Tradición apostólica (Hipólito de Roma)

La Tradición Apostólica (en griego 'Αποστολικὴ παράδοσις) es una obra atribuida a Hipólito de Roma, escrita allí en el siglo III. Más recientemente, varios especialistas datan el texto más tarde, sugiriendo que es una redacción de varios escritos de épocas que oscilan entre la mitad del siglo II y la mitad del siglo III, sin representar la práctica de ninguna comunidad cristiana particular. El texto contiene valiosas explicaciones de la liturgia sacramental cristiana y de las costumbres de las comunidades del período.

Es la fuente de un buen grupo de constituciones con indicaciones análogas elaboradas por otras iglesias de Oriente.[1]

Tradición textual

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La obra se encontró en las colecciones copta, etiópica y árabe de los textos del Sínodo de la Iglesia de Alejandría. Este conjunto de textos era conocido también como Cánones de los apóstoles y contenía escritos como los Cánones apostólicos, Constituciones apostólicas y la Didascalia. Inicialmente fue llamada Constitución de la Iglesia egipcia.

Hay también un manuscrito bastante completo de una versión latina, datada en el siglo IV. Según Quasten el texto sigue tan fielmente el griego que podría reconstruirse este a partir del latín.[2]

No se tiene un manuscrito completo del original griego.

Contenidos

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Se indican las fórmulas usadas en la liturgia de algunos sacramentos, aun cuando el mismo autor hace saber que se daba bastante libertad a la hora de componer o usar tales guías y sus correspondientes rúbricas.

En la primera parte se dan algunas indicaciones sobre la consagración de los obispos y de la Eucaristía. También de diversas bendiciones. En la segunda parte se tratan algunas reglas para los diversos estados de vida. Y en la tercera parte se tratan algunas costumbres de las comunidades cristianas de entonces: la cena, la comunión, los ayunos, etc.

La Tradición Apostólica, como los demás escritos litúrgicos del cristianismo primitivo, tiene por objeto exponer las prescripciones "apostólicas" en materias de moral, liturgia y organización eclesial. Se puede dividir en un prólogo (capítulo 1) y tres partes principales.

La primera parte, capítulos 2 a 14, trata de los ritos para la organización de la Iglesia, siguiendo un orden jerárquico desde los Epíscopos hasta los niveles más bajos de la estructura. Tomando los títulos de los capítulos de la traducción Josep Urdeix, puede resumirse de esta forma:

  • Capítulo 1: Prólogo.
  • Capítulo 2: 'Los obispos'.
  • Capítulo 3: 'Oración de la ordenación episcopal'.
  • Capítulo 4: La Eucaristía. Esta es la primera Anáfora que se conoce.
  • Capítulo 5: 'La oblación de aceite'.
  • Capítulo 6: La oblación de queso y aceitunas.
  • Capítulo 7: 'Los presbíteros'.
  • Capítulo 8: 'Los diáconos'.
  • Capítulo 9: 'Los confesores'.
  • Capítulo 10: 'Las viudas'.
  • Capítulo 11: 'El lector'.
  • Capítulo 12: 'La virgen'.
  • Capítulo 13: 'El subdiácono'.
  • Capítulo 14: 'Los dones de curación'.

La segunda sección, capítulos 15 a 21, trata de los catecúmenos y el bautismo

  • Capítulo 15: 'Los recién venidos a la fe'.
  • Capítulo 16: 'Los oficios y profesiones'; cuestiones de moral y ocupación habitual. Algunos oficios no se consideran compatibles con la vida cristiana: gerente de prostíbulos, escultor o pintor de ídolos, actores del teatro, gladiadores, etc.
  • Capítulo 17: 'La etapa de escucha de la palabra después del examen de los oficios y ocupaciones'; duración de la enseñanza catequética, cerca de tres años.
  • Capítulo 18: 'La oración de los catecúmenos'.
  • Capítulo 19: 'Imposición de la mano sobre los catecúmenos'; el ritual al final de la instrucción.
  • Capítulo 20: 'Los que van a recibir el bautismo'; el examen final y la preparación en los días previos al bautismo.
  • Capítulo 21: 'La “tradición” del santo bautismo'; descripción detallada de la liturgia bautismal.

La última parte, capítulos 22 a 43, es un conjunto de reglas comunitarias, listadas sin un orden claro:

  • Capítulo 22: 'La comunión'.
  • Capítulo 23: 'El ayuno'.
  • Capítulo 24: 'Los dones para los enfermos'.
  • Capítulo 25: 'La introducción de la lámpara en la cena de la comunidad'.
  • Capítulo 26: 'La cena común'.
  • Capítulo 27: 'No es conveniente que los catecúmenos coman con los fieles'.
  • Capítulo 28: 'Se comerá con disciplina y con suficiencia'.
  • Capítulo 29: 'Comer dando gracias'.
  • Capítulo 30: 'La comida de las viudas'.
  • Capítulo 31: 'Los frutos que deben ofrecerse al obispo'.
  • Capítulo 32: 'Bendición de los frutos'.
  • Capítulo 33: 'En la Pascua, nada se comerá antes de la hora propia para comer'.
  • Capítulo 34: 'Los diáconos, solícitos junto al obispo'.
  • Capítulo 35: 'Cuándo es preciso orar'.
  • Capítulo 36: 'Se recibirá primero la eucaristía, en la oblación, antes de tomar otra cosa'.
  • Capítulo 37: 'La eucaristía será guardada con diligencia'.
  • Capítulo 38: 'Nada del cáliz se derrame'.
  • Capítulo 39: 'Los diáconos y los presbíteros'.
  • Capítulo 40: 'Los lugares de sepultura'.
  • Capítulo 41: 'Cuándo es preciso orar'.
  • Capítulo 42: La Señal de la Cruz.
  • Capítulo 43: Conclusión.
  1. Cf. B. Altaner, Patrologia, Casale 1966, 32.
  2. Cf. J. Quasten, Patrologia, 487.

Bibliografía

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