Modularidad (informática)
La modularidad es, en programación modular y más específicamente en programación orientada a objetos, la propiedad que permite subdividir una aplicación en partes más pequeñas (llamadas módulos), cada una de las cuales debe ser tan independiente como sea posible de la aplicación en sí y de las partes restantes.
Al igual que la encapsulación, los lenguajes soportan la Modularidad de diversas formas. La modularidad debe seguir los conceptos de acoplamiento y cohesión.
Según Bertrand Meyer: «El acto de particionar un programa en componentes individuales para reducir su complejidad en algún grado… A pesar de particionar un programa es útil por esta razón, una justificación más poderosa para particionar un programa es que crea una serie de límites bien definidos y documentados en el programa. Estos límites, o interfaces, son muy valiosos en la comprensión del programa».[1]
Por su parte Bárbara Liskov establece que la «modularización consiste en dividir un programa en módulos que pueden ser compilados de forma separada, pero que tienen conexiones con otros módulos».[2]
Referencias
editar