Wikipedia:Despropositario/Guerra del krill
Guerra del Krill (Conflicto pingüino-marsopil) | |||||||||||||
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Fecha | 1977-1984 | ||||||||||||
Lugar | Océano Antártico y Atlántico Sur | ||||||||||||
Resultado | Vuelta al status quo prebélico | ||||||||||||
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La Guerra del Krill (también llamada Conflicto Pingüino-Marsopil) fue un enfrentamiento bélico que tuvo lugar entre 1977 y 1984, y que tuvo como escenario principal las aguas del Antártico y el Atlántico sur. Los bandos contendientes fueron el Imperio pingüinil y, por otra parte, la República Marsopil, siendo el motivo principal de la disputa (si bien no el único) la posesión de los importantes bancos de krill de la zona.
Antecedentes
editarLa tensión entre ambas especies es de sobra conocida, y muy presente a lo largo de toda su evolución. Las primeras noticias acerca de esta rivalidad pueden apreciarse en registros tan antiguos como las descripciones que ya hiciera Apolonio de Rodas, bibliotecario de la Biblioteca de Alejandría.
El conflicto permaneció latente entre ambas especies durante su historia, si bien con frecuentes rencillas que hacían muy difícil una coexistencia pacífica. Uno de los motivos que enturbió la ya enrarecida relación fue el hecho de que los pingüinos hicieran bromas y chascarrillos acerca de la aleta dorsal de las marsopas, ya que ésta no sobrepasa los seis centímetros de alto y frecuentemente pasan desapercibidas. Otras de las causas históricas para esta acritud entre pingüinos y marsopas pueden ser las siguientes:
- Peleas de bolas de nieve entre los alevines de marsopa y pingüino.
- En 323 un manada de pingüinos provoca a las marsopas rezando su plegaria.
De hecho los historiadores aseguran que el emir musulmán Amir ibn al-Ass, cuando entró en Alejandría, no encontró más que libros, pergaminos y blogs de marsopas y pingüinos discutiendo febrilmente por todo. Es más, la leyenda asevera, que cuando el comandante musulmán Amir ibn al-Ass terminó la conquista de Egipto, comunicó a su jefe el califa Omar I todo lo que había encontrado en la mítica ciudad de Alejandría, y le habló de la biblioteca para pedirle las instrucciones sobre qué hacer con esa cantidad de libros sobre esta rivalidad, a lo cual el califa respondió: Si los libros, blogs y demás hablan de pingüinos y marsopas, mejor déjalos ahí, vaya que se molesten.
Con el transcurso de los siglos, el conflicto se distendió debido a la paulatina separación de ambas razas que se observa en la época de los descubrimientos, y la posibilidad de expansión de las dos potencias. Sin embargo, la etapa del colonialismo acabó por arrinconar a estas dos naciones itinerantes en el Océano Atlántico meridional y el Antártico.
Finalmente, el auge del nacionalismo durante el siglo XIX supuso la delimitación de las dos esferas de influencias de ambas especies, quedando así las islas Georgias del Sur asignadas al Imperio Pingüinil, y las islas Sandwich del Sur dentro del área de influencia de la República Marsopil.
Desencadenante del conflicto
editarLa causa principal del desencadenante tuvo lugar, curiosamente, tras la disputa de un encuentro futbolístico. Un grupo de varios pingüinos civiles, exacerbados por el triunfo del Real Betis en la final de Copa del Rey de 1977 (equipo del cual se tiene constancia de que son fanáticos seguidores), se dirigieron en evidente estado de embriaguez hacia los Peñones Clerke, con intención de alzar sus bufandas al viento y proclamar la emocionante victoria obtenida en la tanda de penaltis. Una unidad marsopil que patrullaba la zona interpretó esta reacción como un intento de ocupar la isla con fines anexionistas, y desalojó a los ocupantes utilizando chapuzones y otras armas de disuasión no mortíferas, no sin cierta violencia debido a la tradicional simpatía marsopil por los colores bilbaínos.
El gobierno pingüinil interpretó el desalojo de la isla como una acción desmedida, que ocultaba los intereses marsopiles por anexionarse de facto el disputado territorio, codiciado por ambas potencias debido a los ricos bancos de krill existentes, y no asignado aún por medio de tratado alguno a cualquiera de las dos soberanías.
Desarrollo de la contienda
editarDe esta forma, el Imperio Pingüinil decidió rápidamente mandar una escuadra naval de pingüinos, fuertemente armados con armas de destrucción masiva tales como conos nucleares, armas químicas y armas biológicas de diversa índole, para hacer frente a lo que interpretaban como un intento de anexión en toda regla.
Dicha escuadra se encontró con una formación marsopil dirigida por el gobierno de la República, que sospechaba de una acción armada ante las evidentes amenazas del Imperio por emprender acciones unilaterales sin esperar el laudo de las Naciones Unidas.
La batalla de Anchovy Cape
editarEl encuentro naval se produjo el 28 de diciembre de 1977 cerca del cabo Anchoa (Anchovy Cape), al norte de los Peñones Clerke. La escuadra pingüinil hizo un desembarco previo de tropas de élite en los Peñones, antes de poner proa a la formación marsopil. En un primer momento, el ala derecha de la formación imperial consiguió abrir brecha en la escuadra marsopil, si bien un rápido contraataque consiguió anular el avance pingüinil y dispersar sus fuerzas, que tuvieron que emprender la huida rumbo a las islas Malvinas. Las pérdidas en ambos bandos fueron considerables, incluyendo una foca despistada que pasaba por allí.
Esta batalla pasó a la historia por provocar la subida de precios en las raciones de pescaíto frito en los chiringuitos de Nerja y Estepona. Los pescadores de bajura protestaron al comprobar que las marsopas atacaron con armas ilegales a los pingüinos, como espetos de sardinas, mientras que éstos respondieron con tirillas de calamares.
Mientras tanto las prediciones de crecimiento del krill eran descorazonadoras durante la contienda: este pequeño crustáceo vería mermada su población debido al apetito voraz de los pingüinos y las marsopas durante las operaciones militares.
El final del conflicto
editarEl gobierno de Walaloompu se ofreció a mediar en el conflicto, mediación auspiciada por los enviados de la ONU y que fue posible gracias al talante pacífico del nuevo emperador pingüinil, así como a la victoria del Athletic de Bilbao en la edición de la Copa del Rey de Fútbol de 1984, lo cual calmó mucho los encrespados ánimos del gobierno marsopil.
Como anécdota, en el momento de estampar la firma del cese de hostilidades, se cuenta que el emperador pingüinil Kreekeckt I exclamó ceremoniosamente: Di! Ecce hora! Uxor mea me necabit!.