Polisíndeton
parte de las figuras literarias
El polisíndeton (del griego πολύς polýs ‘mucho’, σύν sýn ‘con’, y δέω déo ‘atar’) es una figura literaria que consiste en la utilización de más conjunciones de las utilizadas habitualmente en el lenguaje, en donde se sigue la norma de vincular con conjunción solo los dos últimos elementos de una enumeración, uniendo palabras, sintagmas o proposiciones, cuya función consiste en darle un efecto de rapidez.[1]
Ejemplos
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- Ni nardos ni caracolas
- tienen el cutis tan fino,
- ni los cristales con luna
- relumbran con ese brillo.
Federico García Lorca, «Romance de la casada infiel»
- El prado y valle y gruta y río y fuente
- responden a su canto entristecido
- ...después no puedes hacer nada
- ni dar cuerda al reloj,
- ni despeinarte,
- ni ordenar los papeles
- Hay un palacio y un río y un lago y un puente viejo,
- y fuentes con musgo y hierba alta y silencio... un silencio.
- Cuanto más alto llegaba
- de este viaje tan subido,
- tanto más bajo y rendido
- y abatido me hallaba…
San Juan de la Cruz
- Y el santo de Israel abrió su mano,
- y los dejó y cayó en despeñadero
- el carro y el caballo y caballero…
- Soy un fue y un será y un es cansado.
- En el hoy y mañana y ayer junto
- pañales y mortaja y he quedado
- presentes sucesiones de difunto…
- Quiero minar la tierra hasta encontrarte
- y besarte la noble calavera
- y desamordazarte y regresarte…
- Y sueña. Y ama, y vibra, y es la hija del sol.
Véase también
editarReferencias
editar- ↑ Estébanez Calderón, Demetrio (2009). Breve diccionario de términos literarios. Madrid: Alianza. ISBN 978-84-206-3617-7.