El Nepohualtzintzin es un instrumento de cálculo contemporáneo presentado como originario de las culturas nativas mesoamericanas. Sin embargo no hay fuente documental antigua alguna que verifique su autenticidad.[1][2]​Puede ser empleado con el sistema vigesimal o el decimal, y se ha adaptado su uso para el sistema del ábaco japonés Soroban.[3]

Etimología

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Su nombre proviene de los vocablos en náhuatl nepóhuatl (la cuenta) y tzintzin (venerable), por lo que su significado literal es la cuenta venerable.[4]

Otra acepción es que proviene de los vocablos en náhuatl ne (personal); pohual o pohualli (la cuenta); y tzintzin (pequeños elementos semejantes). Bajo esta etimología, la palabra significaría "cuentas de pequeños elementos semejantes por alguien".[1]

Historia

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La popularización del ábaco Nepohualtzintzin se debe a diferentes adeptos del movimiento de la mexicanidad como David Esparza Hidalgo basados en el trabajo inicial de George I. Sánchez quienes lo han empleado para hacer operaciones matemáticas fundamentales..[1]

Funcionamiento

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El ábaco Nepohualtzintzin está compuesto por un conjunto de cuentas alineadas en 13 hileras. Cada hilera tiene siete cuentas, para un total de 91 en todo el ábaco.[2][3]​ La parte superior presenta tres cuentas, que representan cinco unidades cada una; la parte inferior tiene cuatro cuentas; cada una con valor de una unidad.[1]

La justificación de este número son los ciclos de agricultura: 91 días equivalen aproximadamente a una cuarta parte del año (una estación); mientras que el ciclo del maíz es de 182 días (el doble de 91).[2]

Uso en la actualidad

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El Nepohualtzintzin se comenzó a utilizar desde 1996 en planteles de educación primaria en México.[5]​ En 2009, la Secretaría de Educación Pública publicó la Guía Didáctica del Nepohualtzitzin para el Desarrollo de las Competencias Matemáticas.[6]

Se ha reportado que en las escuelas primarias donde se utilizó el Nepohualtzintzin, "los alumnos tienden a obtener menos puntajes en las categorías de elemental e insuficiente; los grupos obtienen progresivamente mejores resultados en matemáticas, equivalentes o superiores a las calificaciones promedio a niveles estatal y nacional."[5]

También se ha reportado que "mejora la autoestima del niño, al reconocerse heredero de la ciencia matemática náhuatl y al permitirle tener una mayor comprensión de las matemáticas y obtener mejores resultados en esta materia."[5]

En México, el ábaco Nepohualtzintzin también ha sido empleado en la enseñanza de competencias matemáticas en niños con discapacidad visual, ayudando a desarrollar habilidades de memoria, concentración, razonamiento lógico, entre otros.[7][8]

Referencias

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  1. a b c d Micelli, Mónica Lorena; Crespo Crespo, Cecilia Rita (15 de febrero de 2012). «Ábacos de América Prehispánica». Revista Latinoamericana de Etnomatemática 5 (1): 159-190. Consultado el 24 de septiembre de 2015. 
  2. a b c «¿La computadora prehispánica? El nepohualtzintzin». Revista Chispa. Septiembre de 1986. Consultado el 24 de septiembre de 2015. 
  3. a b Tejón, Fernando (2009). Manual de uso del ábaco vigesimal Nepohualtzintzin. Eldonejo Krajono. Archivado desde el original el 25 de septiembre de 2015. Consultado el 24 de septiembre de 2015. 
  4. «Nepohualtzintzin: Una computadora prehispánica». Consultado el 24 de septiembre de 2015. 
  5. a b c Lara González, Everardo; Lara Torres, José Francisco (1 de febrero de 2014). «Nepohualtzitzin: un modelo matemático náhuatl». Revista Digital Universitaria (UNAM) 15 (2). ISSN 1607-6079. Consultado el 24 de septiembre de 2015. 
  6. José Francisco Lara Torres y Jorge Ramírez Lozano, ed. (2009). Manual didáctico del nepohualtzitzin para el desarrollo de las competencias matemáticas. Secretaría de Educación Pública. ISBN 970-814-207-7. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016. Consultado el 24 de septiembre de 2015. 
  7. Villagrán Puente, Everest (12 de enero de 2015). «Impartirán taller de enseñanza matemática con técnica prehispánica». Ruta. Archivado desde el original el 25 de septiembre de 2015. Consultado el 24 de septiembre de 2015. 
  8. García Calderón Orbe, Gabriela (2 de septiembre de 2015). «Nepohualtzintzin, el ábaco mesoamericano que tiene vigencia en el siglo XXI». Global Voices. Consultado el 24 de septiembre de 2015. «Su uso habitual fomenta la habilidad numérica, mejora la capacidad de concentración, de razonamiento lógico, la memoria, la agilidad mental, el procesamiento de información de forma ordenada y la atención visual. Se podría considerar que el uso del nepo es una excelente forma de ejercitar el cerebro, manteniéndolo activo y ágil a cualquier edad. El NEPO es uno de los pocos aparatos que estimula el mayor número de sinapsis (contactos neuronales) entre ambos lóbulos cerebrales simultáneamente, además de promueve en el niño el desarrollo de la motricidad fina.» 

Romero Murguía, María Elena (13 de agosto de 2020). “Nepoualtzitzin, la Sabiduría de Contar en el Mundo Mesoamericano. Elementos teóricos y prácticos de la matemática prehispánica”. Editorial Palibrio, Bloomington, IN 47403. 09 /08/16