Templo de San Francisco Javier (Tepotzotlán)

iglesia de Tepotzotlán (México)

El templo de San Francisco Javier forma parte del actual Museo Nacional del Virreinato y antiguo Colegio Jesuita de San Francisco Javier, ubicado en Tepotzotlán, Estado de México.Esta belleza arquitectónica se le atribuye a los arquitectos Diego de la Sierra (c. 1656-c. 1709/11)[1]​ y José Durán de Almendranejo (1652-pos. 1694) [2]​, salvo la fachada y la torre que son obra del arquitecto Ildefonso de Iniesta Bejarano y Durán, nieto del anterior.

Templo de San Francisco Javier
 Patrimonio de la Humanidad (parte de «Camino Real de Tierra Adentro», n.º ref. 1351-038) (2010)
Monumento histórico (04555)

Foto del templo en febrero de 2018.
Localización
País México
División México
Subdivisión Tepotzotlán
Dirección General Ignacio Zaragoza s/n, Centro, Tepotzotlán, Estado de México, México
Coordenadas 19°42′47″N 99°13′20″O / 19.712972222222, -99.222194444444
Información religiosa
Culto Iglesia católica
Diócesis Diócesis de Izcalli
Acceso Diariamente
Uso Templo religioso
Estatus Parroquia
Advocación San Francisco Javier
Historia del edificio
Construcción 1670 - 1682
Arquitecto Diego de la Sierra, José Durán
Otro artista Ildefonso de Iniesta Bejarano y Durán
Datos arquitectónicos
Estilo

[[Arquitectura barroca[De barro

]]
Superficie 6,59 hectáreas y 40,59 hectáreas
Año de inscripción 2010

Descripción

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Ejemplo del Barroco novohispano, la fachada externa consta de dos cuerpos y un remate, tallados en piedra de chiluca gris. En el cuerpo inferior se observan esculturas que representan la gloria del matrimonio cristiano y a los cuatro evangelistas. En el segundo cuerpo se distingue la figura de San Francisco Javier y otros santos de las otras órdenes religiosas evangelizadoras en Nueva España. Y en el remate a San Miguel Arcángel y a la Virgen María.

El interior del templo fue revestido con diez retablos dorados diseñados y elaborados por Higinio de Chávez y Miguel Cabrera a mediados del siglo XVIII, entre los cuales se encuentra uno dedicado a San Francisco Javier, otro a la Virgen de Guadalupe, a San Ignacio de Loyola, a la pasión de Jesucristo, a San Estanislao de Kostka, a San Luis Gonzaga, a San Juan Nepomuceno, entre otros. Esta riqueza en retablos es respaldada por murales y enormes lienzos firmados también por Miguel Cabrera, que representan a Dios Padre, el Espíritu Santo, El Purgatorio, y el Patrocinio de la Virgen a los Jesuitas.

El Antiguo Colegio de San Francisco Javier en Tepotzotlán fue uno de los más de 60 sitios individuales inscritos en 2010 como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, parte del Camino Real de Tierra Adentro (n.º ref. 1351-038).[3]

Historia

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Su construcción se inició en 1670 gracias a un donativo de la familia Medina Picazo, ellos fueron los patronos de esta iglesia. Los Medina Picazo fueron cuatro: Francisco Antonio, un capitán de milicias y Tesorero de la Casa de Moneda. Doña Isabel, profesora del convento de Regina de Coeli. Pedro León, miembro de la Compañía de Jesús. Y Buenaventura que fue sacerdote secular. Una opulenta familia de criollos descendientes del doctor Pedro López, médico de Hernán Cortés en la expedición de las Hibueras. Y además de este templo, también los Hospitales de San Juan de Dios y San Lázaro y la antigua Basílica de Guadalupe recibieron el patronazgo de esta familia.

Después de que en 1767 el rey Carlos III de España expulsara a los jesuitas de todos sus dominios, el Colegio y el templo quedaron abandonados por algunos años, y hacia 1774 fueron cedidos al clero secular para convertirlos en un colegio de corrección y retiro voluntario, pero esto solo funcionó por unos años para después ser abandonados nuevamente.

En 1859, con las Leyes de Reforma, fueron declarados propiedad del estado, así como se hizo con otros conventos y seminarios del país que se ocuparon como cárcel; pero esto último, la población no lo permitiría. En 1870 la restituida provincia jesuita solicitó y obtuvo la devolución del colegio y sus anexos, pero años más tarde el noviciado se trasladaría a la hacienda de San Simón en Michoacán y los jesuitas abandonarían definitivamente el complejo en 1914. El templo continuó abierto al culto hasta el año 1958, con el comienzo de las restauraciones y adecuaciones para convertirlo en el Museo nacional del virreinato.

Después en 1933 fueron declarados monumento nacional, en 1964 quedaron a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia y en 2010 el templo fue declarado Patrimonio de la Humanidad.

Galería

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Referencias

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  1. Sevilla, c. 1656 - Puebla de los Ángeles (México), c. 1709/11. Entrada «Diego de la Sierra» del Diccionario Biográfico electrónico (DB~e) de la Real Academia de la Historia. Véase en: [1]
  2. San Pablo Tlascuapa (México), 1652 – Ciudad de México. Entrada «José Durán» del Diccionario Biográfico electrónico (DB~e) de la Real Academia de la Historia. Protagonista de la Basílica de Guadalupe, así como las novedades formales introducidas en ese proyecto; por otro lado, su casi seguro papel como maestro del arquitecto que consolidó el avance barroco en la arquitectura novohispana: Pedro de Arrieta. Fue el primero de una saga de arquitectos criollos que continúo con su hijo Miguel Custodio Durán y su nieto Ildefonso Iniesta Bejarano y Durán. Véase en: [2]
  3. «Historia del Santuario». Consultado el 19 de mayo de 2013.  (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).

Bibliografía

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Enlaces externos

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