Wikipedia:Convención para nombrar nombres propios
El nombre propio (< latín nomen -inis ['nombre']) es el sustantivo con el que se designa individualmente al objeto de significación.[1]
Se lo contrapone al nombre común, con el que se designa al objeto por los rasgos comunes de su especie.[1] Por objeto de significación o referente semántico se puede entender tanto una persona como un animal, cosa, institución o lugar; en fin, cualquier ente, vivo o no, aludido por el nombre de manera singularizada. Por ejemplo, un nombre común es niño, porque como tal designa las características generales de la especie ser humano > niño; pero el nombre propio Shirley Temple designa a una persona en particular, a la célebre actriz infantil de la década de 1930.[nota 1]
El tratamiento ortográfico de los nombres propios supone el conocimiento de algunas normas que se explicarán de seguidas.
Uso de las mayúsculas
editarLos nombres propios se escriben siempre con mayúscula inicial. Ej.: Carlos V, Rocinante, Guatemala. De acuerdo con la Ortografía de la Real Academia Española, son nombres propios los siguientes:[2]
- Nombres de persona, animal o cosa singularizados. Ej.: Luis (persona), Platero (animal, ver Platero y yo), Tizona (espada del Cid Campeador).
- Nombres geográficos. Ej.: América (continente), Argentina (país), Madrid (ciudad), Titicaca (lago), Orinoco (río), Aconcagua (montaña).
- Cuando el artículo forma parte del nombre, va en mayúscula. Ej.: La Habana.
- El nombre común genérico que acompaña al nombre propio se escribirá con minúscula: sierra de Gredos, cordillera de los Andes, cabo de Hornos, océano Atlántico, golfo de México, mar Negro, río Amazonas..., excepto cuando forme parte del nombre propio: Ciudad Real, Río de la Plata, Sierra Nevada, Picos de Europa.
- Nombres de épocas. Ej.: Edad Media, Renacimiento.
- Nombres de acontecimientos. Ej. Batalla de Lepanto, Descubrimiento de América, Congreso de Medicina Tropical, Juegos Olímpicos.
- En esta categoría se incluyen las singularidades históricas. Ej.: Muro de Berlín, Plan Marshall, Premios Príncipe de Asturias.
- Apellidos. Se escriben con mayúscula inicial. Ej: Pino. Si van antecedidos por la preposición de, por la combinación de preposición + artículo (de la, de los) o por el artículo contracto del, estos irán en minúscula. Ej: Diego de la Vega, Juan Carlos del Pino.
- EXCEPCIÓN: cuando el apellido va tras el tratamiento de Señor (Sr.). Ej.: Señor De la Vega, Sr. Del Pino.
- Los nombres de dinastías derivados de un apellido también van con mayúscula inicial. Ej. los Borbones.
- Nombres de constelaciones, estrellas y planetas. Ej.: Osa Mayor (constelación), Rigel (estrella), Venus (planeta).
- Cuando se aluda al Sol y a la Luna como astros, se escribirán con mayúscula inicial; por el contrario, cuando se refiera a la luz de estos astros, se escribirá su nombre con minúscula inicial. Ej.: tomar el sol, la luna entra por la ventana.[nota 2]
- De igual manera, cuando se hable del planeta Tierra, se escribirá con mayúscula inicial, y si se alude a la tierra orgánica, con minúscula. Ej.: la tierra de mis padres, compré tierra abonada.
- Nombres de signos del Zodiaco. Tanto los signos como sus características van con mayúscula inicial. Ej.: Libra, la Balanza de Libra.
- EXCEPCIÓN: cuando se describe a una persona como nacida bajo determinado signo. Ej: Luis es libra.
- Nombres de festividades religiosas o civiles. Ej: Navidad, Día de la Independencia.
- Nombres de divinidades. Ej.: Dios, Alá, Zeus.
- Libros sagrados. Ej.: Biblia, Corán, Talmud.
- Atributos divinos de Dios, Jesucristo o la Virgen. Ej.: el Todopoderoso, Cristo, el Mesías, la Inmaculada Concepción, la Purísima.
- Los pronombres personales que aluden a Dios o a la Virgen van en mayúscula. Ej.: Él, Ella.
- Nombres de órdenes religiosas. Ej.: Agustinos, Agustinos Recoletos.
- Marcas comerciales. Ej.: Pepsi Cola, General Electric.
- Si el nombre deja de ser propio y se lo usa como común, se escribe en minúscula. Ej.: Osterizer > Se me estropeó la osterizer; "Aspirina" > "Se tomó una aspirina".
- En el caso de las obras de arte y literatura, aunque se use el nombre propio como nombre común, se mantiene la mayúscula: Compré un Picasso.
- Apodos y sobrenombres. Ej.: Alfonso X el Sabio, Jack el Destripador.
- Nombres de instituciones. Ej.: Universidad de Salamanca, Organización de Naciones Unidas.
- EXCEPCIÓN: Si bien los acrónimos se suelen escribir con mayúsculas y sin punto (Ej.: ONU),[3], la Real Academia Española ha licenciado, en casos de uso generalizado, la utilización de acrónimos con mayúscula inicial, incluso con minúscula. [3] Ej.: Onu, onu.
- ACLARATORIA: Cuando habiendo citado ya el nombre completo de la institución se recurra a su forma abreviada, esta también llevará mayúscula inicial. Ej.: Real Academia Española > la Academia, Comunidad Europea > la Comunidad, Consejo de Ministros > el Consejo.
- Títulos de libros, películas, álbumes.
Uso del acento ortográfico
editarEl acento ortográfico es una tilde (´) que se escribe sobre la vocal tónica, que se halla en la sílaba sobre la que recae el mayor énfasis de entonación en una palabra, y por lo cual se la denomina sílaba tónica. Cuando a la vocal inicial de un nombre propio, que habrá de ir en mayúscula, le corresponda por normas de acentuación cargar la tilde, se escribe. Sobre la creencia de que las mayúsculas no llevan tilde, la Academia ha indicado de manera explícita la acentuación ortográfica de las mayúsculas cuando corresponda.[4] Ej.: Ávila, ÁVILA, el Ínclito.
Para el resto de los casos, los nombres propios habrán de regirse por las normas de acentuación de la lengua española. Por lo tanto, es falso que los nombres propios no tengan ortografía ni que se excluyan de las normas de acentuación,[5] si bien es cierto que no hay escrituras únicas de nombres y apellidos, con lo cual pueden coexistir dos formas (cada una escrita con arreglo a la ortografía). Ej.: Hernán Cortés y Alberto Cortez.[6]
Uso de la letra Ñ
editar- Complétese esta información leyendo más abajo la sección Nombres propios en lenguas extranjeras
La letra Ñ es la decimoséptima del alfabeto español, y constituye en sí misma todo un símbolo de la lengua española y de la hispanidad, condensado en la lucha librada desde finales del siglo XX para darle un lugar en la tipografía informática, tanto de los computadores como de Internet.[7] En honor a ese esfuerzo, es menester hacer uso de la Ñ en aquellos nombres que al pasar al español necesiten de esta letra.
En los exónimos (nombre de un lugar construido en otra lengua distinta de la vernácula, como London > Londres), es común encontrar en la traducción al español, nombres que contienen un sonido equivalente al de la Ñ; sin embargo, no siempre se usa la Ñ, echando mano de exónimos sin la debida correspondencia entre fonema y grafema. En dichos casos es fundamental documentarse para hacer la adecuada selección. En la tabla siguiente se pueden apreciar algunos ejemplos de exónimos, construidos sin Ñ y con Ñ, y en los que se indica para cada caso el sonido equivalente a la Ñ española (fonema nasal palatal):
Topónimo original | Exónimo sin «Ñ» | Exónimo con «Ñ» |
---|---|---|
Auvergne (Francia) | Auvernia | Auverña |
Bologna (Italia) | Bolonia | Boloña |
Minho (Portugal) | Minio | Miño |
Uso de los dígrafos iniciales
editarLos dígrafos son letras compuestas por dos grafemas, tal es el caso en el español de la ch (chulo), gu (guerra), ll (lluvia) , qu (queso) y rr (carro). Cuando estos dígrafos inicien nombres propios, la primera letra del dígrafo irá en mayúscula, y la segunda en minúscula. Ej.: China, Guerra del Golfo.[nota 3]
Uso tras los dos puntos
editarDespués de dos puntos se suele escribir minúscula (salvo que se siga con una cita textual), pero los nombres propios constituyen la excepción a esta norma.[8] Ej.: María pensó: Carlos será un buen estudiante.
Uso del singular y plural
editarSiendo que el nombre propio alude a un objeto singularizado, no se escriben en plural. Ej.: Carlos, Caracas, Edad Media.
- Un uso taxativo de esta regla tiene que ver con los apellidos, que son invariables. Ej.: un González, dos González.
- EXCEPCIÓN 1: con algunos nombres literarios y artísticos famosos, se suele aceptar la doble forma genérica. Ej.: un Dalí ~ dos Dalís, un Virgilio ~ dos Virgilios.
- EXCEPCIÓN 2: algunos topónimos aceptan doble forma genérica. Ej.: América ~ Américas. [9]
Nombres propios en lenguas extranjeras
editarNombres de lenguas romances
editar- Los topónimos (nombres propios de lugares) y antropónimos (nombres propios de personas) que provienen de lenguas romances[nota 4] suelen utilizarse en su forma castellanizada cuando esta es la tradicional en español. Ej. París (Paris, en francés), Miguel Ángel Buonarroti (Michelangelo, en italiano).
- Cuando los topónimos y antropónimos no cuentan con una forma castellanizada tradicional, suele respetarse la ortografía original de sus lenguas. Ello significa que si no llevan acento en su lengua originaria, tampoco lo llevarán en español.[10] Ej.: Hector Berlioz. ACLARATORIA: La Real Academia Española advierte que si los topónimos y antropónimos extranjeros son susceptibles de ser acentuados en español, el hablante los podrá acentuar. Ej: Hector Berlioz y Héctor Berlioz.[10]
- Para los otros casos, especialmente de antropónimos, en los que no haya ni una forma castellanizada tradicional (como en Paris) ni la equivalencia sea tan exacta (como en Hector), se puede optar por la traducción del nombre propio al español. Ej.: Honoré de Balzac > Honorato de Balzac. Esto aplica no solo para los nombres romances, sino que es extensible a los nombres no romances. Ej.: Johann Sebastian Bach > Juan Sebastián Bach. Nótese que si bien se suelen adaptar o traducir los nombres, es regla general respetar la ortografía original de los apellidos, al menos en la mayoría de los casos.
Nombres de lenguas no romances
editarSobre el particular, es acertado lo que dice Ana Vigara, Profesora Titular en Filología Española de la Universidad Complutense de Madrid:
"Puesto que no es adecuado conservar la grafía del nombre en un alfabeto ilegible para el público, la regla aceptada por todos es, en estos casos, su adaptación-transliteración de modo que la ortografía española que le demos se aproxime lo más posible a la pronunciación original (al menos tal como la oímos, con el acento en la sílaba correspondiente). Como las noticias internacionales suelen llegar a través de las agencias internacionales de prensa, los libros de estilo de los periódicos suelen advertir a sus autores contra la posibilidad de adoptar mecánicamente la transliteración de otras lenguas, el inglés y el francés sobre todo."[11]
Esto significa que en las lenguas no neolatinas la escritura y pronunciación de los nombres propios representa algunas dificultades para los hispanófonos (se denomina así a quienes hablan español), pues aquellos nombres ya no pertenecen al tronco greco-latino. En consecuencia, transliterar (hacer equivalencia de las letras de la lengua origen a la lengua destino) no es aconsejable. Por ejemplo, la histórica ciudad polaca de Kraków puede transliterarse como Cracof, pero la adaptación fonética al español es Cracovia. La dificultad de esta práctica estriba en que hay que conocer la pronunciación original, por lo que puede ser de ayuda buscar en Internet una escritura más o menos consensuada del nombre en cuestión.
En algunos casos se opera una simplificación consonántica. Ej.: Elizabeth > Elizabet, Martha > Marta. Y en otros, como los topónimos, se da la exonimia española, que consiste en la creación de un nuevo nombre propio, diferente al original. Ej.: Deutschland > Alemania, New York > Nueva York, Assisi > Asís.
Algunos criterios para adaptar nombres extranjeros
editarSi es preciso adaptar fonéticamente nombres propios de otras lenguas, hay que tener especial cuidado con la ortografía de los mismos, pues no basta con que haya una correspondencia de los sonidos, sino que hay que cumplir algunos parámetros ortográficos:[12]
- Los nombres que terminan en i átona (que no lleva el énfasis del acento) se escriben con y final. Ej.: Nayely.
- Los nombres que terminan en i tónica (que sí lleva el énfasis del acento) se escriben con i final tildada. Ej.: Noemí.
- Los hipocorísticos (diminutivos afectivos) se escriben con y final. Ej.: Ely, de Elizabeth.
Errores típicos
editarAl escribir los nombres propios, se presentan algunas dudas entre qué nombres son propios y cuáles no. A continuación, una lista de nombres que no son propios pero que pueden inducir a error:[13]
- Nombres de monedas: un dólar, dos dólares.
- Nombres de vientos: aquilón, cierzo.
- Nombres de oraciones: padrenuestro, avemaría
- Nombres de los meses: enero, febrero.
- Excepción: fechas históricas, acontecimientos históricos o nombres propios. Ejemplo: Cinco de Mayo, Septiembre Negro, Hospital Doce de Octubre.
- Nombres de los días de la semana: jueves, viernes.
- Excepción: festividades o fechas históricas. Ejemplo: Viernes Santo, Viernes Negro.
- Nombres de las estaciones del año: verano, invierno.
- Excepción: acontecimientos históricos. Ejemplos: Primavera de Praga, Otoño Alemán.
- Nombres de profesiones: abogado, médico, sacerdote.
- Nombres de gentilicios: alemán, español, chileno.
- Nombres de religiones: catolicismo, judaísmo, budismo.
- Nombres de los rangos militares: el sargento de artillería, mi capitán.
Véase también
editarNotas
editar- ↑ Para una comprensión cabal del nombre propio, consúltese: Real Academia Española (2005). Esbozo de una nueva gramática de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe. ISBN 978-84-239-4759-1. OCLC 315900803.
- ↑ Es fundamental prestar atención a esta norma, pues la mayoría de las veces en las que se habla de la Tierra, el Sol y la Luna como astros se los escribe en minúsculas.
- ↑ El dígrafo «rr» nunca inicia palabra; así, aunque suene a rr en rosa, no se escribe el dígrafo, sino «r». El dígrafo «rr» es de concurrencia intervocálica, como en corro, distinguiéndose fonéticamente de coro.
- ↑ Las lenguas romances o neolatinas son aquellas que evolucionaron filológicamente del latín, a saber: español, francés, italiano, portugués y rumano.
Referencias
editar- ↑ a b Quilis, Antonio; María Luz, Manuel Esgueva y Pilar Ruiz-Va. Lengua española. p. 175.
- ↑ Real Academia Española. Ortografía de la lengua española. pp. 33-38.
- ↑ a b Real Academia Española. Ortografía de la lengua española. p. 96.
- ↑ Real Academia Española. Ortografía de la lengua española. pp. 31 y 53.
- ↑ Ávila, Fernando. Español correcto. p. 421.
- ↑ Ávila, Fernando. Español correcto. p. 422.
- ↑ Anaine, Susana (2007). «La Ñ resiste: la letra clave del español ya llegó a Internet y ahora va por más. Un símbolo cultural».
- ↑ Pecina, José; Rosa Rosas. Ortografía. Ejercicios para todos. pp. 50-51.
- ↑ García, Serafina; Antonio Meilán, Hortensia Martínez. Construir bien en español: La forma de las palabras. p. 145.
- ↑ a b Morales, Félix; Sergio Infante y Óscar Quiroz. Dudas y problemas gramaticales. pp. 71 y 72.
- ↑ Vigara, Ana (2000). Ortografía e ideología: Los nombres propios no castellanos en los medios de comunicación..
- ↑ Soriano, Enrique (31 de enero de 2008). «Ortografía de los nombres propios».
- ↑ Cátedra de Semiótica y Teoría de la Interpretación (2008). «Normas tipográficas generales sobre el uso de mayúsculas y minúsculas». pp. 7 y ss.
Bibliografía
editar- Alcántara, José (2004). Ensayo histórico etimológico filológico sobre los apellidos castellanos. Valladolid: Maxtor. ISBN 978-84-976-1107-7. OCLC 254062656.
- Anaine, Susana (2007). «La Ñ resiste: la letra clave del español ya llegó a Internet y ahora va por más. Un símbolo cultural». Consultado el 20 de junio de 2009.
- Anderson, John (2007). The grammar of names. Oxford: Oxford University Press. ISBN 978-01-992-9741-2. OCLC 73954037.
- Ávila, Fernando (2002). Español correcto (3° edición). Bogotá: Norma. ISBN 978-95-804-6738-0. OCLC 52492171.
- Ávila, Fernando (2002). Dígalo sin errores: Diccionario de dudas. Bogotá: Norma. ISBN 978-95-804-7060-1. OCLC 52888399.
- Ávila, Fernando (2003). Ortografía española. Bogotá: Norma. ISBN 978-95-804-7597-2. OCLC 54846294.
- Camacho, Heriberto; Juan Comparán, Felipe Castillo (2005). «Apéndice D. Nombres propios más comunes». Manual de etimologías grecolatinas (3° edición). México: Limusa. ISBN 978-96-818-5542-0. OCLC 42939259.
- Cátedra de Semiótica y Teoría de la Interpretación (2008). «Normas tipográficas generales sobre el uso de mayúsculas y minúsculas». Universidad de la República (Uruguay). pp. 7 y ss. Consultado el 21 de junio de 2009.
- Escarpenter, José (1997). Cómo dominar la ortografía. Ortografía moderna. Bogotá: Norma. ISBN 958-04-2711-9. OCLC 46775091.
- Fernández, Gastón (1996). Cómo escribir correctamente. Comunicación escrita. Bogotá: Norma. ISBN 958-04-2712-7. OCLC 46778558.
- García, Serafina; Antonio Meilán, Hortensia Martínez (2004). Construir bien en español: La forma de las palabras. Oviedo: Ediciones de la Universidad de Oviedo. p. 145. ISBN 978-84-845-9193-1. OCLC 59354773.
- Martínez, José (2004). Escribir sin faltas: manual básico de ortografía. Oviedo: Ediciones de la Universidad de Oviedo. ISBN 978-84-845-9189-4. OCLC 57310302.
- Morales, Félix; Sergio Infante y Óscar Quiroz (1991). Dudas y problemas gramaticales (2° edición). Santiago de Chile: Editorial Universitaria. pp. 71 y 72. ISBN 95-611-0746-5. OCLC 24545598.
- Pecina, José; Rosa Rosas (1998). Ortografía. Ejercicios para todos. México: Prentice Hall. pp. 50-51. ISBN 97-017-0212-3. OCLC 44614896.
- Quilis, Antonio; María Luz, Manuel Esgueva y Pilar Ruiz-Va (1998). Lengua española (3° edición). Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). ISBN 978-84-8004-508-7. OCLC 18042515.
- Real Academia Española (2005). Esbozo de una nueva gramática de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe. ISBN 978-84-239-4759-1. OCLC 315900803.
- Real Academia Española (1999). Ortografía de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe. ISBN 84-239-9250-0. OCLC 13578543.
- Soriano, Enrique (31 de enero de 2008). «Ortografía de los nombres propios». Consultado el 21 de junio de 2009.
- Terés, Elías (1990). «Antroponimia hispano árabe. (Reflejada por las fuentes latino-romances)». Anaquel de Estudios Arabes I (1). ISSN 1130-3964 , pp. 129-186.
- Vigara, Ana (2000). «Ortografía e ideología: Los nombres propios no castellanos en los medios de comunicación.». Espéculo VI (15). ISSN 1139-3637. Consultado: 20 de junio de 2009.
Enlaces externos
editar- Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre lengua española.
- Wikilibros alberga un libro o manual sobre lengua española.
- Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre lengua española.
- Página oficial de la Real Academia Española
- Obras digitales de la Real Academia Española en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
- Diccionario panhispánico de dudas (en línea), de la Real Academia Española.
- Real Academia Española (1999). Ortografía de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe. ISBN 84-239-9250-0. OCLC 13578543.
- Reports of the United Nations Conference on the Standardization of Geographical Names.
- Lista de topónimos oficiales, Europarlamento.
- Nombres más frecuentes en América por Nacionalidad.
- Nombres más frecuentes en Europa por Nacionalidad.
- Nombres y apellidos más frecuentes de los residentes en España.
- Base de datos del Gobierno de Buenos Aires con casi 10.000 nombres reconocidos.
- Directorio de Genealogía Hispana.
- Bibliografía heraldica, de historia y genealogía del apellido.
- Ortotipografía en geografía.