Cocina vitrocerámica
Las cocinas vitrocerámicas son sistemas de cocción en los que hay un vidrio entre la fuente de calor y el recipiente que se quiere calentar. La llegada de la vitrocerámica ha supuesto toda una renovación en la cocina, ya que es más cómoda de limpiar y posee indicadores de calor que advierten que las placas todavía permanecen calientes, lo que permite un ahorro de energía.
Las vitrocerámicas constituyen un sistema de cocción eficaz y preciso.
En cuanto al sistema de producción de calor, hay varios sistemas: de gas, de resistencia eléctrica, de inducción, entre otros.
Vitrocerámicas de gas
editarDisponen de unos quemadores con celdillas en estructura de panal de abeja, que se encuentran debajo del vidrio. El gas se enciende de forma automática, por medio de unas válvulas que permiten o cortan el paso del gas. Son las más antiguas y menos utilizadas.
Vitrocerámicas de resistencia eléctrica
editarPoseen una resistencia eléctrica bajo el vidrio. El calor se regula de forma automática, controlando por sí mismas la temperatura mediante un termostato dependiente de la corriente. Cabe recordar que el calor emitido por una resistencia varía en función de la corriente que la atraviesa.
Vitrocerámicas de inducción
editarSon las más modernas ya que no usan ningún tipo de resistencia como fuente de calor. Consiguen cocinar los alimentos gracias a la transmisión de energía a través de un campo magnético. El calor se produce por corrientes parásitas y por agitación magnética. Es necesario usar recipientes de metal ferromagnético, con fondo plano, liso y grueso. El vidrio permanece frío y es más fácil de limpiar.
Temporizador para cada fogón
editarLas cocinas vitrocerámicas pueden contar con un minutero o temporizador para apagar los fogones pasado un determinado tiempo. Este minutero puede ser común para todos los fogones o tener uno independiente e individual para cada fogón, en las cocinas más modernas.