The Man in the Arena
The Man in the Arena es el nombre por el que se conoce a un fragmento de un discurso que Theodore Roosevelt dio en La Sorbona en París, Francia, el 23 de abril de 1910. El discurso completo tiene 35 páginas y se titula Citizenship in a Republic.
El fragmento se encuentra en la página siete del discurso y se reproduce a continuación:[1]
It is not the critic who counts;
not the man who points out how the strong man stumbles,
or where the doer of deeds could have done them better.
The credit belongs to the man who is actually in the arena,
whose face is marred by dust and sweat and blood;
who strives valiantly; who errs,
who comes short again and again,
because there is no effort without error and shortcoming;
but who does actually strive to do the deeds;
who knows great enthusiasms,
the great devotions;
who spends himself in a worthy cause;
who at the best knows in the end the triumph of high achievement,
and who at the worst,
if he fails,
at least fails while daring greatly,
so that his place shall never be with those cold and timid souls who neither know victory nor defeat.
Traducido al español:
No es el crítico quien cuenta;
ni aquél que señala cómo el hombre fuerte se tambalea,
o dónde el autor de los hechos podría haberlo hecho mejor.
El reconocimiento pertenece al hombre que está en la arena,
con el rostro desfigurado por el polvo y el sudor y la sangre;
quien se esfuerza valientemente; quien erra,
quien da un traspié tras otro,
pues no hay esfuerzo sin error ni fallo;
pero quien realmente se empeña en lograr su cometido;
quien conoce grandes entusiasmos,
las grandes devociones;
quien se consagra a una causa digna;
quien en el mejor de los casos encuentra al final el triunfo inherente al logro grandioso,
y quien en el peor de los casos,
si fracasa,
al menos fracasa atreviéndose en grande,
de manera que su lugar jamás estará entre aquellas almas frías y tímidas que no conocen ni la victoria ni la derrota.
Este pasaje fue citado por Richard Nixon en su discurso de victoria el 6 de noviembre de 1968 y en el de su renuncia el 8 de agosto de 1974.
Nelson Mandela dio una copia de este discurso a Francois Pienaar, capitán de la selección de rugby de Sudáfrica, antes del inicio de la Copa Mundial de Rugby de 1995, en donde el equipo sudafricano finalmente derrotó a los grandes favoritos, los All Blacks de Nueva Zelanda. En la película Invictus de 2009, Mandela le entrega una copia del poema Invictus, del inglés William Ernest Henley.
Referencias
editar- ↑ «The Man in the Arena» [El Hombre en la Arena] (en inglés). Archivado desde el original el 14 de enero de 2020. Consultado el 2 de agosto de 2017.