Rimasuchus

género extinto de cocodrilo

Rimasuchus es un género extinto de cocodrilo que vivió durante el Neógeno en África y el Medio Oriente. Su nombre deriva de las palabras latinas rima, que significa "grieta" (en referencia al Gran Valle del Rift donde fue descubierto) y suchus, que significa "cocodrilo".[1]Rimasuchus es un miembro de la subfamilia Crocodylinae, la cual constituye la mayor parte de los cocodrilos actuales. La especie tipo y única especie conocida es Rimasuchus lloydi, la cual vivió junto a otros tipos de cocodrilos como el cocodrilo del Nilo.[2]​ Depredaba grandes mamíferos, incluyendo humanos primitivos.[3]

Rimasuchus
Rango temporal: 23,03 Ma - 0,781 Ma
MiocenoPleistoceno
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Orden: Crocodilia
Familia: Crocodylidae
Subfamilia: Crocodylinae
Género: Rimasuchus
Storrs, 2003
Especies
Sinonimia
  • Crocodylus lloydi Fourtau, 1918

Descripción

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Rimasuchus crecía hasta 7 metros o más de longitud. A diferencia de muchos cocodrilos actuales, era brevirrostrino, es decir de hocico corto. Rimasuchus tenía un premaxilar corto y ancho característico, así como una profunda sínfisis mandibular conectando ambos lados de la mandíbula superior. El premxilar no se proyectaba tan hacia atrás en la superficie superior del cráneo como en otros cocodrilos y era notablemente más ancho que largo sobre el paladar (a diferencia del de Crocodylus niloticus y Crocodylus cataphractus). Las narinas se posicionaban cerca de la punta del hocico. Como otros cocodrilos, Rimasuchus tenía un surco oclusal o ranura entre el premaxilar y el maxilar en el que se alojaba el cuarto diente mandibular. Sin embargo, en Rimasuchus el surco es notablemente más corto anteroposteriormente que el de C. niloticus. La región preorbital es aplanada y no poseía un promontorio nasal, es decir un área nasal elevada como en C. niloticus.[4]

Los dientes de Rimasuchus son robustos y romos, a diferencia de los de otros cocodrilos. Estos se tornan más bulbosos hacia la parte posterior de las mandíbulas. Las coronas de los dientes son raramente afiladas, aunque el filo de la corona tiende a perderse con el tamaño en los crocodilianos. Los dientes son bicarinados, los que significa que poseía bordes en el frente y la parte posterior.[4]

Los restos de Rimasuchus muestran variaciones en el tamaño y las proporciones, y es probable que estos representen diferentes fases ontogénicas (de crecimiento). Ha habido sin embargo muy poco estudio sobre la variación ontogénica en Rimasuchus y los cocodrilos actuales. Hay muchas similitudes entre especímenes de R. lloydi y C. niloticus, y es probable que algunos especímenes de Rimasuchus representen en realidad a ejemplares muy grandes de C. niloticus.[4]

Taxonomía

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Rimasuchus lloydi fue descrito originalmente en 1918 y se situó en el género Crocodylus bajo el nombre C. lloydi. Más tarde los análisis cladísticos sugirieron que no pertenecía a Crocodylus, con lo que se le dio un nuevo género en 2003.[4][5][6]​ Entre los crocodilinos, Rimasuchus está muy cercanamente relacionado con el actual cocodrilo enano Osteolaemus y se sitúa en el grupo Osteolaeminae.

Filogenia

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Cladograma según Brochu C. A., Njau J., Blumenschine R. J., Densmore L. D. (2010).[7]

 Crocodylinae 

Crocodylus megarhinus

 Mekosuchinae 

Kambara

Australosuchus

Trilophosuchus

 Osteolaeminae 

Rimasuchus

"Crocodylus" pigotti

Euthecodon

Voay

Osteolaemus osborni

O. tetraspis

Mecistops

Crocodylus anthropophagus

Crocodylus palaeindicus

Crocodylus palustris

Crocodylus siamensis

Crocodylus porosus

Crocodylus johnsoni

Crocodylus novaeguineae

Crocodylus mindorensis

Crocodylus niloticus

Crocodylus acutus

Crocodylus intermedius

Crocodylus rhombifer

Crocodylus moreletii

Distribución y hábitat

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Una imagen satelital del Lago Turkana y al área circundante.

Común en la mayor parte del África Oriental, los fósiles de Rimasuchus se han hallado en cercana asociación con los fósiles del cocodrilo del Nilo. Sus fósiles se han hallado en Kenia, Egipto (incluyendo el Sinaí), Libia, Chad, Etiopía, Uganda, Sudán, Tanzania y Túnez. A partir de África su rango se estrechaba hacia el este en Arabia Saudí. Aunque los ejemplares más tempranos han sido recuperados del norte de África, es aún incierto como evolucionó y se extendió esta especie.[4]

Siendo un gran depredador semiterrestre, Rimasuchus probablemente competía directamente con los cocodrilos del Nilo, para ser más tarde superado por estos a medida que su hábitat compartido se volvía más árido.[4]

Los fósiles de Rimasuchus, junto a los de Euthecodon brumpti, son los fósiles más comunes de cocodrilos en la cuenca del Lago Turkana y en la grieta de Koobi fora en el noreste de Kenia, donde ambos cocodrilos probablemente vivían en el lago y los ríos de los alrededores.[8][9]​ Sus huesos han sido hallados in situ con otros vertebrados incluyendo a varias especies de peces y aves, mamíferos tales como cerdos, elefantes, jirafas, bóvidos, rinocerontes, primates e incluso homínidos como Australopithecus afarensis. Aparte de Euthecodon, se han encontrado otros depredadores como el cocodrilo hociquifino y el del Nilo, el gavialoideo extinto Eogavialis andrewsi, los félidos dientes de sable Dinofelis aronoki y Metailurus, perros oso, hienas, y miembros primitivos del género Canis.[2]

Las rocas de Turkana que contienen los fósiles de Rimasuchus son usualmente areniscas o lodolitas poco litificadas que fueron depositadas en lagos y ríos. Ests depósitos provienen de la Formación Nawata y la Formación Nachukui de edad del Tortoniense y del Plioceno, respectivamente. Los fósiles de estas rocas usualmente datan de 1.88 ± 0.02 to 7.44 ± 0.05 millones de años.[2]

Depredación en humanos primitivos

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Se sabe que los cocodrilos eran depredadores de los primeros humanos. Restos de Rimasuchus, cocodrilos del Nilo y del extinto Crocodylus anthropophagus han sido recuperados de sitios en cercana asociación con huesos de humanos primitivos.[10][11]​ En la Garganta de Olduvai de Tanzania, se ha documentado la depredación a través de marcas de dientes de cocodrilo en los huesos de varios especímenes de homínidos, entre ellos OH 7, OH 8 y OH 35, todos los cuales pertenecen a la especie Homo habilis.[12][13]​ El daño óseo en los restos de H. habilis incluye marcas de mordida biseccionadas y perforaciones, las cuales son propias de la depredación por cocodrilos. Los huesos dañados de homininos han sido encontrados en los que se consideran "sitios de residencia" de homininos que también incluyen artefactos de piedra y huesos descuartizados.[14]​ Adicionalmente, las acumulaciones de huesos en los lechos I y II en la garganta han sido atribuidos específicamente a Rimasuchus. Una zanja que contenía huesos de bovinos primitivos, caballos, el espécimen OH 7 y varias herramientas de piedra también tenía dientes de Rimasuchus.[15]

Véase también

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Referencias

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  1. Leakey, M. G. and Harris, J. M. (2003). Lothagam: the Dawn of Humanity in Eastern Africa. Columbia University Press, New York. ISBN 0-231-11870-8 p. 144
  2. a b c M. G. Leakey et al. (1996). «Lothagam: a record of faunal change in the late Miocene of East Africa». Journal of Vertebrate Paleontology 16 (3): 556-570. JSTOR 4523742. 
  3. Njau, J.; Blumenschine, R. (2007). "Crocodilian predation risk for Plio-Pleistocene hominins at Olduvai Gorge, Tanzania". PaleoAnthropology 2007: A21.
  4. a b c d e f Storrs G. W. 2003. — Late Miocene-early Pliocene crocodilian fauna of Lothagam, Southwest Turkana basin, Kenya, in Leakey M. G. & Harris J. M. (eds), Lothagam: the Dawn of Humanity in Eastern Africa. Columbia University Press, New York. ISBN 0-231-11870-8 pp. 137–159.
  5. Brochu, CA (1997). «Morphology, fossils, divergence timing, and the phylogenetic relationships of Gavialis.». Systematic Biology 46 (3): 479-522. PMID 11975331. doi:10.1093/sysbio/46.3.479. 
  6. Brochu, Christopher A. (2000). «Phylogenetic Relationships and Divergence Timing ofCrocodylusBased on Morphology and the Fossil Record». En McEachran, J. D., ed. Copeia 0: 657. ISSN 0045-8511. JSTOR 1448332. doi:10.1643/0045-8511(2000)000[0657:PRADTO]2.0.CO;2. 
  7. Brochu, Christopher A.; Njau, Jackson; Blumenschine, Robert J.; Densmore, Llewellyn D. (2010). «A New Horned Crocodile from the Plio-Pleistocene Hominid Sites at Olduvai Gorge, Tanzania». En Lalueza-Fox, Carles, ed. PLoS ONE 5 (2): e9333. PMC 2827537. PMID 20195356. doi:10.1371/journal.pone.0009333. 
  8. «Koobie Fora Research Project- Expedition 2005: Dispatches». KRFP.com. abril de 2005. Archivado desde el original el 23 de julio de 2011. Consultado el 25 de enero de 2011. 
  9. Leakey, M. G. and Harris, J. M. (2003). "Introduction". Lothagam: The Dawn of Humanity in Eastern Africa. Columbia University Press. New York. p. 6. ISBN 0-231-11870-8
  10. Brochu, C. A.; Njau, J.; Blumenschine, R. J.; Densmore, L. D. (2010). «A New Horned Crocodile from the Plio-Pleistocene Hominid Sites at Olduvai Gorge, Tanzania». PLoS ONE 5 (2): e9333. PMC 2827537. PMID 20195356. doi:10.1371/journal.pone.0009333. 
  11. Tchernov E. 1986. Evolution of the Crocodiles of East and North Africa. Cahiers de Paleontologie. Paris: Centre National de la Recherche Scientifique.
  12. Tobias PV (1991) Olduvai Gorge: The Skulls, Endocasts, and Teeth of Homo habilis. Cambridge: Cambridge University Press. ISBN 0-521-20072-5
  13. Njau, JK; Blumenschine, RJ (2006). «A diagnosis of crocodile feeding traces on larger mammal bone, with fossil examples from the Plio-Pleistocene Olduvai Basin, Tanzania.». Journal of Human Evolution 50 (2): 142-62. PMID 16263152. doi:10.1016/j.jhevol.2005.08.008. 
  14. Njau, J.; Blumenschine, R. (2007). «Crocodilian predation risk for Plio-Pleistocene hominins at Olduvai Gorge, Tanzania». PaleoAnthropology 2007: A21. 
  15. Davidson, I. and Solomon, S., 1990. Was OH 7 the victim of a crocodile Attack? In: Solomon, S., Davidson, I., Watson, D. (Eds.), Problem Solving in Taphonomy: Archaeological and Palaeontological Studies from Europe, Africa and Oceania. Tempus, St. Lucia, Queensland, pp. 197–206

Enlaces externos

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