del 37 % del mercado de valores de Oslo[48] y gestiona las empresas no cotizadas en bolsa más grandes del país, incluidas Equinor y Statkraft. The Economist afirma que «tras la Segunda Guerra Mundial el gobierno nacionalizó todas las participaciones empresariales alemanas en Noruega y terminó siendo propietario del 44 % de las acciones de Norsk Hydro. La fórmula de controlar empresas a través de acciones en lugar de regulación parecía funcionar bien, por lo que el gobierno la usó siempre que fuera posible. "Nosotros inventamos la manera china de hacer las cosas antes que los chinos", dijo Torger Reve de la Escuela de Negocios de Noruega».[48]
El gobierno también gestiona un fondo soberano de inversión, el Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega, que tiene entre sus objetivos preparar a Noruega para un futuro post-petróleo, pero «inusualmente entre los países productores de petróleo, también es un gran partidario de los derechos humanos, y poderoso, gracias a su control del premio Nobel de la Paz».[49]
Noruega es la única economía importante del mundo occidental en la que las generaciones más jóvenes son cada vez más ricas, con un aumento del 13 % de la renta disponible en 2018, desafiando la tendencia experimentada en otras naciones occidentales, en las que los millennials son más pobres que las generaciones anteriores.[50]
Modelo nórdico de bienestar
editarEl modelo nórdico de bienestar se refiere a las políticas sociales de bienestar de los países nórdicos, que también están relacionadas con sus políticas del mercado de trabajo. El modelo nórdico de bienestar se distingue de otros tipos de estados del bienestar por su énfasis en maximizar la participación de la fuerza laboral, promoviendo la igualdad de género y el igualitarismo mediante unos elevados niveles de prestaciones sociales, una importante redistribución de renta y un uso liberal de la política fiscal expansiva.[51]
Aunque hay diferencias entre los países nórdicos, todos ellos comparten un amplio compromiso con la cohesión social y una naturaleza universal del suministro de bienestar, dirigido a salvaguardar el individualismo proporcionando protección para los individuos y grupos sociales más vulnerables y maximizando la participación pública en la toma de decisiones sociales. Se caracteriza por su flexibilidad y apertura a la innovación en el suministro de bienestar. Los sistemas nórdicos de bienestar están financiados principalmente a través de impuestos.[52]
A pesar de los valores comunes, los países nórdicos adoptan diferentes enfoques para la administración práctica del Estado del bienestar. Dinamarca tiene un alto grado de suministro de servicios públicos y bienestar por el sector privado, junto con una política migratoria de asimilación. El modelo de bienestar de Islandia se basa en un modelo de «bienestar para trabajar», mientras que parte del Estado del bienestar de Finlandia incluye que el tercer sector desempeñe un papel importante en el cuidado de los mayores. Por su parte, Noruega se basa más ampliamente en el suministro público de bienestar.[52]
Reducción de la pobreza
editarEl modelo nórdico ha conseguido reducir significativamente la pobreza.[53] En 2011, las tasas de pobreza sin tener en cuenta los efectos de los impuestos y las transferencias eran del 24.7 % en Dinamarca, 31.9 % en Finlandia, 21.6 % en Islandia, 25.6 % en Noruega y 26.5 % en Suecia. Tras tener en cuenta impuestos y transferencias, las tasas de pobreza en ese mismo año eran del 6 %, 7.5 %, 5.7 %, 7.7 % y 9.7 % respectivamente, lo que supone una reducción media de 18.7 puntos porcentuales.[54] En comparación con los Estados Unidos, que tiene una tasa de pobreza del 28.3 % antes de impuestos y transferencias y del 17.4 % después de impuestos y transferencias, con una reducción de 10.9 puntos porcentuales, los efectos de los impuestos y las transferencias en la pobreza en los países nórdicos son sustancialmente mayores.[54] Sin embargo, en comparación con Francia (reducción de 27 puntos porcentuales) y Alemania (reducción de 24.2 puntos porcentuales), el efecto medio en los países nórdicos es menor.[54]
Igualdad de género
editarRespecto a la igualdad de género, los países nórdicos tienen una de las menores brechas laborales de género de todos los países de la OCDE,[55] con menos de 8 puntos en todos los países nórdicos, según los estándares de la Organización Internacional del Trabajo.[56] Los países nórdicos han estado en la vanguardia de la implementación de políticas que promueven la igualdad de género. Por ejemplo, los gobiernos escandinavos estuvieron entre los primeros que hicieron ilegal que las empresas despidan a mujeres por motivos de matrimonio o maternidad. La proporción de madres trabajadoras de los países nórdicos es mayor que en cualquier otra región y las familias disfrutan de una legislación pionera sobre permisos por paternidad que compensa tanto a los padres como a las madres por trasladarse del trabajo a casa para cuidar de sus hijos.[57] Aunque los detalles de las políticas de igualdad de género respecto al trabajo varían entre los diferentes países, hay un enfoque generalizado en los países nórdicos para fomentar el «empleo continuo a tiempo completo» tanto para los hombres como para las mujeres, incluidos los padres y madres solteros, dado que son conscientes de que algunas de las brechas de género más importantes surgen de la paternidad. Además de recibir incentivos para tomar permisos por paternidad compartibles, las familias nórdicas se benefician de una educación subvencionada, del cuidado de la primera infancia y de actividades extraescolares para los niños que se han inscrito en educación a tiempo completo.[55]
Los países nórdicos han estado en la vanguardia de la defensa de la igualdad de género, como demuestran históricamente los sustanciales incrementos en el empleo de las mujeres. Entre 1965 y 1990, la tasa de empleo en Suecia de las mujeres en edad de trabajar (15-64 años) aumentó del 52.8 % al 81.0 %.[56] En 2016, unas tres de cada cuatro mujeres en edad de trabajar en los países nórdicos estaban participando en un trabajo remunerado. Sin embargo, las mujeres son todavía las principales usuarias del permiso por paternidad compartible (los padres usan menos del 30 % de sus días pagados por el permiso por paternidad), las mujeres extranjeras tienen una representación insuficiente[55] y un país como Finlandia todavía tiene una importante brecha salarial de género (de media, las mujeres solo ganan el 83 % de lo que gana un hombre).[58]
Influencia del luteranismo
editarAlgunos académicos han teorizado que el luteranismo, la tradición religiosa dominante de los países nórdicos, ha tenido un efecto significativo en el desarrollo de la socialdemocracia en esos países. Schröder argumenta que el luteranismo fomentó la idea de una comunidad nacional de creyentes y por tanto condujo a una mayor implicación del Estado en la vida económica y social, permitiendo la solidaridad y la coordinación económica nacional.[59][60][61] Pauli Kettunen presenta el modelo nórdico como el resultado de una especie de mítica «ilustración campesina luterana», caracterizando el modelo nórdico como el resultado final de una especie de «luteranismo secularizado».[61][62] Sin embargo, el discurso académico dominante sobre esta cuestión se centra en la «especificidad histórica», según la cual la estructura centralizada de la iglesia luterana es solo un aspecto entre todos los valores culturales y las estructuras estatales que condujeron al desarrollo del Estado del bienestar en los países nórdicos.[63]
Recepción
editarEl modelo nórdico ha tenido una recepción positiva entre algunos políticos y politólogos americanos. Jerry Mander ha comparado el modelo nórdico con una especie de sistema «híbrido» que mezcla la economía capitalista con los valores socialistas, representando una alternativa al modelo anglosajón de capitalismo.[64] El senador Bernie Sanders ha apuntado a Escandinavia y al modelo nórdico como algo de lo que los Estados Unidos pueden aprender, en particular con respecto a la protección y las prestaciones sociales que el modelo concede a los trabajadores y su provisión de asistencia sanitaria universal.[65][66][67] Según Naomi Klein, el antiguo líder soviético Mijaíl Gorbachov intentó desplazar a la Unión Soviética en una dirección similar a la del modelo nórdico, combinando una economía de mercado con una extensa red de seguridad social, pero manteniendo la propiedad pública de sectores estratégicos de la economía, ingredientes que creía que transformarían a la Unión Soviética en un «faro socialista para toda la humanidad».[68][69]
El modelo nórdico también ha sido recibido positivamente por varios científicos sociales y economistas. El profesor de sociología y ciencia política Lane Kenworthy defiende que los Estados Unidos hagan una transición gradual hacia una socialdemocracia similar a la de los países nórdicos, definiendo la socialdemocracia del siguiente modo: «La idea detrás de la socialdemocracia es hacer mejor al capitalismo. Hay desacuerdo sobre cómo hacer exactamente eso, y algunos pueden pensar que las propuestas de mi libro no son una verdadera socialdemocracia, pero yo considero que es un compromiso para usar el gobierno para hacer mejor la vida de las personas en una economía capitalista. En gran medida, eso consiste en usar programas de seguro público: transferencias y servicios gubernamentales».[70]
El economista Joseph Stiglitz, ganador del premio Nobel de Economía, ha observado que hay una mayor movilidad social en los países escandinavos que en los Estados Unidos y argumenta que ahora Escandinavia es la tierra de las oportunidades que antiguamente fueron los Estados Unidos.[71] La escritora americana Ann Jones, que vivió cuatro años en Noruega, sostiene que «los países nórdicos dan a su población libertad del mercado usando el capitalismo como una herramienta para beneficiar a todos», mientras que en los Estados Unidos «la política neoliberal puso a los zorros a cargo del gallinero, y los capitalistas han usado la riqueza generada por sus empresas (así como las manipulaciones financieras y políticas) para capturar el Estado y desplumar a las gallinas».[72]
El economista Jeffrey Sachs es un defensor del modelo nórdico, del que ha afirmado que es «la prueba de que el capitalismo moderno puede combinarse con la decencia, la justicia, la confianza, la honestidad y la sostenibilidad medioambiental».[73]
La combinación nórdica de un extenso suministro público de bienestar y una cultura individualista ha sido descrita por Lars Trägårdh del Colegio Universitario Ersta Sköndal como un «individualismo de Estado».[49]
Una encuesta de 2016 del think tank Israel Democracy Institute mostró que cerca del 60 % de los judíos de Israel preferían una economía de «modelo escandinavo», con altos impuestos y un robusto Estado del bienestar.[74]
Conceptos erróneos
editarGeorge Lakey, autor de Viking Economics, afirma que los americanos generalmente malinterpretan la naturaleza del Estado del bienestar nórdico:
Los americanos se imaginan que «Estado del bienestar» significa el Estado del bienestar estadounidense con esteroides. En realidad, los nórdicos desecharon su sistema de bienestar de estilo americano hace al menos sesenta años, y lo sustituyeron con servicios universales, lo que quiere decir que todos —ricos y pobres— tienen acceso a una educación gratuita, servicios médicos gratuitos, cuidado de la tercera edad gratuito, etc.[75]
En su papel como asesor económico de Polonia y Yugoslavia en su periodo de transición postsocialista, Jeffrey Sachs observó que las diferentes formas específicas de capitalismo occidental como la socialdemocracia sueca y el liberalismo thatcherista son prácticamente idénticas en comparación con la Europa del Este de la década de 1990:
Los países del este deben rechazar cualquier idea sobre una «tercera vía», como un quimérico «socialismo de mercado» basado en la propiedad pública o la autogestión de los trabajadores, e ir directamente a una economía de mercado de estilo occidental. [...] El debate principal en la reforma económica debería ser sobre los medios de transición, no sobre los fines. Europa del Este seguirá discutiendo sobre los fines: por ejemplo, si aspirar a una socialdemocracia de estilo sueco o a un liberalismo thatcherista, pero eso puede esperar. Tanto Suecia como el Reino Unido tienen una propiedad privada casi completa, mercados financieros privados y mercados de trabajo activos. Hoy [en 1990] Europa del Este no tiene ninguna de estas instituciones: por eso, los modelos alternativos de Europa Occidental son casi idénticos.[76]
En un discurso en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, el primer ministro danés Lars Løkke Rasmussen abordó el concepto erróneo americano de que el modelo nórdico es una forma de socialismo, afirmando: «Sé que algunas personas en los Estados Unidos asocian el modelo nórdico con una especie de socialismo. Por eso, me gustaría dejar clara una cosa: Dinamarca está lejos de ser una economía planificada socialista, Dinamarca es una economía de mercado».[77]
Críticas
editarLos economistas socialistas John Roemer y Pranab Bardhan han criticado la socialdemocracia de estilo nórdico por su cuestionable eficacia en promover el igualitarismo y por su falta de sostenibilidad. Apuntan que la socialdemocracia nórdica exige la existencia de un fuerte movimiento obrero para sostener la gran magnitud de la redistribución necesaria, argumentando que es idealista pensar que se pueden conseguir unos niveles similares de redistribución en países con unos movimientos obreros más débiles. Observan que incluso en los países escandinavos la socialdemocracia ha estado en decadencia desde el debilitamiento del movimiento obrero a partir de principios de la década de 1990, concluyendo que la sostenibilidad de la socialdemocracia es limitada. Roemer y Bardham opinan que establecer una economía socialista de mercado cambiando la propiedad de las empresas sería más eficaz para obtener resultados igualitarios que la redistribución socialdemócrata, particularmente en países con movimientos obreros débiles.[78]
El historiador Guðmundur Jónsson afirma que sería inexacto incluir a Islandia en una característica del modelo nórdico, la democracia consensual. Escribe que: «La democracia islandesa se puede describir como más enfrentada que consensual en estilo y práctica. El mercado de trabajo estaba plagado de conflictos y huelgas con más frecuencia que en Europa, lo que provocó una tensa relación entre el gobierno y los sindicatos. En segundo lugar, Islandia no compartió la tradición nórdica de compartir el poder ni el corporativismo en lo que respecta a las políticas del mercado de trabajo y a la política macroeconómica, principalmente debido a la debilidad de los partidos socialdemócratas y de la izquierda en general. En tercer lugar, el proceso legislativo no mostró una tendencia hacia la construcción de consensos entre el gobierno y la oposición ni el apoyo a legislación clave. En cuarto lugar, el estilo político en los procedimientos legislativos y el debate público en general tendió a ser de naturaleza enfrentada en lugar de consensual».[79]
En un estudio de 2017, los economistas Rasmus Landersøn y James J. Heckman compararon la movilidad social estadounidense y danesa y descubrieron que no es tan alta en los países nórdicos como parecen indicar los datos, aunque Dinamarca tiene una mayor movilidad de ingresos. Fijándose exclusivamente en los salarios (antes de impuestos y transferencias), la movilidad social danesa y estadounidense son muy similares. Es solo tras tener en cuenta el efecto de los impuestos y las transferencias cuando la movilidad social danesa mejora, indicando que las políticas económicas redistributivas dan la impresión de una mayor movilidad social. Además, la mayor inversión de Dinamarca en educación pública no mejoró la movilidad educativa de manera significativa, lo que quiere decir que sigue siendo poco probable que los hijos de padres sin educación universitaria reciban educación universitaria, aunque esta inversión pública sí que resultó en unas mejores habilidades cognitivas entre los niños pobres daneses en comparación con sus compañeros estadounidenses. También encontraron evidencias de que las generosas políticas de bienestar podían desanimar la búsqueda de una educación superior debido a la disminución de los beneficios económicos que ofrecen los trabajos de nivel universitario y el aumento de prestaciones sociales para los trabajadores de un menor nivel educativo.[80]
El modelo nórdico y la socialdemocracia
editarLos socialdemócratas han desempeñado un papel esencial para dar forma al modelo nórdico, y las políticas implementadas por los socialdemócratas han sido fundamentales para fomentar la cohesión social de los países nórdicos.[82] Entre politólogos y sociólogos, el término «socialdemocracia» se ha generalizado para describir el modelo nórdico debido a la influencia de los gobiernos de partidos socialdemócratas en Suecia y Noruega. Según el sociólogo Lane Kenworthy, el significado de «socialdemocracia» en este contexto se refiere a una variante del capitalismo basada en la predominancia de la propiedad privada y los mecanismos de asignación del mercado junto con un conjunto de políticas destinadas a promover la seguridad económica y la igualdad de oportunidades en el marco de una economía capitalista, en oposición a las ideologías políticas que pretenden sustituir el sistema capitalista.[83][84]
Véase también
editarReferencias
editar- ↑ Simon, Carsta (20 de diciembre de 2017). «Why Norwegians Don't Have Their Pigs in the Forest: Enlightening the Nordic Art of 'Co-operation'». Behavior and Social Issues (en inglés) 26: 172. ISSN 1064-9506. doi:10.5210/bsi.v26i0.7317.
- ↑ Rosser, J. Barkley; Rosser, Marina V. (2003). Comparative Economics in a Transforming World Economy (en inglés) (2.ª edición). Cambridge, Massachusetts: MIT Press. p. 226. ISBN 978-0-262-18234-8. Consultado el 7 de marzo de 2021..
- ↑ a b c d Simon Reid, Henry (2015). The Political Origins of Inequality: Why a More Equal World Is Better for Us All (en inglés). University of Chicago Press. p. 132. ISBN 978-0226236797. «The dynamics were slightly different in each country. The social welfare reforms that emerged out of the Kanslergae Agreement in Denmark in 1933 came at the height of the interwar economic crisis and was part of a wider compromise package to save the Danish economy. It was a coincidence, but a telling one, that on the same day that the agreement was ratified, Hitler was appointed chanceller of the Reich in Berlin, convinced that he had a better way of saving the economy. In Sweden, the politics of grand compromise were pushed forward with the so-called Basic Agreement – essentially a commitment to the spirit of give-and-take in labour disputes – signed by the employer and labour union associations at the unprepossessing seaside retreat of Saltsjobaden in 1938…But in truth the Agreement was the foundation for the relative industrial harmony that would mark Scandinavian industrial relations throughout Europe's Golden Age. In Norway, the empowerment of women as well as workers was key. Women workers marched in 1905 and achieved limited suffrage in 1907, with full suffrage coming in 1913, some five years before it came to Sweden.»
- ↑ Kjellberg, Anders (2019). «Sweden: collective bargaining under the industry norm». En Müller, Torsten; Vandaele, Kurt; Waddington, Jeremy, ed. Collective bargaining in Europe: towards an endgame (en inglés) III. Bruselas: European Trade Union Institute (ETUI). pp. 583-604. Consultado el 10 de septiembre de 2020.
- ↑ a b c «The Nordic countries: The next supermodel». The Economist (en inglés). 2 de febrero de 2013. Consultado el 10 de septiembre de 2020.
- ↑ «Constructing Nordic welfare?» (en inglés). Consultado el 10 de septiembre de 2020.
- ↑ Sachs, Jeffrey (2006). «Revisiting the Nordic Model: Evidence on Recent Macroeconomic Performance». Perspectives on the Performance of the Continental Economies (en inglés). Center for Capitalism & Society, Venice Summer Institute. pp. 387-412. ISBN 9780262015318. doi:10.7551/mitpress/9780262015318.003.0012. «First, like the Anglo-Saxon economies, the Nordic economies are overwhelmingly private-sector owned, open to trade, and oriented to international markets. Financial, labor, and product market forces operate powerfully throughout non-state sector. In short, these are capitalist economies. [...] Second, there is no single Nordic model, and still less, an unchanging Nordic model. What has been consistently true for decades is a high level of public social outlays as a share of national income, and a sustained commitment to social insurance and redistributive social support for the poor, disabled, and otherwise vulnerable parts of the population.»
- ↑ Lane, Kenworthy (2013). Social Democratic America (en inglés). Nueva York: Oxford University Press. p. 138. ISBN 9780199322527. Consultado el 10 de septiembre de 2020.
- ↑ Hicks, Alexander (2000). Social democracy and Welfare Capitalism: A century of Income Security Politics (en inglés). Cornell University Press. p. 130. ISBN 978-0801485565. Consultado el 10 de septiembre de 2020. «By the late 1950s, labor had been incorporated alongside Swedish business in fully elaborated corporatist institutions of collective bargaining and policy making, public as well as private, supply-side (as for labour training) as well as demand side (e.g., Keynesian). During the 1950s and 1960s, similar neocorpratist institutions developed in Denmark and Norway, in Austria and the Netherlands, and somewhat later, in Belgium and Finland.»
- ↑ Sandbu, Martin (28 de agosto de 2018). «What the Nordic mixed economy can teach today's new left». Financial Times (en inglés). Consultado el 10 de septiembre de 2020.
- ↑ O'Hara, Phillip (1999). Encyclopedia of Political Economy: L-Z (en inglés). Routledge. p. 1248. ISBN 978-0415154260. «Sweden eventually became part of the Great Capitalist Restoration of the 1980s and 1990s. In all the industrial democracies and beyond, this recent era has seen the retrenchment of the welfare state by reduced social spending in real terms, tax cuts, deregulation and privatization, and a weakening of the influence of organized labor.»
- ↑ a b Veggel, Noralv (2014). «The Nordic Model - its Arrival and Decline». Global Journal of Management and Business Research: Administration and Management (en inglés) 14 (9): 60-94. Consultado el 10 de septiembre de 2020.
- ↑ Liukas, Christa (1 de noviembre de 2019). «The Nordic brand replaced the welfare state – did politics disappear from the Nordic model?» (en inglés). University of Helsinki. Consultado el 19 de noviembre de 2021.
- ↑ Conley, Julia (20 de marzo de 2019). «Social Democratic Nations Rank Happiest on Global Index (Again). US Ranking Falls (Again)». Common Dreams (en inglés). Consultado el 10 de septiembre de 2020.
- ↑ Foundation, The Heritage. «Index of Economic Freedom: All Country Scores | The Heritage Foundation». Index of Economic Freedom | The Heritage Foundation (en inglés). Consultado el 22 de diciembre de 2024.
- ↑ Dolvik, Flotten, Hippe, Jordfald, Jon Erik, Tone, Jon M., Bard (2015). The Nordic Model towards 2030: A New Chapter? NordMod2030 (en inglés). p. 23. ISBN 978-82-324-0185-7. «The Nordic model therefore cannot exclusively be tied to social democratic party support and political dominance. In Sweden, Denmark and Norway, where the social democrats held power for large periods from the 1930s onwards, that description fits better than it does for Finland and Iceland, where centrist and right-leaning parties have set the terms of debate. But in these countries, too, the building of strong labour unions – in line with Walter Korpi's power resource mobilization thesis (Korpi 1981) – was crucial to the central role of labour and employer organizations in developing universal welfare schemes. A variety of modern social security programmes, whether sickness benefits or pensions, first appeared in negotiated collective agreements. It is moreover likely that inspirational ideas and learning experiences that passed between Nordic countries also transcended party lines within these countries.The political underpinnings of the Nordic model have thus been built on broadbased power mobilization and a higher degree of balance between the core interests in society than is evident in most other countries.»
- ↑ Fagerberg, Jan; Cappelen, Adne; Mjøset, Lars; Skarstein, Rune (May 1990). «The Decline of Social-Democratic State Capitalism in Norway». New Left Review (en inglés): 60-94. Consultado el 10 de septiembre de 2020. «Norway has, together with Sweden, often been idealized as the most successful case of postwar social democracy...the neo-liberal 'blue wave' which rolled over Western Europe in the 1980s has had considerably greater impact in Norway than in Sweden, combining with the pressures of a destabilized international economy to threaten many of the postwar structures. This makes it easier to appreciate the earlier accomplishments of social democracy, but it also shows that the Nordic innovations often depended upon the convergence of specific national conditions with the dynamic phase of Western capitalism that lasted from 1945 to 1973.»
- ↑ Acher, John (6 de septiembre de 2007). «Update 1-Statistics Norway raises '07 GDP outlook, cuts '08» (en inglés). Reuters. Consultado el 10 de septiembre de 2020.
- ↑ O'Hara, Phillip (1999). Encyclopedia of Political Economy: L-Z (en inglés). Routledge. p. 1248. ISBN 978-0415154260. «The critical issues were perhaps revealed most clearly in the Swedish case. Among the most advanced of the social welfare states, Sweden in the early 1980s faced a pivotal choice between capitalism and the transition to socialism. In the discourse focused upon its nagging problems of international imbalances, declining competitiveness, and capital flight, two polar solutions emerged. Olaf Palme supported an aggressive use of workers' funds, by which capital formation would have been largely collectivized in two generations. The funds would have come to own predominant stakes in Swedish corporations on behalf of workers. The other alternative was to retrench the welfare state and provide conditions favorable to private capitals formation. Palme's proposal appears never to have garnered widespread support and was left with no champion in the wake of his assassination.»
- ↑ a b c d e f g h i Andersen, Torben M.; Holmström, Bengt; Honkapohja, Seppo; Korkman, Sixten; Söderström, Hans Tson; Vartiainen, Juhana (2007). The Nordic Model: Embracing globalization and sharing risks (PDF) (en inglés). Yliopistopaino, Helsinki: Taloustieto Oy. ISBN 978-951-628-468-5. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ «Healthcare in Sweden» (en inglés). Gobierno de Suecia. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ «Economy Rankings». Doing Business (en inglés). The World Bank Group. 2016. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ «Corruption Perceptions Index 2015» (en inglés). Transparency International. Full Table and Rankings. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Bruhn, Anders; Kjellberg, Anders; Sandberg, Åke (2013). Sandberg, Åke, ed. A New World of Work Challenging Swedish Unions (en inglés). Estocolmo. pp. 126-186. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ «Trade Union Density». OECD StatExtracts (en inglés). OCDE. 2013. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Kjellberg, Anders (4 de abril de 2006). The Swedish unemployment insurance – will the Ghent system survive? (pdf). Transfer: European Review of Labour and Research (en inglés) 12. pp. 87-98. ISSN 1024-2589. doi:10.1177/102425890601200109. Consultado el 16 de septiembre de 2020 – via Lund University.
- ↑ «The Nordic Model». In focus 2001 (en inglés). Nordic Labour Journal. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Kjellberg, Anders (2017). «Self-regulation versus State Regulation in Swedish Industrial Relations». En Rönnmar, Mia; Votinius, Jenny Julén, eds. Festskrift till Ann Numhauser-Henning (en inglés). Lund: Juristförlaget i Lund. pp. 357-383. Archivado desde el original el 18 de abril de 2017. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Gregoire, Carolyn (1 de agosto de 2015). «The Happiest Countries In The World». The Huffington Post (en inglés) (10 de septiembre de 2013). Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Rankin, Jennifer (20 de marzo de 2017). «Happiness is on the wane in the US, UN global report finds». The Guardian (en inglés). Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Wearing, David (22 de mayo de 2014). «Where's the worst place to be a worker? Most of the world». The Guardian (en inglés). Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ «Index of Economic Freedom - Countries». Index of Economic Freedom (en inglés). The Heritage Foundation. 2008. Archivado desde el original el 25 de diciembre de 2008. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Growing Unequal? Income Distribution and Poverty in OECD Countries (en inglés). OCDE. 2008. p. 233. ISBN 978-92-64-04418-0. doi:10.1787/9789264044197-en. Consultado el 16 de septiembre de 2020 – via Keepeek 360.
- ↑ «OECD Revenue Statistics» (en inglés). OCDE. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ «The Nordic model is about more than high taxes – CapX» (en inglés). 15 de enero de 2015. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ «How Scandinavian Countries Pay for Their Government Spending – Tax Foundation» (en inglés). 10 de junio de 2015. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Rosser, Mariana V.; Rosser Jr., J. Barkley (23 de julio de 2003). Comparative Economics in a Transforming World Economy (en inglés). MIT Press. p. 226. ISBN 978-0262182348. «Liberal corporatism is largely self-organized between labor and management, with only a supporting role for government. Leading examples of such systems are found in small, ethnically homogeneous countries with strong traditions of social democratic or labor party rule, such as Sweden's Nordic neighbors. Using a scale of 0.0 to 2.0 and subjectively assigning values based on six previous studies, Frederic Pryor in 1988 found Norway and Sweden the most corporatist at 2.0 each, followed by Austria at 1.8, the Netherlands at 1.5, Finland, Denmark, and Belgium at 1.3 each, and Switzerland and West Germany at 1.0 each. [...] [W]ith the exception of Iceland, all the Nordic countries have higher taxes, larger welfare states, and greater corporatist tendencies than most social market economies.»
- ↑ McWhinney, James E. (25 de junio de 2013). «The Nordic Model: Pros and Cons» (en inglés). Investopedia. Consultado el 16 de septiembre de 2020. «The model is underpinned by a capitalist economy that encourages creative destruction. While the laws make it is easy for companies to shed workers and implement transformative business models, employees are supported by generous social welfare programs.»
- ↑ McWhinney, James E. (25 de junio de 2013). «The Nordic Model: Pros and Cons» (en inglés). Investopedia. Consultado el 16 de septiembre de 2020. «The Nordic model is a term coined to capture the unique combination of free market capitalism and social benefits that have given rise to a society that enjoys a host of top-quality services, including free education and free healthcare, as well as generous, guaranteed pension payments for retirees. These benefits are funded by taxpayers and administered by the government for the benefit of all citizens.»
- ↑ «Norway: The rich cousin». The Economist (en inglés). 2 de febrero de 2013. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ «The secret of their success». The Economist (en inglés). 31 de enero de 2013. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Hopkin, Jonathan; Lapuente, Victor; Moller, Lovisa (29 de enero de 2014). «Lower levels of inequality are linked with greater innovation in economies» (en inglés). London School of Economics. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Lane, Kenworthy (2013). Social Democratic America (en inglés). Nueva York: Oxford University Press. pp. 88-93. ISBN 9780199322527. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Westerlund, Per-Åke (22 de marzo de 2014). «Is Sweden a Model to Follow?». Socialist Alternative (en inglés). Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Rozworski, Michal (27 de febrero de 2015). «Beyond the Swedish Model». Jacobin (en inglés). Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ «Swedish riots rage for fourth night». The Guardian (en inglés). 23 de mayo de 2013. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Higgins, Andrew (26 de mayo de 2013). «In Sweden, Riots Put an Identity in Question». The New York Times (en inglés). Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ a b «Norway: The rich cousin – Oil makes Norway different from the rest of the region, but only up to a point». The Economist (en inglés). 2 de febrero de 2013. Consultado el 22 de septiembre de 2020.
- ↑ a b «The secret of their success». The Economist (en inglés). 2 de febrero de 2013. Consultado el 17 de septiembre de 2020.
- ↑ Savage, Maddy (10 de julio de 2018). «Unlike most millennials, Norway's are rich». BBC (en inglés). Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Esping-Andersen, G. (1991). The three worlds of welfare capitalism (en inglés). Princeton, Nueva Jersey: Princeton University Press.
- ↑ a b The Nordic Council. «About the Nordic welfare model» (en inglés). Norden. Archivado desde el original el 7 de abril de 2014. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Drum, Kevin (26 de septiembre de 2013). «We Can Reduce Poverty If We Want To. We Just Have To Want To.». Mother Jones (en inglés). Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ a b c «Compare your country – Income distribution and poverty» (en inglés). OCDE. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ a b c «Is the Last Mile the Longest?». Consejo Nórdico de Ministros (en inglés). mayo de 2018. Consultado el 16 de septiembre de 2020 – via OCDE.
- ↑ a b «Which countries have the highest gender gap in the workplace?». International Labor Organization (en inglés). 6 de junio de 2017. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Moustgaard, Ulrikke (19 de octubre de 2017). «Nordic family policies – between quotas and freedom of choice». Nordic Information on Gender (en inglés). Archivado desde el original el 23 de mayo de 2019. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ «Thursday's papers: Finland's gender pay gap, our duty to help, and cheaper microbreweries». YLE (en inglés). 2 de agosto de 2018. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Schröder, Martin (2013). Integrating Varieties of Capitalism and Welfare State Research (en inglés). Palgrave Macmillan. p. 96, 144–145, 149, 155, 157.
- ↑ Markkola, Pirjo (2011). «The Lutheran Nordic welfare states». En Kettunen, Pauli; Petersen, Klaus, eds. Beyond Welfare State Models. Transnational Historical Perspectives on Social Policy (en inglés) (Edward Elgar Publishing): 102-118. ISBN 9781849809603. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ a b Kettunen, Pauli (2010). «The sellers of labour power as social citizens-A Utopian wage work society in the Nordic visions of welfare». Workfare and Welfare State Legitimacy. NordWel Studies in Historical Welfare State Research (en inglés): 16-45. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Nelson, Robert H. (2017). Lutheranism and the Nordic Spirit of Social Democracy: A Different Protestant Ethic (en inglés). ISD LLC. pp. 21, 121. ISBN 978-87-7184-416-0. Consultado el 16 de septiembre de 2020 – via Google Books.
- ↑ The Nordic Model: Scandinavia since 1945 (en inglés). Reaktion Books. 2008. p. 112–133. ISBN 9781861894618. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Mander, Jerry (24 de julio de 2013). «There Are Good Alternatives to US Capitalism, But No Way to Get There». Alternet (en inglés). Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Sanders, Bernie (26 de mayo de 2013). «What Can We Learn From Denmark?». The Huffington Post (en inglés). Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Issenberg, Sasha (9 de enero de 2010). «Sanders a growing force on the far, far left». Boston Globe (en inglés). Consultado el 16 de septiembre de 2020. «You go to Scandinavia, and you will find that people have a much higher standard of living, in terms of education, health care, and decent paying jobs.»
- ↑ Aleem, Zeeshan (4 de mayo de 2015). «Bernie Sanders Says the U.S. Could Learn a Lot From Scandinavia. Here's Why He's Right». Mic (en inglés). Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Klein, Naomi (2008). The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism (en inglés). Picador. p. 276. ISBN 978-0312427993. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ Whyman, Philip; Baimbridge, Mark; Mullen, Andrew (2012). The Political Economy of the European Social Model (Routledge Studies in the European Economy (en inglés). Routledge. p. 108. ISBN 978-0415476294. Consultado el 16 de septiembre de 2020. «In short, Gorbachev aimed to lead the Soviet Union towards the Scandinavian social democratic model.»
- ↑ Matthews, Dylan (9 de enero de 2014). «This sociologist has a plan to make America more like Sweden». The Washington Post (en inglés). Consultado el 11 de marzo de 2014.
- ↑ «'Scandinavian Dream' is true fix for America's income inequality». CNN Money (en inglés). 3 de junio de 2015. Consultado el 16 de septiembre de 2020.
- ↑ «After I Lived in Norway, America Felt Backward. Here's Why». The Nation (en inglés). 28 de enero de 2016. Consultado el 17 de septiembre de 2020.
- ↑ «Prof Jeffrey Sachs' plea to the Nordic countries». Global Health Minders (en inglés). 18 de noviembre de 2015. Archivado desde el original el 1 de septiembre de 2019. Consultado el 17 de septiembre de 2020.
- ↑ Sales, Ben (23 de mayo de 2016). «Survey: Israeli Jews Want Broader Welfare State, Israeli Arabs Prefer 'American Model'». Haaretz (en inglés). Consultado el 17 de septiembre de 2020.
- ↑ «The "Continuing Revelation" of Scandinavian Economies». America (en inglés). 22 de julio de 2016. Consultado el 17 de septiembre de 2020.
- ↑ «What is to be done?». The Economist (en inglés). 13 de enero de 1990. Consultado el 17 de septiembre de 2020.
- ↑ «Denmark's prime minister says Bernie Sanders is wrong to call his country socialist». Vox (en inglés). 31 de octubre de 2015. Consultado el 17 de septiembre de 2020.
- ↑ Bardhan, Pranab; Roemer, Johen E. (1992). «Market socialism, a case for rejuvenation». Journal of Economic Perspectives (en inglés) 6 (3): 104. doi:10.1257/jep.6.3.101. «[W]e believe that social democracy requires rather special political circumstances that are absent in many countries for which our market socialism proposal may be feasible. Since it (social democracy) permits a powerful capitalist class to exist (90 percent of productive assets are privately owned in Sweden), only a strong and unified labor movement can win the redistribution through taxes that is characteristic of social democracy. It is idealistic to believe that tax concessions of this magnitude can be effected simply through electoral democracy without an organized labor movement, when capitalists organize and finance influential political parties. Even in the Scandinavian countries, strong apex labor organizations have been difficult to sustain and social democracy is somewhat on the decline now.»
- ↑ Jónsson, Guðmundur (8 de agosto de 2014). «Iceland and the Nordic Model of Consensus Democracy». Scandinavian Journal of History (en inglés) 39 (4): 510-528. ISSN 0346-8755. doi:10.1080/03468755.2014.935473.
- ↑ Landersøn, Rasmus; Heckman, James J. (2017). «The Scandinavian Fantasy: The Sources of Intergenerational Mobility in Denmark and the US». Scandinavian Journal of Economics (en inglés) 119 (1): 178-230. PMC 5476927. PMID 28649168. doi:10.1111/sjoe.12219. Consultado el 17 de septiembre de 2020.
- ↑ Brandal, Nik; Bratberg, Øivind; Thorsen, Dag (2013). The Nordic model of social democracy (en inglés). Springer. p. 2. Consultado el 17 de septiembre de 2020.
- ↑ Brandal, Nik; Bratberg, Øivind; Thorsen, Dag (2013). The Nordic model of social democracy (en inglés). Springer. p. vi & 159. Consultado el 17 de septiembre de 2020.
- ↑ Kenworthy, Lane (enero de 2014). «America's Social Democratic Future». Foreign Affairs (en inglés) (enero/febrero de 2014). Consultado el 17 de septiembre de 2020.
- ↑ Kenworthy, Lane (1 de marzo de 2016). «Social Democracy». The Next System Project (en inglés). Consultado el 27 de abril de 2020. «The chief goals social democracy attempts to realize, and that distinguish it from other actually-existing capitalisms, are economic security, equality (low inequality) of opportunity, and shared prosperity...Modern social democracy consists, to put it simply, of market capitalism plus generous and employment-friendly social policy...»
Bibliografía
editar- Blyth, M. (2001). «The Transformation of the Swedish Model: Economic Ideas, Distributional Conflict, and Institutional Change». World Politics (en inglés) 54 (1): 1-26. doi:10.1353/wp.2001.0020.
- Booth, Michael (2015). The Almost Nearly Perfect People: Behind the Myth of the Scandinavian Utopia (en inglés). Londres: Vintage Books. ISBN 9780099546078.
- Brandal, Nikolai; Bratberg, Øivind; Thorsen, Dag Einar (2013). The Nordic Model of Social Democracy (en inglés). Basingstoke: Palgrave Macmillan. ISBN 9781137013262.
- Bucken-Knapp, Gregg (2009). Defending the Swedish Model: Social Democrats, Trade Unions, and Labor Migration Policy Reform (en inglés). Lanham: Lexington Books. ISBN 9780739138182.
- Christiansen, Niels Finn (2006). The Nordic Model of Welfare: A Historical Reappraisal (en inglés). Copenhague: Museum Tusculanum Press. ISBN 9788763503419.
- Hilson, Mary (2008). The Nordic Model: Scandinavia Since 1945 (en inglés). Londres: Reaktion. ISBN 9781861893666.
- Kenworthy, Lane (2014). Social Democratic America (en inglés). Oxford New York: Oxford University Press. ISBN 9780199322510.
- Kvist, Jon (2012). Changing Social Equality: The Nordic Welfare Model in the 21st Century (en inglés). Bristol: Policy Press. ISBN 9781847426604.
- Lakey, George (2016). Viking Economics: How the Scandinavians Got It Right-and How We Can, Too (en inglés). Brooklyn: Melville House. ISBN 9781612195360.
- Partanen, Anu (2017). The Nordic theory of everything: in search of a better life (en inglés). Nueva York: HarperCollins. ISBN 9780062316554.
- Sandberg, Åke, ed. (2013). Nordic Lights: Work, Management and Welfare in Scandinavia (en inglés). Estocolmo: SNS Förlag. ISBN 9789186949372.
- Simon, Carsta; Mobekk, Hilde (2019). «Dugnad: A Fact and a Narrative of Norwegian Prosocial Behavior». Perspectives on Behavior Science (en inglés) 42 (4): 815-834.
Enlaces externos
editar- Davos (2011). The Nordic Way. World Economic Forum. (en inglés)
- Thorsen, Dag Einar; Brandal, Nik; Bratberg, Øivind (8 de abril de 2013). Utopia sustained: The Nordic model of social democracy Archivado el 5 de febrero de 2018 en Wayback Machine.. Fabian Society. (en inglés)
- The secret of their success. The Economist. 2 de febrero de 2013. (en inglés)
- Sanders, Bernie (26 de julio de 2013). What Can We Learn From Denmark?. The Huffington Post. (en inglés)
- Isaacs, Julia (25 de septiembre de 2013). What Is Scandinavia Doing Right?. The New York Times. (en inglés)
- Stahl, Rune Møller Stahl; Mulvad, Andreas Møller (4 de agosto de 2015). What Makes Scandinavia Different?. Jacobin. (en inglés)
- Om Norden Archivado el 16 de mayo de 2017 en Wayback Machine.. Föreningen Norden. (en sueco)